Padres de alumnos con necesidades especiales del CEIP Luis Buñuel de la capital malagueña se han visto obligados a no poder llevar a sus hijos al centro escolar por la baja, desde el pasado 28 de octubre, de la monitora que se encarga de ellos y que aún, casi tres meses más tarde, no ha sido reemplazada por la Delegación de Educación de la Junta.

El colegio Luis Buñuel posee un aula específica para alumnos que sufren discapacidades superiores al 90 por ciento. En estos momentos, este centro malagueño escolariza a tres jóvenes que son grandes dependientes, por lo que necesitan, aparte de su tutor, de personal especializado que les ayuda en la movilidad, en la alimentación y en los cuidados higiénicos, entre otras labores.

Desde que se supo que la baja de la monitora iba a ser de larga duración, la Asociación de madres y padres y la dirección del centro ha venido reclamando, sin éxito, la sustitución de dicha monitora. Manuel Gutiérrez, padre de uno de los tres alumnos afectados, comenta que «el colegio hizo la petición a Educación en tiempo y en forma» e indica que el Luis Buñuel «debería contar con dos monitoras especializadas, una específica para los tres alumnos gran dependientes, como mi hijo, y otra para los demás alumnos, con menos dependencia, unos 17».

En estos casi tres meses, el resto de la comunidad educativa del colegio malagueño ha tratado de paliar la carencia de este personal especializado. Manuel Gutiérrez comenta que los padres de los tres alumnos, el director del centro y algunos docentes se han turnado durante estas semanas para hacer los cambios de pañales que requiere su hijo durante la mañana y la administración de la comida, a través de sonda, de los otros dos alumnos que forman parte del aula de necesidades especiales.

«En estas semanas hemos tenido promesas de todo tipo por parte de Educación pero la verdad es que todavía no ha llegado la sustituta. Además, la situación se agravó mucho el pasado día 7 de enero -indica Manuel Gutiérrez- cuando desde Educación se prohibió a profesores y al director del centro que pudieran manipular a los niños. Solo podíamos hacerlo los padres o el monitor asignado», concluye.

Este ha sido el motivo por el que Manuel y los padres de los otros dos alumnos han decidido desde el pasado lunes día 18 no llevar a sus hijos a clase: «Tener que ir dos o tres veces por la mañana al colegio es incompatible con nuestros trabajos, mejor que se queden en casa porque en el colegio ahora, en estos momentos, nadie les puede ayudar en sus necesidades más básicas».

La Delegación de Educación indicó ayer que el proceso para cubrir la baja se ha demorado porque «los candidatos proporcionados por el Servicio Andaluz de Empleo no se presentaron y/o renunciaron en el último momento». Lo que ha provocado, según Educación «que se tuviera que reiniciar de nuevo el proceso de búsqueda de candidatos» y finaliza indicando que «actualmente, se espera que la persona seleccionada se incorpore este jueves (día 21 de enero) al centro a falta de completar la documentación requerida».

Los padres de los alumnos afectados y miembros del Ampa, se reunieron ayer frente al centro escolar para exigir la inmediata incorporación de la nueva monitora. Las diputadas provinciales socialista Patricia Alba y Desiré Cortés acompañaron ayer a los padres y llevarán una moción sobre este asunto al pleno de la Diputación.