La comunión del poeta con el famoso ‘Barrilito'

Al amanecer de este invierno recién estrenado, el busto de Alfonso Canales y las ramas de la Chorisia insignis se perfilan como uno solo en el cielo

Al alba de un día invernal, el busto del poeta Alfonso Canales en los jardines que llevan su nombre parecen querer fundirse con las fastuosas ramas de la Chorisia insignis, rebautizada por los malagueños como ´el barrilito'.

Al alba de un día invernal, el busto del poeta Alfonso Canales en los jardines que llevan su nombre parecen querer fundirse con las fastuosas ramas de la Chorisia insignis, rebautizada por los malagueños como ´el barrilito'. / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado jueves, último día de 2020, un año que Dios tenga en su gloria, hablábamos de una nueva metedura de pata institucional cuando de plasmar un escrito en piedra, madera, mármol o panel informativo en las calles de Málaga se trata.

Quién sabe si la colección de erratas en la reciente transcripción del poema Ciudad del Paraíso de Aleixandre en la Travesía del Pintor Nogales no habría provocado, en lugar de cabreo, la sorna del poeta Alfonso Canales, muy dado a tomarse la vida con las adecuadas dosis de humor británico, cuando se trataba de encarar la realidad.

En 2006, la ciudad dedicó al poeta, abogado y gran bibliófilo, además de latinista, fallecido hace una década, los Jardines del Barrilito, que pasaron a llamarse plaza de Alfonso Canales. Al año siguiente, el gran escultor Jaime Pimentel inmortalizó en bronce a Canales en un busto, un proceso en el que, confesó entonces a La Opinión, llegó a modelar hasta cuatro cabezas del también Premio Nacional de Literatura.

Aunque en su discurso de agradecimiento Alfonso Canales aventuró que, en el futuro, estos jardines quizás podían perecer en alguna indigestión urbanística y con la llegada de edificios, mandar su memoria «a un lugar más secreto», esta faena no se ha producido aún y esperemos que nunca se produzca.

El jardín de Alfonso Canales sale a la palestra en esta primera crónica de 2021 porque si ustedes pasean por él al atardecer o a primera hora de la mañana, como fue el caso del firmante, verán una preciosa comunión del perfil del poeta y las maravillosas ramas del barrilito, el fastuoso ejemplar de Chorisia insignis. Árbol y busto, unidos y perfilados en el cielo de Málaga que nos regala las primeras o las últimas luces de este invierno recién estrenado.

Y para los que gustan de anécdotas, en esta vieja explanada donde una vez estuvo el circense cine Vital Aza, los jardines incluyen una preciosa fuente del siglo XVIII, empotrada o encastrada en acero corten, procedente de alguna casa demolida en los años 40 del siglo pasado, durante la ampliación de la plaza de la Marina. Feliz año a todos.

Empadronado

Esta misma semana Francisco Jiménez, el único propietario legal de un bloque de okupas en La Trinidad, informaba a esta sección que por fin el Ayuntamiento le ha permitido empadronarse, después de llevar 12 años con la letra de su puerta equivocada, una maniobra de los okupas para despistar a los juzgados. Nunca es tarde. Felicidades.