Isabel Jiménez Lucena comanda las acciones que pone en marcha de forma transversal la universidad malagueña en su constante lucha contra la desigualdad. Aunque la situación ha mejorado en los últimos tiempos, Jiménez Lucena considera que todavía queda mucho camino por recorrer.

Adelántenos por favor sobre qué va a versar su ponencia el día 10 en la jornada eWoman.

Voy a desarrollar de qué manera las mujeres que ocupamos determinados puestos, lo hacemos gracias a la implicación de la sociedad. Hablaré desde el ámbito de la universidad y la ciencia, haré un recorrido para poner en evidencia que todas las instituciones públicas tienen que implicarse en la lucha contra la desigualdad. Si a las mujeres no nos acompaña el resto de la sociedad, conseguir la igualdad es muy complicado.

¿Qué se puede hacer desde la Universidad de Málaga para fomentar la igualdad? ¿Cómo funciona la Unidad de Igualdad de la UMA?

Primero con la existencia de la propia Unidad, que lleva trabajando desde 2010, después con una apuesta por esos servicios. Teníamos una delegación que hace poco se transformó en un vicerrectorado de Igualdad, que coordina todas las acciones de Igualdad, que traspasa su propio ámbito, porque consideramos que la igualdad es transversal. Hay que difundir las acciones al resto de la sociedad. Hacemos sensibilización a través de diferentes campañas; programas de formación, cursos presenciales y online e investigación en materia de igualdad, diversidad y solidaridad que es muy importante. Estas son las tres patas de nuestro trabajo: sensibilización, formación e investigación.

La igualdad ¿es una cuestión de feminismo o va más allá?

El feminismo es un movimiento social que tiene como objetivo conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. Esta es la meta y la definición y debe estar en el centro de las políticas de Igualdad. Hay mucha gente que no sabe qué es el feminismo.

¿En qué ámbitos sufre la mujer más la desigualdad?

En todos los ámbitos hay una cierta desigualdad porque nuestra sociedad y nuestra cultura está basada en una idea patriarcal. Si no reconocemos esto, difícilmente podremos avanzar. A partir de aquí, los sesgos de género son en muchas ocasiones inconscientes. Hay que llevar a la conciencia que esto es así, y a partir de ahí iniciar el camino hacia la igualdad. Por esta razón hay desigualdades en todos los ámbitos. En la Universidad incidimos en el conocimiento, y a partir de ese conocimiento nos movemos hacia la igualdad. Una igualdad que nos va a hacer más felices a las mujeres... pero también a los hombres. La igualdad promueve la felicidad de todas las personas.

En España la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo muy grande (superior al 20%) ¿qué medidas hay que tomar para que se vaya cerrando?

Las brechas salariales se explican por las desigualdades en las vidas de los hombres y las mujeres. Intervienen las desigualdades en educación, se mantienen las brechas por las temáticas sobre conciliación corresponsable, que todavía condiciona la vida laboral de las mujeres. Es un tema que hay que abordar desde la reflexión y el conocimiento.

Muchos hombres y mujeres se muestran en contra de las cuotas porque aseguran que perjudican más que benefician. ¿Qué opina de ellas?

Las cuotas se establecieron para evitar situaciones arcaicas, incomprensibles que no incorporaban a la mujer a los puestos de responsabilidad. Es una medida paliativa porque no hay una buena razón que explique que no haya mujeres en esos puestos.

¿Estamos formando a una generación que cree realmente en la igualdad o pensar eso es todavía una utopía?

Entre la gente joven hay mucha gente concienciada y comprometida con la igualdad pero también hay otros que no considera que la igualdad sea un problema. A unas edades tempranas parece algo cotidiano la igualdad, a medida que van pasando los años los jóvenes se dan cuenta que el problema está ahí porque hemos normalizado e interiorizado conductas sexistas. Hemos avanzado mucho. La gente joven de ahora es más comprometida que la gente joven de hace unos años. Queda mucha tarea por delante y hay que conseguir llegar a la meta para ser todos más felices.

Usted viene del mundo de la investigación, ¿Ha sentido durante su trayectoria un trato diferente por ser mujer?

Claro que sí. En la Facultad en la que yo trabajaba, la gente entraba en mi departamento y preguntaba por el profesor y el profesor era yo. Ahora creo que pasa menos pero seguimos pensando, por ejemplo, que el catedrático es un señor mayor o el médico es estrictamente un personaje masculino, cuando ahora hay más mujeres que hombres ejerciendo la medicina.

¿Qué opina de que se celebren eventos como eWoman?

Son fundamentales para conseguir sensibilización y formación, que son dos pilares para conseguir la igualdad real. Generan conocimiento que se transfiere a la sociedad y la implicación de los medios de comunicación.