Me parece una pesadilla estar escribiéndote estas palabras cuando hace menos de 24 horas estabas escribiendo tu último mensaje, cómo no, animándonos y concretando nuestra próxima concentración para seguir en la lucha. Te quiero dar las gracias otra vez aunque ya lo haya hecho mil veces. Pero esta vez con un dolor que me hace demasiado difícil ponerle palabras. Gracias por la entrega y el compañerismo en un momento tan complicado como ha sido este, donde los sanitarios nos hemos vistos desamparados en demasiadas ocasiones.

En estos momentos de tanta vulnerabilidad es cuanto tú has sabido cubrirnos como nadie y vigilar que podamos trabajar con seguridad y con un ambiente de trabajo lo más digno posible. No te importaba venir desde casa a la hora que fuera para ayudar a un compañero en apuros. Pero nunca te parecía suficiente desde tu humildad y modestia, a pesar de recordarte la importancia y la grandeza de todo lo que estabas consiguiendo por todos tus compañeros y por los pacientes. Has estado a nuestro lado desde que currabas a pie de cama, hasta cuando por tus cargos has estado limitado para conseguir más por todos.

Esa limitación te frustraba pero nosotros sabíamos y te demostrábamos que tú dabas todo lo que podías y más, siempre con esa humanidad y cercanía que tanto te caracteriza y tanta falta os hace ahora. Gracias por tu amistad sincera,he sido afortunado de contarte entre mis amigos. Dejas el vacío inconsolable que solo pueden dejar los grandes, descansa, compañero, con la tranquilidad y satisfacción que solo da el deber cumplido. Los mediocres que dificultaban tu labor e intentaban ponerse tus medallas te han engrandecido aún más, dejándose ellos a la altura que se merecen.

Italia entera y tu querida familia pueden estar orgullos de ti, porque nosotros lo estamos inmensamente. Te llevas tanto cariño y aprecio que espero que te iluminen y ayuden allá donde estés, seguro que también allí estarás ayudando al más necesitado. Gracias por señalarnos la ruta a seguir sin permitir que nadie nos despiste, no dudes que tu huella imborrable permanecerá en el camino de todos nosotros. La próxima concentración sabremos que te tendremos allí dando las gracias a todos los que vayamos, como siempre haces.