Rascacielos del puerto

"Si nos permiten terminar el hotel, encantados, pero si no es así, con gran pesar, tendremos que abandonarlo"

Entrevista a Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid Club de Fútbol, abogado y representante de Al Alfia Holding de Catar

Ramón Calderón.

Ramón Calderón.

José Antonio Sau

José Antonio Sau

Conocido por su presidencia al frente del Real Madrid, el abogado Ramón Calderón representa en España los intereses de los inversores cataríes que quieren levantar un hotel de lujo en el dique de Levante del Puerto de Málaga, un proyecto socialmente muy contestado en la ciudad y sobre el que la oposición pide una consulta ciudadana. Calderón dice que actuaciones de este tipo siempre generan discrepancias.

Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid Club de Fútbol y abogado, es el representante en España de los intereses de Al Alfia Holding, el grupo catarí que quiere construir un rascacielos hotelero de lujo en el dique de Levante del Puerto. En esta entrevista contesta a las críticas, que dice entender, y reflexiona sobre la tramitación del proyecto y los pormenores del mismo. También opina sobre la fuerte contestación que está recibiendo el hotel en la capital de la Costa del Sol y anuncia más proyectos. Contesta a un cuestionario enviado vía onl ine por este periódico.

¿En qué momento se podría estar solicitando la licencia de obra y cuándo podrían arrancar los trabajos?

Es necesario que el Pleno del Ayuntamiento apruebe ahora el proyecto de forma definitiva. Si eso ocurre, la Autoridad Portuaria deberá enviar el expediente al Ministerio de Transportes para que este someta su aprobación al Consejo de Ministros. Todo este proceso debería tener una duración aproximada de 6/7 meses así que, hasta después de este próximo verano, no parece posible que pueda solicitarse la licencia. Si todo se desarrolla en esos plazos, los trabajos podrían iniciarse en el primer trimestre de 2022.

¿Qué va a aportar el hotel a una ciudad como Málaga?

En mi opinión puede complementar, de forma notable, la actual oferta turística de la ciudad y posibilitar, adicionalmente, que se celebren en él congresos y convenciones de corporaciones, sociedades o asociaciones profesionales o empresariales de cualquier índole, puesto que, además de disponer de 370 habitaciones, contará con un Centro de Convenciones con capacidad para 1.100 personas en el que podrán tener lugar, además, toda clase de espectáculos. Ello permitirá que la ciudad refuerce su imagen, continúe creciendo, y sus ciudadanos se beneficien de ello.

¿Para cuándo podría estar construido y en funcionamiento?

Dependerá de la duración de los trámites administrativos pendientes pero, si se solventan en los plazos previstos, una estimación razonable nos permite pensar que su apertura podría tener lugar durante el año 2024.

Lo más fácil, ante tantas complicaciones y durante tanto tiempo, hubiera sido abandonar esta aventura, pero ha podido más la ilusión

¿Qué tipo de turismo atraerá?

El hotel tendrá la calificación de 5 estrellas Gran Lujo lo que, lógicamente, comportará que los clientes que en él se alojen tengan alto poder adquisitivo e incrementen sustancialmente la actividad económica de la ciudad. Todo el sector de servicios se verá muy favorecido por la llegada de estos turistas a Málaga. Pero no se olvide la posibilidad apuntada anteriormente sobre su más que probable incorporación al circuito de aquellas localidades en las que se organizan grandes congresos y convenciones. Pocas ciudades en Europa resultarán más atractivas para celebrarlos y, en consecuencia, tendrá muchas opciones para captar ese mercado.

Sabe usted que, de los dos partidos que conforman el Gobierno, Unidas Podemos va a hacer todo lo posible por que el proyecto no salga adelante. ¿Ha hablado, aunque sea informalmente, con el Ejecutivo central al respecto?

Nosotros ni queremos ni debemos entrar en esa «guerra». La empresa a la que represento se ha fijado en Málaga para arriesgar cerca de 200 millones de euros en esta construcción porque considera que es una de la ciudades más atractivas y con más potencial de desarrollo en Europa. Si nos permiten hacerlo, lo acometerá y arriesgará su dinero para llevarla a cabo, pero si, por cualquier razón, los responsables de autorizarlo no consideran conveniente que el hotel se construya, lamentablemente, y muy a nuestro pesar, tendremos que desistir de hacerlo.

Si el Gobierno se opone, ¿cuál será el paso que den?

Como no podría ser de otra forma, respetaríamos y acataríamos su decisión, y tendríamos que abandonar un proyecto que, con gran ilusión, trabajo, e inversión de tiempo y dinero, iniciamos hace más de cinco años.

¿Por qué eligen los inversores Málaga para el proyecto?

