El pasado jueves, 14 de enero, se cumplieron diez meses sin que un solo crucero atracara en el Puerto de Málaga debido a la crisis de la covid-19. Cabe recordar que la afluencia de buques recreativos al recinto portuario malagueño paró el 14 de marzo de 2020 debido al decreto del estado de alarma y el inicio del confinamiento domiciliario para evitar la propagación de la enfermedad. Y, desde entonces, el Puerto se ha embarcado en una carrera por pertrecharse de diversos sellos y protocolos de seguridad con el fin de que, cuando llegue la recuperación, el destino esté preparado para subirse a lomos de la misma. Todos los datos mostrados en esta doble hacen referencia al periodo que va del 14 de marzo al 31 de diciembre de 2020.

Antes de que estallase la pandemia, las previsiones hablaban de la llegada de 500.000 cruceristas a la ciudad, como ocurrió en 2019 y 2018, en un total de 278 escalas. Se esperaba la cifra récord de 22 primeras escalas, 33 escalas en base. Incluso, a lo largo de 2020 debían atracar nuevas navieras de lujo que apostaron «por el Puerto tales como Ritz Carlton, Mystic Cruises y Scenic Cruises. Los pasajeros de las compañías premiun/lujo, en general, en el Puerto de Málaga, suponen un 30% del total de pasajeros del año». La primavera y el otoño, explica el Puerto, «continúan siendo las temporadas altas para el turismo de cruceros. Concretamente el 20 de abril y el 30 de abril de 2020, iban a coincidir cinco buques cada jornada y el 31 de octubre, seis», afirman desde el Puerto. Así, según los datos a los que ha tenido acceso este periódico sólo han llegado en 2020 un total de19 de los 278 buques previstos, mientras que en 2019 fueron 288 los barcos que hicieron escala en Málaga.

En este sentido, durante el primer trimestre de 2020 llegaron al Puerto 40.172 pasajeros. Ese dato es relativo a todo 2020, lo que supone una caída, en el cómputo del pasado ejercicio, del 90% en relación con 2019 (en torno a 50.000 pasajeros).

Según el estudio 'Análisis del destino Málaga para el pasajero de crucero' (2018), realizado por el Departamento de Finanzas y Contabilidad de la UMA con la colaboración de Málagaport SL, el gasto directo del crucerista en destino es de 90,61 euros (no hay separación entre tránsito y base, pero es una estimación intermedia). Por tanto, las cifras, dice el Puerto, revelan una importante pérdida económica para la ciudad y también para el Puerto, «ya que el tráfico de cruceros es el más destacado en cuanto a ingresos por explotación (supone el 21% del total de la actividad portuaria, por lo que se estiman unas pérdidas de 4 millones de euros, sólo en el Puerto, a lo que hay que sumar la repercusión económica en el destino). Si se multiplican los 90,61 euros de gasto directo en la ciudad por los cruceristas que no han venido en 2020, es decir, un total de 459.828, las pérdidas económicas en la ciudad el pasado año superan los 41,6 millones de euros por el parón de nueve meses que ya ha generado el coronavirus (y que va camino ya de los diez meses, que se cumplirán el 14 de enero).

De cualquier forma, a este número hay que sumarle un total de 28 escalas técnicas, «principalmente para aprovisionamiento y repatriación de tripulación». Entre ellas, cabe destacar: la estancia larga del buque 'Sovereign', de Pullmantur, con la que se dio una «relación muy especial de hermanamiento, ya que sus tripulantes confinados participaron cada día a las 20 horas de los aplausos a los sanitarios y, además, donaron a la ciudad alimentos y mascarillas que realizaron ellos mismos». También destacan la escalas del Clio, del Marella Dream (que se encontraba realizando un itinerario con inicio y final en Málaga, pudo finalizar su viaje, desembarcando a los pasajeros ingleses el domingo, 15 de marzo, con un permiso especial de Sanidad Exterior. Sin pasar por la terminal, se trasladó desde el muelle a los pasajeros hasta el aeropuerto para regresar a su país) y del buque Berlín, que, según explica el Puerto, ha permanecido varios meses fondeado en la bahía a la espera de destino. La mayoría de las 28 escalas técnicas, de hecho, corresponden a este buque, puesto que accedía al Puerto, «realizaba labores de avituallamiento y volvía a salir a la bahía».

Todas estas escalas técnicas se han realizado entre marzo y septiembre de 2020. A partir de esta fecha, no se ha recibido ningún otro buque puesto que, actualmente, las navieras están a la espera de retomar su actividad.

Así, «siguiendo las medidas aprobadas en el real decreto, desde el estado de alarma el Puerto de Málaga ha recibido algunas escalas puntuales para realizar labores de avituallamiento (aprovisionamiento de alimentos, combustible, descarga de residuos) y también ha sido punto clave para facilitar la repatriación de tripulaciones y pasajeros que, con vuelos cerrados y garantizados, pudieron volver a sus lugares de origen. Estas operativas se realizaron a pie de muelle con las terminales cerradas». Lo mismo ocurrió, por cierto, en la Terminal de Málaga (conexión con Melilla), que recibió a pasajeros procedentes de Marruecos (turistas que debieron permanecer confinados allí) para ser repatriados a sus respectivos países y también a los españoles dentro del territorio nacional. Asimismo, hace tan sólo unos días el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, reveló que las navieras habían efectuado 350 peticiones de atraque al Puerto para 2021, una cifra que no se cumplirá, pero aseguró esperar que tal vez este verano ya hayan atracado algunos buques.