La Policía Local despide a Alberto Ferrer, el alma de Tango 5

El último de los muchos servicios que le valió una felicitación ocurrió el 3 de enero en un piso de Portada Alta. Alberto Ferrer y sus compañeros del indicativo Tango 5 del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local acudieron sobre las 22.30 horas a la llamada de una patrulla que había ido a una vivienda por un caso de violencia de género y se encontraron con una situación límite al entrar con las llaves que les había facilitado la propietaria del piso. Un hombre estaba tumbado en el sofá sobre una mujer a la que sujetaba con fuerza mientras le ponía un cuchillo de grandes dimensiones en el cuello y amenazaba a los agentes con matarla si se acercaban.

Tras evacuar a los tres niños de 3, 4 y 9 años que se encontraban en ese momento en la vivienda, la llegada de Tango 5 con Alberto al frente fue determinante. Él tomó las riendas de la negociación con la que consiguió que dejara de amenazar a la víctima y que terminó con el maltratador, que tenía una orden de alejamiento en vigor sobre la chica y pasó a amenazar con quitarse la vida, reducido en un descuido. "Sabía como tratar a la gente", resumen desde el Grupo de Relaciones Externas y Comunicación de la Policía Local de Málaga, oficina en la que se han escrito muchas notas de prensa y editado muchos vídeos de las actuaciones en las que participó el malogrado oficial. Todos los agentes consultados por este diario coinciden en la valía del policía que la ciudad de Málaga perdió este pasado lunes tras no poder superar las lesiones que le provocó hace algo más de dos semanas un grave aneurisma cerebral. El oficial, muy querido en la Cofradía de Jesús El Rico, de la que era hermano y portador del trono de María Santísima del Amor, deja mujer y un hijo de 8 años. "Ya está bajo el manto de nuestra Sagrada Titular", ha escrito la hermandad en sus redes sociales.

Instinto

Instinto. La valentía que demostraba día a día en la calle de una forma tan natural. La forma de ser que le impedía tener enemigos. A sus 43 años, Alberto ha dejado huella por donde pasó a lo largo de su trayectoria en la Policía Local de Málaga. En las jefaturas de Churriana, Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero. En el cuerpo tienen que esforzarse para resumir y destacar las actuaciones que le supusieron a Ferrer felicitaciones, antes y después de su ascenso a oficial en 2019. Su trabajo fue determinante en la detención de un hombre que en julio de 2016 intentó agredir sexualmente a una chica en el Paseo de Martiricos. Tras huir del lugar de los hechos, él y sus compañeros del GOA lo interceptaron en su vehículo en la calle Eugenio Gross. En octubre de 2017 participó en la detención de tres individuos tras un incidente con armas de fuego en el que se intervinieron 50 gramos de cocaína. 

Robos con violencia, intervenciones de armas y munición, intentos de suicidio, la intervención de 150 gramos de heroína de gran pureza, la detención de un hombre tras un tiroteo en la vía pública, el arresto de otro que acababa de asaltar una vivienda con moradores dentro en Miraflores del Palo o la intervención de más de 100 plantas en una furgoneta que circulaba por el Arroyo de los Ángeles son otras de las actuaciones por las que fue felicitado.