Málaga ve desaparecer en un año el doble de empresas que Sevilla y pierde el liderato andaluz

Los datos económicos completos del pasado ejercicio, que poco a poco comienzan a conocerse en estos primeros compases de 2021, confirman la debacle empresarial que ha sufrido Málaga debido al impacto de la pandemia, especialmente intensa en su caso por los malísimos momentos que ha atravesado su principal industria, el turismo. La provincia perdió en doce meses casi 2.800 empresas respecto a las cifras de 2019, lo que representa el 5% de su censo total, y se queda con poco más de 53.100 firmas, según los datos publicados estos días por la Seguridad Social. El censo de compañías de Málaga regresa así a los niveles del año 2014, justo cuando se empezaban a dejar atrás los tiempos más duros de la anterior crisis económica.

La sensible caída del número de empresas en Málaga deja también otro dato destacado. Tras varios años liderando el ranking andaluz de firmas, la provincia se ha visto rebasada en esta ocasión, y aunque sea de forma mínima por Sevilla, que cerró el 2020 con 53.412 empresas tras perder 1.352 (un 2,4%) a lo largo del aciago ejercicio.

El hecho de que Málaga sea la provincia andaluza donde han desaparecido más negocios (el doble que en Sevilla o Granada, que son las que le siguen volumen de caída) obedece sin duda al mayor peso que el turismo, uno de los segmentos que más ha pagado la propagación del coronavirus, tiene en su economía. De hecho, el 97,5% del descenso de empresas de alta en la Seguridad Social (unas 2.700) corresponde precisamente al sector servicios, donde se engloban segmentos como el turismo, la hostelería y el comercio. Los servicios, en general, representan casi el 80% del tejido productivo de Málaga, con más de 41.000 firmas a cierre de este pasado año.

La foto del mapa empresarial de la provincia se completa con las aportaciones de la industria y la construcción, en cuyo caso las bajadas han sido mucho más suaves, y del sector agroalimentario que, pese al envite de la pandemia, ha logrado cerrar el ejercicio con un repunte de negocios. En concreto, el saldo de 2020 arroja que se han perdido en 104 empresas en la construcción (un 1,8%, para un total de más de 5.500) y 13 en la industria (apenas un 0,5%, ya que hay 2.600). En cuanto al sector agrario, se han ganado 31 y el registro queda ahora en 3.864.

La diferencia con Sevilla es que allí el descenso de empresas en el sector servicios ha sido mucho menos acusado (se perdieron 1.600 y quedan más de 39.000) y, además, se ha paliado con ascensos tanto en el sector constructor como en el agroalimentario, mientras que el industrial aguantó prácticamente a la par.

Empleo a la baja

Empleo a la baja En cuanto al empleo, el descenso de empresas en la Seguridad Social deja también una caída en el sector privado de unos 25.000 asalariados menos del Régimen General en la economía malagueña, y eso sin contar a los trabajadores que están en expedientes de regulación temporal de empleo (a cierre de diciembre había más de 20.000 personas en ERTE correspondientes a unas 3.000 empresas). De nuevo es el sector servicios el más damnificado por el desplome, ya que 23.000 de los trabajadores desaparecidos de la Seguridad Social (el 92% del total) se contaban entre sus filas.

Así las cosas, el año 2020 ha dejado una enorme factura en la economía, el tejido empresarial y el empleo tras un desplome general sin precedentes del consumo y la actividad. Los cálculos de Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios del Grupo Unicaja, señalan que el Producto Interior Bruto (PIB) de Málaga puede haber sufrido una caída de entre un 12,5% en el mejor de los escenarios y de un 15,2% en el cálculo más pesimista, dependiendo de cómo se haya comportado la economía en este último trimestre. El porcentaje de caída es el mayor que se baraja en todas las provincias andaluzas, debido al peso del turismo .

Perspectivas para 2021

Perspectivas para 2021 Para este próximo 2021 sí se espera, de entrada, un cierto repunte del PIB, aunque su intensidad estará sujeta a la evolución sanitaria (las primeras estimaciones hablan de un repunte de entre el 4,1% y el 6,7%). No se prevé que la posible subida, de cualquier forma, pueda paliar todo lo perdido este año, por lo que habría que esperar a 2022 o 2023, si todo va bien, para tratar de llegar a un punto económico más o menos similar al previo a la pandemia.

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) ya calificó el 2020 con el conocido término de annus horribilis. De cara a 2021, el primer frente a solucionar a su juicio debe ser la nueva prórroga de los ERTE, que expiran a final de enero y que los empresarios quieren prolongar a la mayor parte del ejercicio. Por su parte, el Colegio de Economistas advirtió hace unos días de que teme una cascada de quiebras a partir de marzo, cuando expira la moratoria aprobada por el Gobierno que permitía a las empresas con problemas evitar la presentación del concurso de acreedores.