Eva Fragero prácticamente inició su actual etapa como jefa de servicio de Urgencias en el Hospital Regional Universitario de Málaga cuando comenzaba a dejar la actual pandemia sus primeras víctimas mortales. Después de casi nueve meses son incontables las terribles experiencias que han tenido que vivir los facultativos que batallan contra el coronavirus en primera línea. No obstante, en esta entrevista que pretende servir de homenaje a todos ellos, esta responsable cede casi todo el protagonismo no sólo a sus propios compañeros, en el ámbito sanitario, hace extensivo el reconocimiento a todos y cada uno de los trabajadores que directa o indirectamente también son protagonistas de la óptima evolución de los pacientes.

¿Cómo se soporta el día a día durante tantos meses y con tantos cuadros graves frente a un virus del que aún desconocemos tanto?

Fundamentalmente gracias al trabajo en equipo. En nuestro caso, con la decidida implicación de todos los profesionales que integran el servicio de Urgencias del Hospital Regional, así como el de muchas otras más personas que hacen posible nuestra labor. Pero quiero asimismo destacar cómo la ciudadanía ha colaborado al reducir las visitas a nuestras dependencias, consciente de que la prioridad, ahora más que nunca, eran los pacientes que presentan cuadros graves vinculados a este virus.

Como ocurre en los deportes de equipo, analizar la actuación de un profesional de manera individual generaría injusticias.

En efecto, es relevante el compañerismo que especialmente se vive en la urgencia. El trabajo de equipo, de manera colaborativa, con la implicación decidida de los servicios no asistenciales y de los asistenciales del centro hospitalario.

Hemos visto además cómo se reacondicionaban en un tiempo mínimo distintos espacios para poder mejorar la atención de vuestro servicio.

Nos encontramos inmersos en unas obras que está previsto que acaben precisamente con el año y que permitirán mejorar notablemente la atención en Urgencias. Pero en efecto se ha hecho un esfuerzo importante sobre el proyecto inicial y se le ha dado un carácter versátil a todo el espacio que va a estar a disposición de nuestro servicio. Personalmente considero que las urgencias hospitalarias deben de ser servicios flexibles, como decía, versátiles y con capacidad de adaptarse rápidamente a demandas cambiantes tanto en número como en complejidad.

Quiere usted decir que antes de esta pandemia ya trabajaban hacia un horizonte en el que no estuviesen encorsetados departamentos como el suyo.

El objetivo planteado incluso antes de que llegase el virus era el de lograr espacios capaces de dar respuesta adecuada y de calidad, tanto científico-técnica como humana. Hay que tener en cuenta que los servicios de Ugencias nos hemos convertido en los todoterrenos de la medicina.

Pónganos ejemplos concretos o aspectos que nos permitan ver mejor lo que nos cuenta.

Lo mismo atendemos un politraumatizado, que a una persona que presenta una erupción cutánea leve. Pero lo mismo a un paciente crónico complejo descompensado o a personas que se encuentran en sus últimos momentos. A eso nos referimos.

Además constituyen ustedes uno de los centros de referencia en toda Andalucía.

Este aspecto también es más que significativo. El servicio de Urgencias del Hospital Regional de Málaga da respuesta a pacientes con procesos emergentes y urgentes de gran complejidad, como corresponde a un hospital a Regional que es referencia no sólo de la provincia de Málaga, sino de otras provincias y de Melilla. En estas circunstancias, también debemos recordar que disponemos de personal altamente cualificado y con larga experiencia en la asistencia a pacientes críticos.

Usted accede al cargo a mediados de marzo, justo cuando se decreta el Estado de Alarma y Málaga empieza a registrar las primeras víctimas mortales con coronavirus de toda Andalucía. ¿Fue casualidad que llegase en ese momento?

Relativamente. Ya tenía previsto empezar a desarollar mi actividad aquí. Pero en de alguna forma ha sido un poco casualidad, siendo cierto que la pandemia nos puso ciertos requerimientos.

Nos hallamos en esas fechas frente al mayor reto en materia sanitaria al que se ha enfrentado en casi un siglo todo el planeta, no sólo nuestro país. ¿Málaga estaba preparada? ¿Podríamos decir que ha sido una de las provincias que mejor ha podido anticiparse a la saturación de unidades de cuidados intensivos o a las de otros servicios?

Sin olvidar que Málaga venía arrastrando una serie de carencias a nivel sanitario, con un debate público sobre la necesidad de disponer de un nuevo recinto hospitalario en la capital, tenemos que reconocer que se ha hecho un gestión muy buena de los recursos que teníamos. Así se han podido mitigar considerablemente los efectos entre los pacientes que hemos ido atendiendo. Es decir, se ha tenido una respuestas adecuada desde el primer momento. ¿Por qué? Porque siempre se ha intentado ir un pasos por delante. La planificación en estas circunstancias se ha desarrollado de manera eficaz.

