Las ventas de viviendas caen un 22,7% por el desplome de la segunda mano

Las ventas de viviendas bajaron en Málaga a lo largo de 2020 un 22,7% con un total de 23.063 operaciones, en un ejercicio marcado por la incidencia del coronavirus, que tuvo el mercado prácticamente parado durante varios meses, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato de transacciones registra así su volumen más bajo en la provincia desde 2014 y registra además su desplome más acusado desde 2008, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y la caída interanual se situó en el 32%. El mercado inmobiliario de Málaga supera a la tendencia de caída nacional, donde las ventas cayeron un 17,8%, para un total de 415.748 operaciones.

La provincia malagueña se queda así como el quinto mercado más elevado de España en volumen de ventas tras los de Madrid (56.723), Barcelona (43.318), Alicante (28.286) y Valencia (23.674). En años anteriores, Málaga ha sido cuarta e incluso tercera en este ranking pero el fuerte peso que tradicionalmente ha tenido la compra de viviendas por parte de extranjeros, muy disminuida en 2020, la ha hecha caer algún puesto.

El desplome de las ventas en Málaga se concentra en los pisos de segunda mano (17.431 viviendas, un 28,2% menos), que suponen el 75% del total de transacciones que se firmaron el pasado año. Por contra, las de vivienda nueva (5.632) han repuntado un ligero 1% y va aumentado poco a poco su representatividad en el mercado a medida que se van terminando las promociones que se empezaron a construir en ejercicios anteriores.

Un «difícil» contexto

La secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Violeta Aragón, manifestó que la bajada de las ventas obedece al» difícil contexto económico», ya que la caída del consumo y la subida de paro han afectado también al mercado inmobiliario. «Es lógico que muchos compradores hayan decidido aplazar su decisión de compra de vivienda. Es verdad que hubo meses de confinamiento en los que el mercado estuvo parado pero en los meses posteriores tampoco se recuperó toda esa demanda, así que hablamos de un problema mayor de fondo», señaló.

Aragón también comentó que el hecho de que la segunda mano haya sido la gran perjudicada de la pandemia frente a un segmento de vivienda nueva que sí resiste se debe a la nueva tipología de casas que se buscan. El Covid, afirma, ha disparado el interés por las viviendas con zonas verdes, espacios comunes y terrazas, algo que pueden satisfacer mejor las casas de nueva construcción. «El cliente es ahora mucho más exigente con las características de las casas», dice.

A Málaga también le han perjudicado mucho en 2020 las restricciones internacionales de movilidad y el desplome del turismo, en una provincia donde el 30% de las compras de viviendas han corrido en los últimos ejercicios a cargo de extranjeros.

«Hemos notado mucho esa ausencia. Esperemos que la situación sanitaria se vaya normalizando y que el proceso de vacunación se extienda para que ese flujo de potenciales compradores internacionales pueda ir volviendo a Málaga», apuntó.

De entrada, la ACP se daría por satisfecha con que las ventas de viviendas en 2021 se mantuvieran, ya que las actuales perspectivas económicas son inciertas y no se esperan incrementos de comercialización. En cuanto a las administraciones públicas, Aragón recordó que han pedido a la Junta de Andalucía avales para que los jóvenes puedan acceder a la vivienda. Además, proponen que se cedan suelos municipales para espacios de coliving.

Por su parte, los principales portales inmobiliarios afirman que el descenso en España de las compraventas en 2020 fue inferior al previsto y esperan subidas en los próximos meses. El portavoz de idealista, Francisco Iñareta, dijo que «el anunciado descalabro del sector no ha sido tal». La directora de comunicación de Fotocasa, Anaïs López, subrayó que el dinamismo del segundo semestre de 2020 hizo que las compraventas se recuperaran algo. Y el director de estudios de pisos.com, Ferran Font, alerta de posibles cambios legislativos en materia de vivienda o el previsible crecimiento del paro y su impacto en la demanda, por lo que el papel de las administraciones públicas seguirá siendo «clave» para el reto de recuperar el sector.