Efectivos de la Policía Local de Málaga han denunciado a un establecimiento del centro de la capital, en concreto de calle Echegaray, reincidente en el incumplimiento de las medidas de prevención y contención aplicables en Andalucía ante el COVID-19.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 17.10 horas cuando agentes que patrullaban por la zona centro fueron requeridos por viandantes que les informaron de que en un local se estaba celebrando una fiesta con muchas personas y de la que trascendía mucho ruido. A su llegada, los policías locales comprobaron que las puertas se encontraban cerradas, así como que la persona que se encontraba en el exterior avisaba dentro para que cesase la música en directo.

Los policías locales comprobaron que, además de que el local es bastante pequeño, había más de 30 personas en su interior, estando situadas las mesas unas pegadas a otras con motivo de una actuación en vivo, incumpliéndose la distancia de seguridad de 1,5 metros entre mesas. El local fue denunciado tanto por ese hecho como por la celebración del acto prohibido suponiendo un riesgo para la salud, siendo grave al tratarse de entre 15 y 100 personas.

Agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local de Málaga ya desalojaron este mismo establecimiento sobre las 17.30 horas del pasado miércoles 19 de agosto tras comprobar que incumplía varios preceptos relacionados con las medidas de prevención aplicables en Andalucía ante el COVID-19.

Entonces fue denunciado en acta por incumplir la distancia de seguridad entre mesas de 1,5 metros, así como por superar el aforo máximo permitido, que constando en la documentación que era de 40 personas y teniendo en cuenta que con motivo de la pandemia solo se permitía por entonces un 75 por ciento, era superado con creces, ya que en el interior había unas 60 personas.

La sala niega que hubiese multa y desalojo

Los responsables de la sala La Sal y el Son reconocen en un comunicado remitido a los medios y publicado en sus redes sociales que recibieron la visita de una patrulla de la Policía Local, pero que en ningún momento los agentes entraron al local y que durante la inspección se cumplía con la reducción de aforo de 30 personas. "No entendemos esta noticia y el daño que se nos está haciendo. Podremos tener algún fallo en algún momento puntual pero intentamos cumplir con la normativa por responsabilidad hacia nuestros clientes y a nuestras familias", aseguran en el comunicado.