Cuenta el director del Museo Revello de Toro, el académico de San Telmo Elías de Mateo, que la admiración de un visitante turco por el cuadro 'Sumida en el sueño' fue tanta, «que quiso comprarlo».

Por supuesto, no se hizo con la obra pero probablemente sí que se sumó a todos esos visitantes que entran por vez primera en el Museo Revello de Toro, en la discreta calle Afligidos, y quedan impresionados por dos factores: «Primero, por lo bonita que es la casa y en segundo lugar, quedan impresionados por la obra de Félix Revello de Toro si no la conocían», cuenta su director.

El pasado 25 de noviembre se cumplieron diez años de la inauguración del museo y este aniversario coincide con una de sus más ambiciosas exposiciones temporales, 'Revello y la Transición Española', que recoge algunos de los retratos que Félix Revello de Toro (Málaga, 1926) realizó a ministros y altas personalidades de la época, entre ellos el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo y los que fueran presidentes del Congreso (Torcuato Fernández-Miranda) y el Senado (el malagueño José Federico de Carvajal).

La exposición ha sido algo «muy difícil en tiempos muy difíciles», reconoce Elías de Mateo, que explica que ha llegado a buen puerto a pesar de las restricciones por el coronavirus y a tener que reunir cuadros dispersos en un buen número de sedes institucionales. Un logro para un equipamiento cultural pequeño que sin embargo en esta década de vida ha recibido a cerca de 400.000 visitantes.

La historia de este precioso 'museo de autor', situado en la antigua casa-taller de Pedro de Mena, donde además murió el gran escultor granadino, comienza seis años antes de su inauguración, cuando en 2004 el Museo Municipal acoge una exposición antológica de Félix Revello de Toro. «Fue la exposición con mayor número de visitantes tras la primera de Picasso en el Palacio Episcopal en el año 81», recuerda Elías de Mateo.

La repercusión de esta antológica fue el detonante para que el artista malagueño ofreciera en un primer momento al alcalde toda la obra que conservaba en sus casas de Barcelona, Madrid y Málaga. Finalmente, la fórmula elegida sería una cesión por 15 años de 142 obras, entre cuadros y dibujos.

Cuando se produce ese ofrecimiento, el Ayuntamiento ya había adquirido la casa-taller de Pedro de Mena, cuyo último uso fue un conocido café teatro, y la estaba consolidando. «Con las obras ya iniciadas, el alcalde decide que la casa puede exponer la obra de Revello, respetando su estructura y teniendo siempre un lugar dedicado a Pedro de Mena».

La propuesta gustó mucho al pintor, que propuso además que el museo lo dirigiera el comisario de la antológica de 2004, Elías de Mateo, quien además realizó el proyecto museológico y museográfico del nuevo equipamiento cultural.

De la conversión de la casa-taller en museo se encargaron Promálaga y el arquitecto malagueño Francisco González, del que el director destaca su gusto por cuidar los detalles: «Hizo una reforma exquisita, muy respetuosa, intentando armonizar la funcionalidad con la herencia histórica».

Otro de los acuerdos a los que se llegó con el artista, además de la cesión por 15 años (a partir de 2010), fue que el museo lo gestionara una fundación, la Félix Revello de Toro, con patronos designados por la familia del artista y el Ayuntamiento y varias supervisiones, entre ellas la municipal. Una fórmula que, como destaca Elías de Mateo, cuenta con el control riguroso de toda administración pero también le otorga más agilidad de gestión.

En estos diez años, y siempre en contacto directo con el artista, que hoy tiene 94 años y con quien el responsable del museo habla como mínimo una vez por semana, ha ofrecido dos veces al año exposiciones temporales que han mostrado «las enormes dimensiones de la obra de Félix»: Sus primeras obras, la dimensión como dibujante (es Premio Nacional de Dibujo Rafael de Penagos), la figura femenina, su relación con la Semana Santa de Málaga y provincia, los retratos infantiles...

El director del Revello de Toro también quiere destacar las innumerables actividades culturales que ha acogido el patio del museo y que ahora no han podido continuarse a causa de la pandemia. «Para este décimo aniversario teníamos previsto en el patio un ciclo de conferencias que hemos tenido que suprimir», informa.

Cuando el museo abrió sus puertas, Félix Revello de Toro confesó a La Opinión: «Me van a faltar años para digerir que mi obra está ya colgada en la casa de Pedro de Mena».

Para Elías de Mateo, el pintor malagueño es el continuador de «la gran tradición de los retratistas españoles desde el Renacimiento al siglo XX», un artista «fiel a su propia estética que comenzó con una formación académica en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y en Roma, que luego adapta con un toque mucho más suelto en pinceladas, más impresionista». Además de por su maestría en retratar a la mujer, de Revello resalta que es «un maestro del retrato psicológico».

Un artista único con un merecido museo de autor.