Hace tiempo que nuestra empresa incluyó a Málaga entre sus destinos preferidos para desarrollar proyectos importantes. En este caso se tuvo en cuenta, y se valoró muy positivamente, no solo su privilegiada ubicación, su clima, el mar, su gastronomía, la hospitalidad de sus habitantes, sus museos y su atractivo histórico-artístico, sino también el haber comprobado la forma tan inteligente y acertada en la que, en los últimos años, sus dirigentes municipales, encabezados por su actual alcalde, han venido gestionando los intereses de la ciudad hasta convertirla en un referente en el mundo del turismo nacional e internacional. Por todas esas razones entendieron que había muchas opciones para que esta apuesta tuviera éxito. Como español, asiduo visitante de esta ciudad desde hace más de 40 años, y que ha apoyado fervientemente este proyecto, es un orgullo y una gran satisfacción, que una entidad que posee inversiones inmobiliarias por valor de 4.000 millones de euros en el mundo entero se haya fijado en esta ciudad como objetivo prioritario para esta y nuevas inversiones.

Hasta después de este próximo verano, no parece posible que pueda solicitarse la licencia. Si todo se desarrolla en esos plazos, los trabajos podrían iniciarse en el primer trimestre de 2022

Ustedes han tasado la inversión en torno a 200 millones de euros. ¿Saben cuál será la repercusión económica del proyecto?

Indudablemente una inversión de esta naturaleza aportará mucho valor a la ciudad y creará muchos puestos de trabajo, tanto directos, como indirectos. Por otra parte, hay que recordar que se trata de una concesión administrativa por lo que cuando finalice el plazo de la concesión, el hotel, sus instalaciones, y el centro de convenciones pasarán a dominio de la Autoridad Portuaria, por lo que el «pelotazo urbanístico» del que he oído hablar a algún detractor del proyecto es una más de las falacias que se han vertido sobre este proyecto. Se oculta que no ha existido una compra especulativa de suelo, ni favoritismos en el otorgamiento de licencias. Se trata de una concesión basada en criterios reglados en la que el terreno, y todo lo construido sobre él, será siempre propiedad pública. Será, por tanto, la ciudad, y solo la ciudad, quien se beneficie de la revalorización del suelo y de lo invertido en los edificios que sobre él se construyan.

Creo que la intención es participar en más proyectos de la ciudad. Ya pujan por la Marina de San Andrés. ¿Podría desvelar más?

Como le dije antes, hay un gran interés por parte del Grupo Al Alfia Holding en invertir en esta ciudad. Por ello hemos presentado nuestra candidatura para construir y explotar el futuro Puerto de San Andrés en el que, si se nos otorga la concesión, invertiremos más de 40 millones de euros en un proyecto muy ambicioso que convertirá este puerto en un referente de la costa mediterránea. Tenemos otros proyectos en estudio que dependerán, en gran medida, de que los dos en curso se conviertan en una realidad porque pretenden ser la base de las nuevas inversiones. Es pronto, por tanto, para hablar de ellos, pero están siendo considerados desde hace tiempo y en fase de desarrollo y estudio dentro de la empresa.

Hay una gran contestación y polémica en torno al proyecto en la ciudad. Los partidos de la oposición quieren una consulta popular. ¿Cómo se perciben esas críticas por parte de los inversores? ¿Qué les parecería que una iniciativa así se sometiera a una consulta ciudadana?

Insisto en que nunca nos planteamos interferir, ni influir, en las decisiones que adopten los gobiernos locales, o centrales, con respecto a los proyectos que decidimos abordar en cualquier país. Asumimos su competencia para resolverlos de acuerdo a sus leyes y acatamos y respetamos sus decisiones. Concurrimos, en su día, a un concurso público convocado por la Autoridad Portuaria, al que acudieron otros licitadores, resultamos adjudicatarios del proyecto objeto de esa licitación, e iniciamos un largo camino durante cinco años para llegar hasta aquí. Si nos permiten terminarlo, encantados e ilusionados por llevarlo a cabo, pero si no es así, «cogeremos las maletas» y, con gran pesar, tendremos que abandonarlo.

Es lógico que una edificación de esta naturaleza tenga detractores y están en su legítimo derecho de mostrar su disconformidad

Otra gran crítica es el impacto que va a tener el hotel en el paisaje de la bahía. Y se ha llegado a pedir que se estudie otra localización para el hotel. ¿Es eso factible?¿O esa torre sólo puede hacerse en ese lugar?

