En el barrio de Pedregalejo no era Francisco ni Paco, «siempre ha sido Paquito Soto», recordaba hace unos días Adolfo García, amigo de la infancia y compañero en la asociación de vecinos de este malagueño, fallecido a los 69 años a causa del coronavirus el pasado día de la Inmaculada.

Adolfo García, junto con Paco Reyes y Antonio Delgado, los tres, miembros de la asociación de vecinos, se reunieron hace unos días con La Opinión para recordar a Francisco Soto Fernández, ejemplar vecino de Pedregalejo que como subraya Adolfo García, fue «un puntal» del barrio, por su activa participación, no sólo en la asociación de vecinos, sino en la misma medida en la asociación de mayores del barrio, la peña recreativa de Pedregalejo, la asociación Remo y Pala de Pedregalejo y la Hermandad de la Virgen del Carmen del barrio. «Era su asociación, su peña, su hermandad, porque a la hora de colaborar, si a él le cuadraba, ahí estaba Paquito Soto», resalta Adolfo García.

Malagueño del 51, como recuerda Paco Reyes, también amigo de la infancia, el padre regentaba el bar Barrachina de Pedregalejo y también estuvo en el bar La Peña. Paco Soto era sobrino político de Dolores Jiménez Alcántara, la Niña de la Puebla, pues el hermano de su padre se casó con la famosa cantante y por tanto también era primo de la artista Adelfa Soto.

En su infancia estudió en el colegio de don José, junto a calle Tiriti y más tarde se formó como electricista. «Fue un gran técnico electricista, terminó su vida laboral a cargo del mantenimiento en el Hotel Larios», recuerda Adolfo García.

Casado con Loli García, vecina del barrio, se fueron a vivir a la calle Menita, en su barrio de siempre de la playa, donde, con los años, cumplió su sueño de albergar en un pequeño bloque una vivienda para cada uno de sus tres hijos, David, Paco y Ernesto. Por eso, puso a la casa 'Nuestro sueño'.

Paquito Soto estuvo detrás del nacimiento en los 70 de un equipo de fútbol de la peña recreativa que llegó a ser dos veces subcampeona de Málaga de fútbol aficionado y que jugó en Tercera Regional. Además de jugador fue directivo, delegado de campo... «era el alma mater», cuenta Adolfo García.

En la Semana Cultural

Vinculado a la asociación de vecinos desde siempre, estuvo detrás de muchas reivindicaciones vecinales por la dignidad del barrio. En la Semana Cultural de Pedregalejo se encargaba de conseguir el apoyo económico de los comerciantes, que conocía al dedillo. Y responsabilidad suya era también dejar esas jornadas el equipo de música del distrito como nuevo, gracias a su pericia como electricista.

A propósito de la Semana Cultural, Paco Reyes cuenta cómo en 1980, en plena Olimpiada de Moscú, con las obras del paseo marítimo en marcha y los ánimos de los merenderos poco propensos a colaborar por los perjuicios para los negocios que causaban las obras, Paco Soto logró la ayuda económica del concejal de Málaga Este de entonces, Manuel Ramírez, con este deportivo argumento: «Tenemos más boicot que en las Olimpiadas de Moscú».

Sus amigos resaltan además su talante tranquilo y discreto que podía convertirse en un «vendaval» si alguien perjudicaba los intereses del barrio. «Era una persona entrañable, buena y noble. Le he tenido siempre cariño porque Paquito era inmejorable», subraya Antonio Delgado, expresidente vecinal.

Fruto de su compromiso con Pedregalejo, sus amigos recuerdan cómo en pleno confinamiento encabezó una protesta contra Endesa por un nuevo corte de luz de varios días en las casas de la playa. Y como recuerda Adolfo García, pocos días antes de que la Covid se lo llevara quería reunirse con su amigo para hablar de los Baños del Carmen, el proyecto que le habría gustado ver realizado. Sus amigos y compañeros del barrio sin duda seguirán peleando en su nombre por hacerlo realidad. Es la gran huella que Paquito Soto deja en Pedregalejo. Descanse en paz.