Crónicas de la ciudad

El novedoso informe de los terremotos de 1884/85

Con sólo 23 años y sin haber concluido la carrera de Minas, el malagueño Domingo de Orueta se adelantó en 20 años a las teorías sobre terremotos

Un temprano investigador de terremotos

Un temprano investigador de terremotos / L. O.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Uno de las leyendas más pintorescas del origen del nombre de Tembleque, el pueblo toledano con una de las plazas mayores más bonitas de España, es que al encontrarse en el camino real de Andalucía y ser paso continuo de diligencias, los salteadores aprovechaban una zona de frondosos árboles para ocultarse tras ellos y así, ejercer con más acierto su profesión.

Por este motivo, pasar por el pueblo era causa de los temblores de muchos viajeros. Finalmente, ante tanto atraco, los aldeanos decidieron talar estos árboles y con la madera levantar su preciosa plaza mayor.

El pueblo de Tembleque viene a colación estos días porque, como salida de una película neorrealista, la Tierra tiembla y hasta Málaga nos llega la acomodación de las placas tectónicas de la vecina Granada.

Al hilo de estos sucesos, la Academia Malagueña de Ciencias ha querido compartir la temprana gesta científica de un malagueño, Domingo de Orueta y Duarte, quien con sólo 23 años, siendo todavía alumno de la Escuela de Ingenieros de Minas de Madrid, carrera que finalizaría con el número uno de su promoción, realizó un informe sobre los terremotos de Málaga y Granada de diciembre de 1884 y enero de 1885 que hizo historia y que se encargó de publicar la entonces Sociedad Malagueña de Ciencias, actual Academia Malagueña de Ciencias.

El informe, de sólo 51 páginas, está acompañado de fotografías de los estragos sísmicos en los pueblos que recorrió como Vélez, Alcaucín, Periana, Ventas de Zafarraya, Arenas del Rey o Alhama de Granada.

Un temprano investigador de terremotos

El sobrino de Antonio Cánovas del Castillo, de idéntico nombre y apellido y de nombre artístico ‘Kaulak’, fue el fotógrafo que realizó esta instantánea del ingeniero de Minas y geólogo malagueño Domingo de Orueta y Duarte (1862-1926). La Sociedad Malagueña de Ciencias ha querido recordarlo esta semana de terremotos en la vecina provincia de Granada, a raíz de su pionera memoria sobre los terremotos de Málaga y Granada de diciembre de 1884 y enero de 1885, tras visitar la zona afectada, que se adelantó en dos décadas a los conocimientos de la época.

Como explica José Manuel Sanchís en un trabajo sobre el malagueño, además de relacionar la geología y orografía de la zona con los daños producidos, presentó nuevas teorías relacionadas con la posición de las fallas tectónicas que se adelantaron en 20 años a las que presentaría el norteamericano Hodss.

La novedad no pasó desapercibida para el Gobierno de la época. La Gaceta de Madrid, antecedente del BOE, publicó el 10 de mayo de 1886 la real orden de la reina regente María Cristina de adquirir cien ejemplares del trabajo del estudiante malagueño para las bibliotecas públicas de España.

En la propia Gaceta de Madrid pueden leerse unas palabras de la Sociedad Malagueña de Ciencias, que subraya que «es la primera vez que una Sociedad particular o de índole privada (...) , ha dado en España» un trabajo de esta índole, por lo que anima a otras sociedades científicas a seguir los pasos de la malagueña. Un temprano y brillante experto en temblores.