La ordenanza de Movilidad que prohíbe que patinetes eléctricos y bicicletas circulen por zonas peatonales entrará en vigor a partir de esta medianoche, estando ya plenamente vigente mañana, por lo tanto. La citada es la gran novedad de un texto que ha generado mucha polémica, porque los ciclistas y quienes lleven vehículos de movilidad personal habrán de discurrir por las llamadas vías ciclables, es decir, esos carriles efectuados en carreteras con al menos un carril por sentido cuya velocidad máxima se limita a 30 kilómetros por hora y en la que los coches y motos han dejado de tener prioridad. Por ahí tienen prioridad, por tanto, patinetes y bicicletas. La otra opción es el carril bici. La oposición ya advirtió de los problemas de seguridad que puede crear este precepto.

De cualquier forma, el edil de Movilidad, José del Río, ha indicado hoy que la Policía Local ha puesto en marcha campañas de concienciación para informar a los conductores de coches de que respeten las vías ciclables (pueden ir por ellas, pero a un máximo de 30 km/h), que están, por cierto, señalizadas vertical y horizontalmente, así como también se va a informar a patinetes y bicicletas de que han de abandonar la acera y las zonas peatonales. Eso quiere decir que no se va a sancionar ni denunciar a nadie al menos hasta final o principios de mes. Eso sí, al patinete o ciclista que haga una conducción "temeraria o negligente se le puede sancionar, claro, a partir de mañana". También se está sancionado ya a los conductores de coches que van a más velocidad en los carriles ciclables.

Así, los patinetes eléctricos y las bicicletas deberán circular por los casi 45 kilómetros de carriles bici segregados de la capital y los 70 kilómetros de carriles ciclables. Estos, además, están vigilados por una red de cámaras de videovigilancia con el fin de proteger aún más a quienes discurran por ellos.

En la norma hay otras previsiones, como la retirada de las autorizaciones a las empresas de patinetes para el siguiente ejercicio si incumplen las previsiones legales.

La ordenanza tiene 127 artículos y 14 capítulos. "Las bicis no van a poder usar la acera para circular, sólo la calzada o el carril bici; y los patinetes tienen limitaciones muy claras, vamos a exigir a las empresas autorizaciones expresas para desarrollar su actividad en la ciudad", dijo José Del Río a este periódico el pasado mes de septiembre, destacando además en aquella intervención, en plena tramitación de la norma, que las sanciones van desde los 60 a los 500 euros y se tipifican hasta 26 aspectos punibles.

Los ciclistas y usuarios de patinetes han de llevar un chaleco reflectante y un casco. El edil abogó por el sentido común y destaca que los padres que pasen con sus hijos por el paseo marítimo con bicicletas "no tendrán problema alguno", pero insistió: "Ni bicis ni patinetes podrán ir por la acera".

¿Se quedará el Centro Histórico exento de patinetes? El edil dijo entonces que los que tengan patinetes de uso personal sí podrán circular por el casco antiguo, aunque si hay aglomeraciones habrán de bajarse y discurrir a pie. Son las empresas de alquiler de patinetes las que no podrán usar las zonas peatonales del corazón de la ciudad. Asimismo, para ejercer, por ejemplo, habrán de tener, entre otro muchos requisitos, un local abierto y un teléfono.

Habrá zonas de exclusión determinadas como el Centro que podrán ser ampliadas en fechas especiales como Semana Santa o Feria, de forma que los patinetes se desconectarán automáticamente al llegar a ellas.