La operación duró toda la mañana de ayer, desde primera hora a última de una mañana fría pero soleada, víspera de Nochebuena. En el cercano Ayuntamiento se celebraba un pleno y a espaldas de la Aduana, en la céntrica travesía Pintor Nogales, cuyas obras de renovación se pusieron en marcha a finales de septiembre, Málaga, la ´Ciudad del Paraíso', comenzaba a saldar una de esas deudas eternas con uno de sus poetas, miembro de la Generación del 27, cuyas huellas comienzan a perderse en una urbe sin la que no se entendería tamaña concentración de talento poético. Nos referimos a Vicente Aleixandre, nacido en Sevilla pero con una infancia tan malagueña que él se consideraba hijo de esta tierra. Premio Nobel de Literatura y autor del más bello poema jamás escrito a este municipio. Es la pieza de su producción que dio el sobrenombre a la capital costasoleña de ´Ciudad del Paraíso'. Lleva anunciándose este hecho muchos años, pero fue ayer cuando se concretó la colocación.

«Siempre te ven mis ojos, / ciudad de mis días marinos. / Colgada del imponente monte, apenas detenida/ en tu vertical caída a las ondas azules,/ pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas, / intermedia en los aires, como si una mano dichosa / te hubiera retenido, un momento de gloria, / antes de hundirte para siempre en las olas amantes», son los primeros versos de esta inmortal creación del poeta. Fue un articulista de esta casa, Mariano Vergara, el impulsor de esta iniciativa y quien dio un empuje a la movilización ciudadana, que se concretó ayer con el colocación del montaje del poema sobre los muros de esta travesía. Cabe recordar que Aleixandre nació en Sevilla, pero él siempre se consideró malagueño. De hecho, una placa ubicada en la casa que ocupó su familia en la ciudad, en el número seis de la calle Córdoba, lo recuerda así: «Aquí vivió el poeta Vicente Aleixandre, Hijo Adoptivo de Málaga, que consagró a la ´Ciudad del Paraíso' el más encendido de sus libros. El Ayuntamiento de Málaga le dedica esta lápida. MCMLX» (se le dedicó en 1960).

La Gerencia de Urbanismo licitó las obras de mejora del muro de la travesía Pintor Nogales en enero. Estas salieron a concurso por 60.486 euros. Así, la finalidad del proyecto, constaba en el pliego de condiciones, según informó este periódico, es «dotar a este paramento de una imagen de calidad acorde al enclave donde se encuentra. Para ello, se ha optado por la colocación de una fachada ventilada con tableros estratificados de alta densidad y chapa de madera natural, constituido interiormente por fibras de papel tratadas con resinas termoendurecidas, comprimidas a altas presiones y temperaturas, y con revestimiento exterior de alta resistencia a la radiación ultravioleta y a los agentes atmosférica».

El espesor del papel se eligió en función del paramento a revestir. Los tableros que se instalan a modo de fachada ventilada van separados del paramento mediante rastreles. Asimismo, sobre el lado derecho del alzado del muro «se prevé la serigrafía mediante perforado por método láser o el recomendado por el fabricante del poema de Vicente Aleixandre a la ciudad de Málaga», lo que se hizo ayer.