Los profesionales del Hospital Materno Infantil han activado un total de 54 veces una técnica de soporte cardiopulmonar, conocida por las siglas ECMO, de soporte de pulmón y corazón artificial en pacientes pediátricos desde el inicio del programa en 2014.

Este sistema permite mantener con vida a menores que han perdido la funcionalidad de alguno de estos órganos cuando el resto de medidas de tratamiento han fracasado, dando tiempo a su recuperación o a instaurar medidas definitivas.

La tecnología ECMO, que significa 'oxigenación por membrana extracorpórea', se utiliza en casos de fracaso cardiaco e insuficiencia respiratoria severa y sustituye la función del corazón y los pulmones mediante un sofisticado sistema por el que se hace circular la sangre del paciente mientras mejora la situación del mismo.

El centro sanitario, que forma parte del complejo del Hospital Regional Universitario de Málaga, ha realizado este procedimiento a niños de otras provincias limítrofes como Almería, Jaén o Melilla.

Desde que los profesionales de los servicios de Cirugía Cardiovascular Infantil y de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Materno Infantil se formaron para ello, esta terapia también ha permitido el traslado de pacientes a otros centros de referencia para trasplantes.

El responsable de Cirugía Cardiovascular Infantil del centro sanitario, Enrique Ruiz, explica que este soporte mecánico se usa en pacientes que por fallo cardiaco o por problema respiratorio tienen una dificultad máxima en cuidados intensivos: "En nuestro contexto del Materno, es una técnica que hace posible la recuperación de los órganos del niño, puesto que da el soporte necesario para que se puedan recuperar", señala.

Así, en este centro sanitario se emplea por indicación cardiaca cuando los niños que se operan de corazón por cardiopatía congénita requieren de un apoyo hasta que su corazón puede funcionar de forma autónoma. La segunda indicación principal es la respiratoria en menores que están graves ingresados en Neonatología o en UCIP.

Del total de terapias ECMO realizadas, la media con el soporte ha sido de 8 días. Si bien, Ruiz recuerda que ha habido casos de niños que superaron los 20 días y, algunos que, incluso, precisaron de la terapia en dos ocasiones distintas en su evolución. Se da la circunstancia de que en varias ocasiones han coexistido dos equipos ECMO funcionando a la vez en distintos pacientes.

Para la activación de la ECMO es fundamental la coordinación entre los servicios de Cirugía Cardiovascular infantil y la de la UCIP. En 2014, tras un estudio de las características de la población y la complejidad de los pacientes, se creó un grupo de trabajo coordinado por la UCIP en el que participaron cardiólogos, perfusionistas, cirujanos cardíacos y otras especialidades como la de hematología.

El jefe de sección de la UCI de Pediatría, José Camacho, ha recordado cómo la formación continuada que se ha realizado en la unidad ha reforzado la seguridad del paciente y del personal en esta técnica:"Se han realizado 12 cursos transversales coordinados por el doctor Antonio Morales en los que han participado facultativos, enfermería de la UCIP, que juega un papel fundamental en el funcionamiento diario de esta técnica".

Así, se han realizado varias ediciones de cursos de formación específicos para facultativos, enfermería y para los técnicos auxiliares y este año se realizará el primer curso de emergencias en ECMO.

Para Camacho, que el centro pueda realizar este técnica, supone una segunda oportunidad para los pequeños. "Es fundamental que la familia comprenda la complejidad y la gravedad de sus hijos. Conseguir con esta tecnología que situaciones que parecían imposibles hace años ahora resulten esperanzadoras, produce situaciones que hacen de nuestro trabajo el más gratificante que existe. Recibir la visita de alguno de estos niños y su familia semanas después del alta supone un estímulo para todo el equipo de trabajo", concluye.