La Plataforma de Apoyo a la UPAS (Unidad de Promoción y Apoyo a la Salud) compuesta por diversas asociaciones que trabajan con colectivos de especial vulnerabilidad denuncian la desmantelación del centro de prevención y tratamiento VIH y otras infecciones de transmisión sexual en Málaga. La gerencia del Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce y la Consejería de Salud han recibido críticas tras ´fusionar´ este servicio con el Centro de Orientación Sexual de Jóvenes.

La UPAS es una unidad con unas características muy concretas para tratar con personas que ejercen la prostitución o están en una situación irregular en nuestro país. Este servicio se encontraba ubicado en el centro de salud La Roca y la doctora al frente era Blanca Martínez Sierra, jubilada recientemente tras trabajar para esta unidad durante 16 años.

La médica considera que la UPAS «constituye una función social imprescindible para tratar a este sector de la población más vulnerable». Martínez diferencia el método de trabajo de la unidad con el que se seguiría en un centro de atención primaria u hospital: «El principal aliciente de este servicio es su capacidad para atender al paciente al momento, sin necesidad de cita previa». Las personas que acudían a esta unidad se encontraban con una atención directa y sin barreras puesto que como especifica la doctora: «Muchos pacientes que llegaban al centro no tenían su situación regularizada». Martínez destaca «el manejo de la unidad a la hora de trabajar detectando este tipo de enfermedades e infecciones por transmisión sexual consiguiendo que la atención fuera rápida y ágil».

«Si el paciente presentaba síntomas compatibles con alguna ETS se le tomaban muestras en ese momento y se le daba un tratamiento empírico con la sospecha diagnóstica que hubiera. Posteriormente volvían al centro a por el resultado, si se confirmaba la enfermedad, se hacía el estudio de contacto», concreta la doctora en relación con la dinámica de trabajo del centro.

José Manuel Muñoz, responsable de Médicos del Mundo en Málaga y facultativo en el Hospital Regional de Málaga, asegura que el cierre de la UPAS supone «un riesgo alto para la población malagueña a nivel epidemiólogo». Tanto Médicos del Mundo como Mujer Emancipada, ambas asociaciones trabajan con colectivos vulnerables, concretan: «Las mujeres que ejercen la prostitución no están siendo atendidas desde el cierre de la unidad por lo que no existe ningún control del VIH y las ITS» El único centro especializado en ETS que existía en Málaga era la UPAS. Con respecto a los pacientes, Martínez relata que la unidad atendía a unas 20 personas diarias: «la mayoría de mujeres y hombres que tratábamos ejercían la prostitución, aunque también acudían a nuestra unidad inmigrantes e incluso población de la propia Málaga». El equipo que conformaba la UPAS consistía en un enfermero, una administrativa, un trabajador social y la propia Blanca Martínez que ejercía como médica de la unidad.

Las Plataforma de Apoyo a la UPAS denuncia en un comunicado que la unificación de la unidad con el Centro de Orientación Sexual de Jóvenes, ubicado en el centro de salud Victoria, supone «la inoperatividad de ambos servicios y la formación de largas colas, ya que una sola doctora no podrá atender ambas funciones». Remedios Trujillo, presidenta de la asociación Mujer Emancipada, considera que «quieren fusionar dos recursos pero a efectos prácticos pierde eficacia ya que nosotros hacemos derivaciones casi diarias y no dispondrían de suficiente personal». La doctora Martínez valora como difícil la unión de ambos servicios al asegurar que «son dos unidades completamente distintas». Según la médica: «En el Centro de Orientación Sexual de Jóvenes se enfocan mucho en talleres para informar y prevenir en centros educativos». Dicha labor es difícil de gestionar con una sola facultativa para asumir el servicio que desempeñaba la UPAS.

La Delegación de Salud de Málaga asegura que «la unificación de ambos servicios no supondrá de ninguna manera una merma en la calidad de la asistencia a los pacientes».En una reunión mantenida el pasado julio en la que participaron José Manuel Muñoz y Blanca Martínez en representación de la Plataforma de Apoyo a la UPAS se manifestó por parte de dicha plataforma «la absoluta certeza de que se va a disminuir la calidad de atención como centro de ITS con esta unificación puesto que la asistencia pasará de 5 días a la semana a tan solo dos».

La Delegación de Salud concreta que la decisión de la fusión «no se ha debido a motivos económicos sino a una racionalización de los recursos». La plataforma de Apoyo a la UPAS denuncia que con la unificación de ambos servicios se pierde el puesto de un trabajador social, de la administrativa y de la médica a cargo de la UPAS.

«Un informe elaborado por los profesionales del Distrito ha puesto de manifiesto una duplicidad en los servicios al ciudadano, ya que se estaban ofreciendo tanto en la UPAS como a través de los médicos de familia, por lo que se ha tomado la decisión de reestructurar la unidad», concreta la Delegación de Salud de Málaga. El doctor José Manuel Muñoz discrepa con esta afirmación puesto que «la atención primaria está saturada y el servicio tiene como razón de ser la accesibilidad por parte de los colectivos vulnerables, hecho que se pierde al reducir sus días asistenciales y disiparse en los centros de salud».

El responsable de Médicos del Mundo resalta que «los propios profesionales del sistema de salud de Málaga utilizaban este recurso como uno de alta calidad, derivando malagueños debido a que poseen una gran capacidad de cultivo, diagnóstico y seguimiento de contactos». La Plataforma de Apoyo a la UPAS demandó al Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce que mientras se llevaba a cabo la unificación de ambos servicios se debía mantener la UPAS para «salvaguardar la salud sexual malagueña». El facultativo José Manuel Muñoz denuncia que esto no se ha cumplido. «Estamos dando pasos hacia atrás, la realidad ahora mismo es la nada, las ETS en los colectivos más vulnerables no están siendo controladas en la capital».