Como le he dicho anteriormente, nuestro proyecto se plantea a raíz de un concurso que convoca la Autoridad Portuaria para desarrollarlo dentro de su área de competencia que es el Puerto, por lo que construirlo en otro lugar no está contemplado. Sobre el impacto visual entiendo que es opinable y, por tanto, es una cuestión en la que no será posible poner a todos de acuerdo. De todas formas, las fotos trucadas y falsas que se están utilizando para difundir la existencia de un impacto visual irreal, no dicen nada bueno en favor de la buena fe de quienes las están utilizando y demuestran la debilidad de su argumentación en este sentido.

Por otro lado, el dique de Levante, donde se levantará el edificio, tiene serios problemas de estructura. ¿Han hablado con el Puerto al respecto?¿Le aseguran que su solución es buena?

Según el estudio de arquitectos, que ha elaborado el proyecto, se trata de una afirmación sin base alguna. Nosotros tenemos confianza plena en su trabajo y en su competencia profesional demostrada durante más de 40 años, por lo que nos atenemos a lo que se contiene en sus informes con respecto a esta cuestión. En todo caso es obvio que nadie podría llevar a cabo una construcción de esas características, ni sería autorizado para ello, sin cumplir con todas las exigencias y requisitos técnicos y de seguridad requeridos.

En el edificio se ubicará, única y exclusivamente, un hotel de lujo. No habrá viviendas ni oficinas. Es algo burdo

Han reducido la altura, han incluido un auditorio y un mirador público. ¿A qué obedecen esos cambios?¿Se trata de hacer así más amable a la ciudadanía el proyecto?

En todo este proceso se han producido muchas y variadas alegaciones y, como consecuencia de ellas, el proyecto ha salido beneficiado y enriquecido. Todas las modificaciones realizadas han permitido que el conjunto de la edificación haya mejorado y ahora sea más apropiado para cumplir con sus objetivos y, a buen seguro, serán bien recibidas por los ciudadanos.

También se duda por parte de quienes se oponen de la viabilidad económica del mismo. Apuntan incluso a la posibilidad de que podría acabar siendo un edificio residencial de apartamentos de lujo...

Esa objeción es, sin duda, la más sorprendente de todas las que he escuchado. Podría calificarse como el argumento del «buen samaritano». Que alguien se preocupe por la bondad económica de una inversión privada ajena, y se inquiete y aflija porque su resultado pueda ser deficitario, es algo muy de agradecer pero, ni viene al caso, ni parece que, precisamente, sea una razón válida de los detractores del proyecto para oponerse a él. Con respecto al destino del edificio, ya se ha repetido hasta la saciedad. En él se ubicará, únicamente y exclusivamente, un hotel de lujo. No habrá ni viviendas ni oficinas. Y no solo porque esa haya sido la intención de los inversores desde su inicio, sino porque la ley prohíbe, de forma taxativa y expresa, la construcción de edificios, para uso residencial, en las zonas portuarias. Los que difunden estos bulos esperan que una mentira mil veces repetida pueda hacer creer a sus receptores que se trata de algo cierto. Es una forma burda y malintencionada de reforzar su oposición al proyecto.

Hay 300 firmas, algunas de intelectuales muy destacados, pidiendo que no se haga ese proyecto en Málaga. Un organismo de la ONU se pronunció de la misma forma. ¿Qué contestaría a los críticos?

Es una gran noticia que, según me dice, haya solamente 300 firmas de los que se oponen a la construcción del edificio. Fueron cientos de miles, y algunos casos provocando altercados públicos, los que se opusieron a la construcción de las que hoy día son edificaciones emblemáticas en muchas ciudades del mundo. Por otra parte, nada podemos objetar a los opositores del proyecto que actúan con buena fe, con conocimiento de causa, y sin alterar la verdad. Es lógico que una edificación de esta naturaleza tenga detractores, y están en su legítimo derecho de mostrar su disconformidad con su construcción. Sería el único caso en la historia en que no hubiera sucedido. Nosotros estamos satisfechos con haber cumplido escrupulosamente con el compromiso asumido cuando nos adjudicaron el concurso, y con todos los requisitos y exigencias derivados de él, incluido el depósito, hace cinco años, de un aval bancario de más de dos millones de euros y la aplicación al proyecto de las modificaciones impuestas por la Autoridad Portuaria y por el Ayuntamiento. Lo más fácil, ante tantas complicaciones, y durante tanto tiempo, hubiera sido abandonar esta aventura, pero ha podido más la ilusión y el entusiasmo de todos los que en ella hemos intervenido para que no renunciáramos a cumplir nuestro objetivo. Ahora la «pelota ya no está en nuestro tejado» y, por tanto, solo nos queda esperar la decisión de los responsables de la aprobación definitiva del proyecto para, en caso de producirse, iniciar de inmediato la edificación del hotel, o para olvidarnos de él, si la autorización no se concede.