Ni brindis, ni entrantes o postres compartidos esta Navidad. Es decir, usar raciones individuales -por ejemplo, que cada uno tenga su propio plato de aceitunas o entremeses- y no introducir los cubiertos en ninguna fuente común ni plato ajeno. Tampoco brindar con un choque de vasos, porque los bordes pueden estar potencialmente contaminados por nuestra saliva. Son solo algunas de las novedades que traerá la celebración de esta fiesta, siguiendo las rigurosas recomendaciones de un grupo de científicos y expertos españoles

No cantar, gritar o hablar en voz alta es otra de las más impopulares, pero necesaria. ¿Cómo evitarlo? Los expertos proponen reducir el nivel de ruido, por ejemplo, de la música para no tener que subir el tono de voz. Otra de las recomendaciones que parecen más difíciles, debido a nuestras costumbres es la de «acortar el tiempo de visita».

Un grupo de doce científicos españoles, entre cuyas firmas se encuentra el experto en aerosoles José Luis Jiménez, profesor de la Universidad de Colorado en Estados Unidos, y la doctora en Neurociencias y profesora e investigadora en el Methodist Hospital Research Institute en Houston, Sonia Villapol, pero también el médico de urgencias del Hospital Universitario Ramón y Cajal, César Carballo, se han encargado de elaborar las citadas pautas. También van poniendo deberes a los que ya tengan previsto integrar una cena de más de seis convivientes: «Se aconseja a todos los asistentes al encuentro que tengan un plan de dónde guardar su mascarilla mientras comen y beben. Deben guardarla en una bolsa seca y transpirable (como una bolsa de papel o de tela de malla) para mantenerla limpia entre usos».

La reflexión previa de los expertos es demoledora: «La pandemia de la covid está siendo agotadora y ha llegado a ser desoladora para muchas personas. La Navidad ofrece una ventana de esperanza para reconectar con la familia y los amigos. Pero para disfrutar de la Navidad de forma plena, deberíamos saber cómo adaptar nuestros planes para reducir la propagación de la covid-19 y minimizar el riesgo para nuestra familia, amigos y el conjunto de la comunidad».

En esa lista consta el gel hidroalcohólico nada más entrar en casa y posterior lavado de manos. También aconsejan dejar los zapatos en la entrada y, por supuesto, obviar besos, abrazos y el contacto personal directo. «El lugar de reunión debe estar ventilado y es recomendable mantener corrientes de aire cruzadas. Si la ventilación es deficiente es recomendable añadir un filtro HEPA cuya tasa de renovación del aire se adecue a las medidas de la estancia» aconsejan.

Empecemos a pensar que las burbujas deben ser constituidas por los miembros más importantes, no dejando a nadie solo pero sin ´invitados accesorios'. Hay que priorizar la prevención de riesgos en las personas que quieren estar juntas en las fiestas. Reiteran la importancia de no ir a otras tertulias a seguir con más celebraciones: «¡el riesgo es muy alto!», apuntan.

También se aconseja la utilización de medidores de CO2 en ambientes cerrados para controlar la calidad de la ventilación. Como regla general, siempre que se exceda de 800 ppm deben abrirse ventanas y ventilar la habitación.

Del mismo modo, creen que los invitados que no pertenecen a la unidad de convivencia deberían sentarse respetando la distancia de 1,5 hasta 2 metros de los demás.

«Estas Navidades no pueden ni deben ser normales. Tenemos que recordar que estamos en plena pandemia y no debemos intentar continuar como si no pasara nada. Celebrar las fiestas porque ´tenemos que seguir haciendo nuestra vida' se traducirá en más hospitalizaciones y más muertes, especialmente de nuestros mayores», aseguran en un particular documento que firman los científicos en aras de lograr unas celebraciones (un poco más) seguras.

Pero también hay ciertos reproches: «Querer salvar la temporada de verano fue lo que precipitó el inicio temprano de la segunda ola. No cometamos, de nuevo, el mismo error», lamentan. «Las situaciones más peligrosas son reuniones sin mascarilla y en espacios cerrados con personas con las que habitualmente no convivimos», afirman.

Y también un dato quizás menos conocido: «El 80 % de los pacientes con la covid-19 hospitalizados tenían déficits en vitamina D: Reforzar el sistema inmune con alimentos ricos en vitaminas puede resultar beneficioso», indican.

Del mismo modo, predican una reconocida dieta sana: «La nutrición equilibrada refuerza el sistema inmune y puede contribuir a reducir la infección, la progresión de la enfermedad y a mejorar la recuperación».

El documento recala en uno de los aspectos más consumistas de la Navidad: Las compras de regalos deben ser online o anticipadas para evitar aglomeraciones. Si quiere entregar algún regalo, mejor enviarlos por mensajería y desinfectarlos a la recepción. En caso de vivir en la misma ciudad, los intercambios de regalos se pueden hacer en espacios abiertos como parques y entre un número controlado de personas protegidos por mascarillas y guardando distancias.