Llegó el verano y la provincia se encontraba frente a una dificultad añadida. Me refiero a esos miles de turistas que, aunque esta vez casi exclusivamente nacionales, multiplican la actividad hospitalaria. ¿Cómo han vivido en Urgencias un periodo tan atípico en plena pandemia?

Tenemos una dificultad añadida al estar en una provincia con mucha población flotante, con segunda residencia o turistas en general. En las primeras semanas del verano y hasta finales de agosto nos ayudó que la incidencia del coronavirus fue mucho más reducida que en primavera. Pero empezaron a llegar visitantes, se flexibilizaron las normas€ Y nos enfrentamos a una coyuntura veraniega que también, afortunadamente, habíamos previsto. Ya sabíamos que este periodo acarrea un incremento de asistencia importante.

De nuevo la anticipación.

Estaba planificado, lo que no quita que a finales de agosto hubiese algún momento de mayor tensión. Pero conseguimos solventar la situación aunque la provincia tuviese un comportamiento distinto, por esa alta movilidad, a otras zonas. En nuestro caso como digo el mayor repunte empezó a producirse, aún en pleno verano, con los últimos días de agosto.

Llegó la reapertura de los colegios y ahí hubo una primera bajada de los casos, a finales de septiembre.

Sí, en los siguientes meses hemos tenido un mejor control. No obstante, ahí la ciudadanía ha tenido mucho que ver con su comportamiento.

Y si echamos la vista atrás, a las primeras semanas de este año. ¿Cuál es su opinión acerca de esas personas que aseguran que allá por enero se enfrentaron a cuadros gripales que podrían haber tenido detrás la enfermedad del Covid-19?

Lo cierto es que los primeros meses del año, enero y febrero, fueron unos meses relativamente normales en cuanto a la saturación por los efectos de la gripe o de otras patología. No fueron meses peores que otros años. En las Urgencias no difirieron mucho de los años anteriores. Sí que es verdad que veíamos algunos casos respiratorios€ Pero no tenemos la certeza de que ya hubiésemos recibido situaciones similares a las que empezaron a llegar, en cuanto a su gravedad, ya a finales del mes de febrero.

Entonces cabe negar de manera tajante esa impresión de algunos ciudadanos.

En efecto. No creo que hubiese Covid-19 en la provincia antes de que se aproximara la finalización del mes de febrero.

Esta segunda ola no ha saturado las unidades de cuidados intensivos, pero han arrojado una bajada significativa en la edad media de los pacientes ingresados en los hospitales.

Indudablemente, este virus tiene mayor complicación y mortalidad, gravedad, en pacientes mayores. Pero eso no quita que haya pacientes jóvenes y que hayan etado hospitalizados e ingresados incluso en UCI. Hay factores de riesgo para que se tenga una más gravedad y la edad es uno de ellos. Pero nadie está a salvo del virus, porque a diario vemos a jóvenes con complicaciones serias. Tenemos casos de pacientes de 30 a 40 años con unas neumonías que impresionan cuando las ves. Por eso es tan importante que seamos conscientes de que a cualquiera nos puede tocar y que tenemos que tener responsabilidad.

¿Considera que la ciudadanía ha reconocido como se merece vuestro esfuerzo?

Creo que en general la ciudadanía ha respondido a nuestro trabajo. Pero la mejor respuesta, no sólo a nuestro colectivo, sino al resto de servicios que se enfrentan a la pandemia, desde fuerzas de orden a toda la gente que está en primera línea, hasta en los supermercados o en empresas de reparto, es respetar las normas de distanciamiento. Así vamos a poder disminuir la expansión del virus.

¿Servirá esta pandemia para que los pacientes sepan hasta qué punto es necesaria la solidaridad cuando se entra a unas urgencias?

Confío en que se tome una mayor conciencia colectiva, pero también es importante que en la misma vaya incluido el trabajo de todo el conjunto del hospital. Del primer al último integrante de la cadena. Para dar respuesta a los pacientes con coronavirus no sólo hemos trabajado quienes integramos la parte sanitaria. Detrás de cada recuperación también están los servicios generales, mantenimiento, la parte administrativa, la informática. Todos han tenido que hacer un esfuerzo superlativo y a cualquier hora han respondido para resolver todos los problemas que se nos daban.

Problemas que no han sido pocos.

Hemos atendido en nuestro circuito a 12.000 pacientes. Pero a la mayoría los hemos podido mandar a casa.