Unicaja Banco y Liberbank han presentado este miércoles oficialmente el proyecto de fusión aprobado el martes por sus consejos de administración, que revestirá a la entidad resultante de una dimensión suficiente para afrontar los actuales retos del sector financiero, acudir de manera más eficiente a los mercados de capitales, sobre todo el deuda para cumplir con los requisitos de los reguladores, y competir por más cuota en ámbitos de negocio en los que hasta ahora lo tenía difícil por su limitado tamaño, tales como el de divisas, el comercio exterior o la banca corporativa.

La absorción de Liberbank por parte del banco malagueño (que situará a la nueva Unicaja como quinto banco nacional en dimensión, con presencia en el 80% del territorio y como entidad de referencia en seis comunidades) precisará de unos costes de reestructuración de 540 millones de euros pero generará también un ahorro anual de 192 millones y reforzará sus ya de por sí sólidos niveles de solvencia y rentabilidad. Además se destinarán 400 millones para reforzar el balance y mejorar las ratios de cobertura, y 200 millones a costes de reestructuración de negocios y otras contingencias.

"Creemos que esta transacción hace frente a todos los desafíos del sector y nos posiciona como entidad combinada en una situación sólida y adecuada para afrontar los retos actuales y futuros», afirmó el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, en una comparencia ante los periodistas vía telemática junto al consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez. La entidad ganará tamaño «"de manera significativa", aunque precisó que ése no es el fin en sí mismo, sino "incrementar de forma notable la eficiencia, la rentabilidad y la fortaleza financiera" para afrontar los retos.

Según Azuaga, esa "decisión estratégica" ha sido muy meditada y se ha beneficiado del hecho de que tanto Unicaja como Liberbank comparten un perfil de riesgo "bajo" y una exposición a los sectores más afectados por la crisis menor que la de otra entidades comparables. No quiso valorar, a preguntas de los periodistas, cuestiones relativas a la negociación sobre la gobernanza de la fusionada. "Desde hoy todos vamos a estar remando en la misma dirección", zanjó. La nueva entidad mantendrá la marca Unicaja Banco y su sede social y operativa estará en Málaga, con sedes operativas también en Madrid y Oviedo.

Del dinero de la reestructuración, que será totalmente cargado en 2021 contra el badwill de la transacción, el 70% (378 millones) corresponderá a ajustes de capacidad, que incluyen los ajustes que se acometerán en plantilla y oficinas, mientras que otro 25% (135) será para el deterioro de activos intangibles sin impacto en la ratio regulatoria de capital, y el 5% (27) para integración tecnológica.

Azuaga y Menéndez (que serán respectivamente presidente ejecutivo y consejero delegado en la fusionada) eludieron precisar las cifras de reducción de empleados y sucursales, aunque reconocieron que ya hay estimaciones. La fusión tendrá 9.900 empleados y 1.500 oficinas y, pese a que el solapamiento comercial de ambas entidades es "reducido", habrá un impacto. Según dijeron, será "muy limitado" y los primeros que conocerán las cifras, cuando se concreten serán, siguiendo el «orden lógico» en estos temas», los representantes sindicales.

En relación a las sinergias, dijeron que el 90% de los ahorros vendrá de unos menores gastos, mientras que el 10% restante derivará de menores amortizaciones. El ahorro de costes previsto (de forma plena a partir de 2023), permitirá mejorar «significativamente» la ratio de eficiencia en once puntos porcentuales.

Rentabilidad mayor

La futura entidad, que se constituirá aproximadamente a mitad de 2021, prevé buscar una remuneración al accionista "más atractiva" gracias su mayor solvencia. Así, la idea es proponer en el futuro un pay out del 50%, una vez que la situación macroeconómica y sanitaria se haya estabilizado.

"En la medida de lo posible, una vez eliminadas las restricciones, Unicaja volverá a pagar en torno a la mitad del resultado neto en dividendo y en efectivo", subrayó Azuaga.

Se prevé que la fusionada alcance una ratio de capital de máxima calidad (CET 1 fully loaded) del 12,4%, la más elevada entre las cotizadas. También que se sitúe como la primera de España en coberturas de activos improductivos (67%) y la segunda cotizada con menor ratio de mora en préstamos dudosos (3,8%). El grupo reforzará su posición en banca minorista, con más de 4,5 millones de clientes y cuotas de mercado sustanciales de los productos clave: depósitos (4,7%), créditos (4,2%) y recursos fuera de balance (3,3%).

El consejo de administración estará formado por 15 consejeros (siete dominicales, seis independientes y dos ejecutivos).