Ayuntamiento

Málaga estudia la cifra de pisos turísticos que permitirá en cada barrio del Centro

La regulación que se consensúe afectará primero al casco antiguo y se extenderá a diversas zonas de la ciudad si hay desequilibrios en otros distritos

Turistas en el Centro Histórico.

Turistas en el Centro Histórico. / ÁLEX ZEA

José Antonio Sau

José Antonio Sau

El Ayuntamiento de Málaga, tal y como adelantó este periódico a principios de año, tiene intención de regular la presencia de las viviendas turísticas en la capital apoyándose, de hecho, en la sentencia del Tribunal Supremo sobre la regulación del Consistorio de Bilbao al respecto (el fallo judicial se refiere al caso de la ciudad vasca, donde se limita el número de habitaciones por piso turístico a tres). El Consistorio malagueño habla de regulación y de equilibro de usos en los barrios, de forma que la excesiva localización en un mismo núcleo de muchas casas turísticas propicia, como ya se sabe y corrobora el edil de Ordenación del Territorio, Raúl López, problemas de convivencia. Eso sí, Málaga no ha detallado si su norma irá al final por una limitación del número de pisos vacacionales por inmueble (muy improbable), por calle, por barrio o, como parece ser, se establecerá un tanto por ciento para cada uso en un determinado distrito (usos comerciales, turísticos, residenciales, educativos, etcétera). Lo que sí parece claro es que habrá un tope o un límite.

En las dos reuniones que ha habido hasta ahora entre Urbanismo, el Área de Turismo, el Colegio de Administradores de Fincas y la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA) se han manejado datos, y ayer se llegó, por ejemplo, al acuerdo de hacer una zonificación del Centro Histórico para ver cuántas viviendas turísticas hay en cada uno de sus barrios. «Queremos saber cómo distribuimos los usos en función de los barrios. Luego se hará una zonificación por barrios», dice López, quien indica que a la tercera reunión se invitará a la concejala del distrito Centro, Gemma del Corral, y a las diferentes asociaciones de vecinos. Parece que ese techo en el número de viviendas se establecerá por tantos por ciento de uso en el barrio, aunque se estudiará también si es por zonas. Podría no ser por edificio, aunque de momento todo es cambiante, ya que son los primeros pasos para la regulación de este fenómeno vía modificación de elementos del PGOU. De hecho, en los últimos años se han producido muchos problemas de convivencia entre algunos turistas alojados en estos pisos vacacionales y los residentes de siempre, de forma que la idea es que no todo el barrio se llene de viviendas turísticas, produciendo un cambio de uso en el barrio, desde la tipología de las tiendas existentes al sitio para aparcar o al tipo de residentes, conduciendo, por supuesto, a la expulsión de los vecinos, algo que ya se ve en el Centro. Primero se aplicará la futura normativa en el casco antiguo y si otra zona de la ciudad la necesita, se hará extensiva a la misma, dice López, quien cree que es ahora el momento, antes de que acabe la pandemia y se produzca, de nuevo, la eclosión del turismo en la ciudad.

«Queremos regular, consensuar, no limitar, porque no es el mismo equilibrio o regulación el que tendrá el Soho que Segalerva, habrá que fragmentar el Centro Histórico en función de los datos. No se trata, repito, de prohibir, sino de regular, si un sector está al límite, podría no haber más uso de este tipo; igual que se limita el número de comercios, por ejemplo, o en los planes urbanísticos se limita un tanto por ciento para usos, desde equipamiento a educativa, pasando por comercial, oficinas o turístico», reflexiona el edil. La regulación vendrá de la mano de una modificación puntual de elementos en el PGOU. Precisamente, el portavoz de IU y Podemos, Eduardo Zorrilla, denunció ayer que el alcalde ha «ninguneado» un informe del OMAU que recomienda regular los pisos vacacionales y pidió un plan de acceso a la vivienda dotado económicamente en 2021.