Qué duda cabe de que 2020 ha estado marcado por la crisis sanitaria del coronavirus, pero a nivel local, además de las respuestas del Ayuntamiento, centradas en la reconstrucción y la reactivación de Málaga, el protagonismo ha sido, sobre todo, para el urbanismo. Así, el gran hito de 2020 ha resultado, sin duda, la liberación, reurbanización y reposición de la avenida de Andalucía tras diez años de obras del metro de Málaga, una noticia que presentó el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, el 17 de julio. En esa visita, se anunció además que los túneles del suburbano bajo el río se encontrarían antes de marzo de 2021, es decir, dentro de nada.

Pero 2020 ha dejado muchas más noticias: en enero, por ejemplo, el 3 de enero se conoció que la lista de aspirantes a pisos de VPO era de 20.501 familias, el día 16 la Audiencia confirmó la exoneración de Teresa Porras, edil de Servicios Operativos, en el caso Villas del Arenal y el 22 de enero entró en vigor el plan antirruido de la ciudad, que, entre otras cosas, impedía abrir nuevos bares, restaurantes, pubs o locales de ocio nocturno en las 98 calles del Centro o las tres del Romeral afectadas por la declaración del llamado ZAS (Zonas Acústicamente Saturadas). También se redujo el horario de cierre y de recogida de terrazas.

El 29 de enero, la Oficina Internacional de Exposiciones vio «fuerte» la candidatura de Málaga a acoger en 2027 una Exposición Internacional relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el 25 de enero, el temporal Gloria azotó de forma inmisericorde a Campanillas y otras zonas del Valle del Guadalhorce y la capital.

El 20 de febrero, se pidieron las licencias de obra para los tres rascacielos de lujo de Torre del Río (21 plantas cada uno de ellos), y el 20 de febrero se encendió el debate, tras una visita del alcalde, Francisco de la Torre, a la parcela del Astoria, sobre si los restos hallados o no (nazaríes, cristianos y romanos) eran lo suficientemente importantes como para no construir un edificio traslúcido. El 27 de febrero, el PP y Cs evitan que el regidor deba pedir perdón por el caso Art Natura, y el 12 de marzo el Ayuntamiento aplaza el Festival de Cine en español por el coronavirus (se celebraría en agosto, finalmente), y ya con el confinamiento encima, el Ayuntamiento garantiza el soporte informático para que 500 funcionarios puedan trabajar en remoto. Poco después se suspende la Semana Santa y el regidor pide poder usar el remanente al Ministerio de Hacienda para hacer frente a los estragos sociales que sufre la ciudad. El 19 de marzo, el pleno aprueba que Limasa sea pública.

El 11 de abril, Sábado Santo, el alcalde sufre un accidente cerebrovascular por el que es intervenido. Es motivado por una caída. El 14 de abril recibe el alta. Tarda un mes en recuperarse. El 21 de ese mes se celebra el primer pleno telemático de la historia, y en mayo de 2020 De la Torre cumple 20 años al frente de la ciudad.

A principios de mayo, Juan Cassá deja Ciudadanos y pasa al grupo de ediles no adscritos, de forma que se disparan los rumores de una moción de censura, que se descarta (no hay acuerdo con el PSOE ni IU y Podemos), de forma que se desatan las tensiones con Cs, porque la portavoz, Noelia Losada, no quiere que su antecesor en el cargo se integre en el equipo de gobierno.

En esos meses, se hacen varios foros sobre cómo reconstruir la ciudad en varios ámbitos, de donde salen más de mil ideas a aplicar en los terrenos turístico, económico, social o en cuanto a infraestructuras. El 3 de junio, ya en plena desescalada, se suspende la Feria de agosto. A finales de mes se conoce que la Policía Local ha puesto 115,6 denuncias al día a los ciudadanos por no llevar mascarilla, salir de casa en franjas horarias no debidas o incumplir otros preceptos.

El 17 de julio, la Junta libera tras diez años de obras la avenida de Andalucía. El metro avanza. En agosto no hubo Feria, y el 22 de septiembre se licita el proyecto de renovación urbana de la calle Carretería por 4,9 millones de euros, un proyecto capital para la ciudad. El 10 de octubre se ponen en marcha los test rápidos a trabajadores de hoteles y restaurantes para demostrar a los turistas que Málaga es una ciudad segura, el puerto de Málaga cumple medio año sin cruceros y la ciudad pierde por ello más de 41,6 millones de euros. El 4 de noviembre, el Ayuntamiento presenta el parque marítimo-terrestre de los Baños del Carmen a los vecinos, que lo acogen con ilusión tras años de promesas incumplidas.

A finales de octubre, el Ayuntamiento pide a la Junta poder hacer sondeos geoarqueológicos en la parcela del Astoria para saber qué hay entre los 5,5 y los 10 metros de profundidad. El 22 de diciembre, Cultura los autoriza. La polémica sobre qué hacer allí sigue en su punto álgido.

En noviembre, el alcalde anuncia la zona azul en Huelin y, a final de mes, dice que recupera también el SARE para Cruz de Humilladero. Hay manifestaciones y una fuerte contestación ciudadana. El regidor insiste en que las pruebas serán gratis para los residentes. El 28 de noviembre el Ayuntamiento aprueba provisionalmente la modificación del Plan Especial del Puerto que permitirá levantar un rascacielos, que acogerá un hotel de lujo en el dique de Levante. El 12 de diciembre, su arquitecto, José Seguí anuncia que ha reducido su altura de los 135 a los 116 metros (aunque en realidad el edificio tendrá 150 metros, según los colectivos que se oponen a su construcción). Ramón Calderón, abogado y representante en España, dice el día de la presentación del nuevo edificio que la inversión de los catarías rondará los 200 millones.