Crisis

Último día antes del cierre

Estas dos semanas de cese provocan que la viabilidad del comercio y la hostelería sea cada vez más complicada, aunque algunos trabajadores del sector no pierden la esperanza y esperan que la situación mejore en un futuro

Los malagueños aprovechan las últimas horas antes del cierre. En la imagen, una calle Nueva muy ambientada.

Los malagueños aprovechan las últimas horas antes del cierre. En la imagen, una calle Nueva muy ambientada. / ÁLEX ZEA

Juande Toral / Belén Jiménez

El cielo despejado y las temperaturas casi primaverales invitaron ayer a que muchos malagueños aprovecharan las últimas horas de la hostelería y del comercio, que cierran sus puertas desde hoy y durante las próximas dos semanas, como mínimo. El Centro de Málaga fue testigo del último día de las actividades no esenciales. La calle Larios y sus alrededores albergaban una imagen poco habitual últimamente. Las terrazas repletas de clientes, el comercio con largas colas en sus puertas y los malagueños aprovechando para comprar antes del cierre.

Cinco Bolas es uno de los negocios del centro malagueño que presentaba gran afluencia durante ayer por la mañana. Dos clientas aprovechaban para comprar los materiales que necesitan para hacer más amenas estas dos semanas. Una de las consumidoras habituales del establecimiento afirmaba: «Siempre hay mucha gente, pero como hoy, no lo había visto nunca».

Ese repunte de clientes no mejorará la situación de los negocios. La cuesta de enero de este año es más dura que nunca. «Nos ha pillado el principio del mes de febrero con los cobros del mes de enero, por lo que va a afectar mucho más que los anteriores cierres que tuvimos», afirma José Manuel Hidalgo, trabajador de La Botica de los Perfumes Málaga.

Esta opinión también la comparten los trabajadores del mesón Donde Carlos. «Somos tres familias que estamos prácticamente comiendo aquí, por lo que el cierre de los 14 días supone una bajada de nuestros ingresos tanto familiares como para llevar el local para adelante», manifiesta Carlos Osorio. Hay establecimientos de hostelería que se «salvan» del cierre, sin embargo también se verán afectados por la situación: es el caso de la pastelería Pathelín, un negocio que podrá seguir abriendo como panadería. Sus ventas se basan principalmente en la cafetería, por lo que su cierre afectará de forma grave a sus ingresos.

«Solemos vivir mucho tanto del desayuno como de las meriendas, y que el cierre sea a las seis de la tarde nos impide hacer los turnos en condiciones», declara Francisco Javier Pérez, haciendo referencia también a las antiguas restricciones.

Estas dos semanas de cierre provocan que la viabilidad de los comercios y la hostelería sea cada vez más complicada. «El cierre del local medio mes nos supone una carga bastante pesada a la hora de tirar para adelante, porque vamos a arrastrar las deudas de estos 15 días», sostiene Carlos Osorio, trabajador del mesón Donde Carlos. El dueño del establecimiento, Carlos Lima, afirma que es una situación insostenible por «el pago del alquiler, la luz, los empleados, entre otros».

Muchos hosteleros y comerciantes creen que el cese de su actividad durará más de las dos semanas marcadas por la Junta. «Mínimo tres semanas no nos la quita nadie», lamenta el trabajador de La Botica de los Perfumes Málaga José Manuel Hidalgo. Sin embargo, algunos trabajadores mantienen la esperanza: «No tengo ni idea de lo que va a pasar, estamos deseando volver a la normalidad, ya que volver a la rutina es siempre bueno y señal de que la cosa va a mejor».

Ayer también fue el último día para los establecimientos de hostelería. | ÁLEX  ZEA

Ayer también fue el último día para los establecimientos de hostelería. | ÁLEX ZEA / Juande Toral / Belén Jiménez. Málaga

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