Aparcamiento

La Trinidad reclama un parking con rotación

La asociación de vecinos, en conversaciones con el Ayuntamiento, pide un aparcamiento municipal adaptado a la economía del barrio

Los dirigentes vecinales, en la plaza de San Pablo donde iría el parking municipal.  | A.V.

Los dirigentes vecinales, en la plaza de San Pablo donde iría el parking municipal. | A.V. / alfonso Vázquez. Málaga

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

La Asociación de Vecinos Trinidad-Centro se reunió la semana pasada con varios responsables municipales para estudiar la posibilidad de construir un aparcamiento municipal en el barrio, una de las promesas del programa electoral del alcalde, Francisco de la Torre.

El aparcamiento se construiría en la plaza de San Pablo, donde la Junta de Andalucía es propietaria de tres solares, informó el presidente vecinal Juan Romero.

Sin embargo, lo que no convence a los vecinos es la propuesta inicial de que los aparcamiento sean sólo para la venta. «Eso nos desarmó, porque lo que exigimos es que al menos tenga una planta de rotación», destacó.

A este respecto, recordó que en dos ocasiones anteriores el Ayuntamiento ya intentó construir un aparcamiento en el barrio, pero la falta de compradores hizo desistir al Consistorio.

«El problema que vemos es que la periferia sí puede comprar, pero la manzana central no porque son viviendas sociales. No queremos algo específico para las viviendas sociales pero sí algo equitativo porque en nuestro barrio la mayoría son mileuristas», declaró Nieves Mira, de la asociación de vecinos, que confía en que la propuesta no sea un brindis al sol «para callar a los vecinos».

A este respecto, la asociación de vecinos considera que las plazas a la venta no deberían superar los 18.000 euros más IVA, además de ofrecer plazas en alquiler y un planta en rotación; en resumen, un parking adaptado a la situación económica de la Trinidad, para que no se convierta en un tercer intento fallido. «Si una chica viene aquí a estudiar dos años por la cercanía de las universidades, ¿por qué tiene que comprar una plaza?», se pregunta Nieves Mira.

Además, como recuerda esta dirigente vecinal, construir el aparcamiento municipal en la plaza de San Pablo permitiría cubrir las necesidades del besapiés del Cautivo cada primero de mes, un acto al que acude un número muy importante de personas.

Los vecinos -informa la asociación- cuentan con el apoyo expreso de las tres cofradías y las tres parroquias del barrio para conseguir el parking.

Plantas en la calle Jara, donde comenzará la experiencia piloto.

Plantas en la calle Jara, donde comenzará la experiencia piloto. / A. V.

Proyecto piloto en la calle Jara

La llegada del aparcamiento acabaría de paso con la situación actual de muchas calles peatonales con coches aparcados y además, permitiría desarrollar mejor una iniciativa que la Asociación de Vecinos Trinidad -Centro quiere poner en marcha con los servicios sociales: «Hemos llegado a un acuerdo con ellos para embellecer el barrio y empezar, como prueba piloto, con la calle Jara», explicó Juan Romero, que detalló que en esta calle tanto un grupo de vecinos como el propietario de un hostel han colocado tiestos en suelos y paredes. «Y si tenemos coches en las calles peatonales no podemos», señaló Elisa Montilla, de la asociación de vecinos.

La idea es ir ampliando las calles, al tiempo que se contacta con los vecinos, para que la Trinidad vuelva a recuperar el aspecto de barrio popular que le dio fama en los años 60 del siglo pasado, y que sea un motivo más para que los turistas puedan visitar este histórico barrio.

Además, el presidente quiso referirse a la preocupante persistencia en el barrio de unos 120 solares. Juan Romero recordó que, tras una visita del alcalde hace más de un año, se logró que cuatro de ellos pasaran al Registro Municipal de Solares para obligar a los propietarios a construir. «Pero si seguimos ese ritmo, se tardará 30 años en acabar con todos los solares», lamentó.

Por último, Juan Romero volvió a reclamar a la Junta de Andalucía que priorice qué usos culturales darle al antiguo convento de la Trinidad con el fin de que «dé vida al barrio».