Acción vecinal 2.0. en El Palo

«Somos un grupo de amigos de toda la vida. Empezamos cuando, durante la pandemia, la cosa se complicó y la gente no tenía para comer, ese movimiento se llamó El Palo Solidario», cuenta Antonio Jesús Chaparro.

Y tras implicarse en el reparto de alimentos, estos amigos dieron el siguiente paso y pensaron en que lo mejor era organizarse como asociación y ampliar las miras para tener una visión global de las necesidades del barrio. Así nació la Asociación Cultural El Palo.

Como explica Javier Luque, otro de los integrantes de este grupo que ronda los 40 años, «sin ánimo de pisar el terreno de nadie hemos notado que hay un nicho de muchísima inquietud social. La gente no se atreve a arrimarse a un lado o a otro por el tema de la política, cuando lo que quiere es que alguien le ayude a arreglar las cosas de forma permanente, lo más rápidamente posible y que sea útil para el ciudadano de a pie», argumenta.

A este respecto, Juan Antonio Guerrero, otro de los fundadores de la asociación, destaca que «el concejal tiene que saber que un barrio prefiere que soterren unos cables que están colgando a que arreglen un parque infantil que ya está hecho de por sí, como el de la plaza de Carrascón, que lo que se ha hecho es una ampliación de la goma por 94.000 euros».

Y para exponer las necesidades de El Palo, la asociación ha abierto grupo en Facebook así como su propio canal de Youtube, en el que se mezclan las reivindicaciones con el humor, en un programa titulado ‘La hora mamona’.

«Somos una asociación totalmente nueva con técnicas que aprovechamos lo digital. Somos muy de redes y tenemos un grupo de denuncia, aparte de que hacemos hasta parodias para reírnos, pero son críticas brutales, y lo que ha pasado es que la gente está tirando de nosotros para denunciar las cosas, porque se dan cuenta de que funcionan», cuenta Antonio Jesús Chaparro, mientras que Javier Luque apunta: «Somos la acción vecinal 2.0».

Y sin dejar de lado las pequeñas reivindicaciones, el nuevo colectivo subraya que su gran demanda es un nuevo paseo marítimo para el barrio y sin carril de servicio, algo que a su juicio mejoraría la economía de la zona.

Y no se dejan de lado la acción cultural, por eso subrayan que quieren recuperar o potenciar tradiciones como los carnavales, los concursos de júas o representaciones teatrales en colegios de personajes populares de El Palo.

«Queremos que los niños vivan lo que nosotros hemos vivido de niños», explican. Son los vecinos 2.0.