La nueva cepa británica del coronavirus ya está en la provincia de Málaga, con tres casos detectados y cuatro en estudio.

La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía confirmó ayer que, en total, en la comunidad autónoma son cinco los casos de coronavirus de la nueva variante procedente del Reino Unido: los tres detectados en Málaga y otros dos localizados en la provincia de Granada.

Todos ellos, los confirmados y los casos en estudio, corresponden a personas que habían regresado del Reino Unido a Andalucía, según las fuentes, que precisaron que la totalidad de los casos confirmados presentan una «buena evolución clínica».

Del estudio de todas esas muestras se está encargando el servicio de Microbiología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, que tiene capacidad para la secuenciación del genoma del virus.

Control de aeropuertos

Tras la confirmación de estos cinco casos de la variante británica del virus en la región, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, solicitó al Gobierno de la nación un mayor control de las fronteras exteriores del país, con especial mención a los aeropuertos, ya que es una competencia que depende del Ejecutivo central.

«Las comunidades autónomas nos estamos ocupando prácticamente de todo, lo digo y lo asumo, es nuestra responsabilidad y para eso estamos, pero el control de fronteras corresponde al gobierno central y pido un esfuerzo para intensificar esos controles», demandó Moreno durante una comparecencia abierta tras mantener una reunión con el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos. «Cuanto más chequeadas estén esas fronteras, cuanto más controladas, cuanto más rigor haya, podremos evitar riesgos que nos pueden generar, no solamente problemas de salud, sino de carácter económico y social».

Desde el 22 de diciembre, España mantiene cerradas sus fronteras con Reino Unido, salvo para los españoles y residentes. Además, desde finales de noviembre se exige a todos los viajeros que quieran acceder al país por vía marítima y aérea un documento que certifique la realización de una prueba PCR con resultado negativo en las últimas 72 horas. Siempre que los pasajeros viajen desde destinos considerados como «de riesgo».