Sanidad

Dos de cada diez pacientes con cáncer siguen sin diagnosticar por la Covid-19

La caída en la detección se reflejará en un peor pronóstico y en un aumento de la mortalidad del 10%

César Ramírez,  jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Quirónsalud Málaga.

César Ramírez, jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Quirónsalud Málaga. / LA OPINIÓN. MÁLAGA

La Opinión

El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, provocando cerca de 10 millones de muertes al año. Se prevé que esta cifra aumente un 60% en dos décadas si no se toman medidas para controlarlo, a lo que se suma el infradiagnóstico en este último año debido al coronavirus.

Como advierte el doctor César Ramírez Plaza, jefe del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Málaga, «se calcula que, en 2020, 2 de cada 10 casos de cáncer no han sido diagnosticados debido a la Covid-19».

Durante la primera ola de la pandemia, se produjo una reducción e incluso paralización en el Sistema Nacional de Salud de pruebas endoscópicas y escáneres (tipo TAC o RNM); que son las pruebas esenciales para diagnosticar tumores como los del aparato digestivo, ver cuál es su nivel de extensión dentro del cuerpo y, también, hacer el seguimiento evolutivo de los pacientes ya operados o que se están tratando con quimioterapia o radioterapia.

El doctor César Ramírez alerta de que «la caída de las cifras de los nuevos diagnósticos como consecuencia de la paralización de la realización de pruebas durante la primera ola ha sido de hasta un 30%. Además, también se han paralizado los programas de screening o cribado, que permiten un diagnóstico precoz del cáncer y evitan hasta un tercio de las muertes por cáncer de colon; el tumor digestivo más frecuente».

Los datos apuntan, subraya el jefe de Cirugía de Quirónsalud Málaga, a que «esta bajada del 20, 30% en el número de diagnósticos por cáncer se va a reflejar en un peor pronóstico de estos pacientes y que ello se podría reflejar en un aumento de la mortalidad del 10% en uno o dos años. En tumores como los cánceres de estómago o de páncreas, que avanzan muy rápido, un retraso de 2, 3 meses en el diagnóstico supone una pérdida de oportunidad de tratamiento».

Hay dos lecturas inmediatas que se deben hacer de estos datos. La primera y principal que dirige el doctor Ramírez a los pacientes es que «no deben dejar de consultar con su médico de familia o especialista cuando tengan síntomas preocupantes de patología digestiva, como son los cambios no explicables del ritmo intestinal, la pérdida de sangre de forma repetida al ir al baño o las pérdidas de apetito y/o de peso».

La segunda lectura va dirigida a reflexionar la importancia del resto de patologías en tiempos de coronavirus. «La experiencia y la evidencia científica durante la pandemia nos ha demostrado que la peor estrategia es dejar a un lado los problemas de salud por miedo al Covid-19», reitera el doctor. A partir de ahora, y dado que la patología Covid-19 va a estar con nosotros durante un tiempo, «es imperativo que las pruebas diagnósticas, como endoscopias, digestivas o del tracto respiratorio, TAC, resonancias magnéticas, etc.., sean consideradas nunca más como actividades sanitarias prescindibles, para que los efectos colaterales de la pandemia, al menos, no sigan haciendo daño».