Infraestructuras

El milagro de mantener a punto el metro de Málaga cada día

Metro de Málaga dedica, anualmente, un presupuesto de cinco millones de euros a la puesta integral a punto de toda la infraestructura, sin incluir reinversiones, trabajos que ejecutan 12 trabajadores directos de la compañía y medio centenar de empleados de empresas contratadas, más otras cuarenta personas dedicadas a la limpieza, invirtiendo, en ambas actividades, un total de 150.000 horas al año

Operarios trabajan en el mantenimiento en una de las estaciones. | L.O.

Operarios trabajan en el mantenimiento en una de las estaciones. | L.O. / josé antonio sau. málaga

José Antonio Sau

José Antonio Sau

El metro de Málaga, conformado por esos enormes trenes que rugen bajo la tierra de la capital para tratar de llevar a los usuarios a sus respectivos destinos, es una gigantesca maquinaria perfectamente engrasada cuya conservación requiere de un trabajo continuo, de día y de noche, con el fin de que todo funcione a la perfección. Se trata de lograr las mayores cotas posibles de excelencia y seguridad para los clientes y quienes mantienen una infraestructura de esta envergadura. Es, sin duda, un milagro diario tratar de que no haya errores o averías y de minimizar, en lo posible, la aleatoriedad que siempre lleva a cabo aparejada el funcionamiento de un Leviatán de esta magnitud. Y el personal, por cierto, lo consigue.

Dice Metro de Málaga que desde el inicio ha trabajado por conseguir las mayores cotas de excelencia y seguridad, tanto en el servicio ofrecido a los usuarios como en las condiciones de trabajo de su personal. Hay decenas de trabajos imperceptibles para los clientes: estos conforman las tareas de mantenimiento, que siempre se realizan en coordinación con el puesto de Control Central. El grueso del mantenimiento, además, se hace por la noche, para que con la llegada de la mañana todo esté a punto. La idea es que esta labor sea preventiva, aunque también se ha diseñado el protocolo para que puedan atenderse las incidencias que afectan a la explotación. Por ello, tanto el personal de mantenimiento como el de limpieza trabajan a turnos, 24 horas al día, los siete días de la semana. La idea es estar siempre preparados. Asimismo, un nutrido equipo de ingenieros y técnicos se ocupa de la gestión de las actuaciones preventivas y correctivas y analiza los indicadores.

Gracias a ello, se pueden predecir averías y anticiparse a ellas con el fin de evitarlas o planificar sustituciones de elementos próximos al fin de su ciclo de vida. Además, durante las noches, dice Metro de Málaga, se llevan a cabo pruebas de nuevos sistemas, limpiezas que requieran acceder a las vías, se hacen sobre estas comprobaciones de calidad o procesos con trabajos en altura. Metro de Málaga trabaja con empresas especializadas en el mantenimiento de las infraestructuras, instalaciones, sistemas, etcétera. En algunos casos, se trata del propio fabricante de los equipos, como ocurre con el material móvil o la señalización ferroviaria; otros colaboradores se encargan de la instalación eléctrica y electromecánica, de la infraestructura y de la vía, de los ascensores y escaleras mecánicas y de la limpieza.

La ingente actividad puede percibirse mejor analizando los números: el mantenimiento anual cuesta cinco millones de euros, sin incluir las reinversiones. Asimismo, los trabajos de mantenimiento los ejecutan 12 trabajadores directos de la compañía, y unos cincuenta de empresas especializadas contratadas, todos ellos con dedicación completa. A esto hay que sumarle unas cuarenta personas dedicadas a la limpieza.

Instantánea que muestra a algunos trabajadores en tareas de mantenimiento. | L.O.

Instantánea que muestra a algunos trabajadores en tareas de mantenimiento. | L.O. / josé antonio sau. málaga

En este sentido, la estimación fija en más de 100.000 horas al año las dedicadas a mantenimiento y 50.000, por otro lado, las empleadas en la limpieza. Se mantienen, entre otras muchas cosas, 14 unidades de tren, más de 27.600 metros de vías, 43 aparatos de vía: 29 desvíos, nueve escapes y cinco breteles, 58 escaleras mecánicas, 29 ascensores, 55 máquinas expendedoras de billetaje, 76 ventiladores: 50 de emergencia y 26 de confort, 1.700 detectores de incendios, aproximadamente, 42 bombas de drenaje, 89 tornos, 95 teleindicadores, 630 cámaras: 462 cámaras fijas en estaciones, accesos, cruces, recinto de talleres y etcétera, además y 168 embarcadas en las unidades de tren, así como 110.000 metros de fibra óptica.

En este orden de cosas, las unidades de tren de Metro de Málaga están sometidas a un constante y exhaustivo mantenimiento, dice la empresa, con el fin de garantizar el óptimo mantenimiento y rendimiento de las mismas. Así, se trabaja sobre los bogies de una unidad de tren (desmontaje, revisión detallada sobre mesa de trabajo y montaje bajo el bastidor del tren); monitorización de sistemas y obtención de registros desde la cabina (sistemas de control y monitorización). La finalidad de estos trabajos es comprobar el correcto funcionamiento de cualquier subsistema del tren y poder discriminar, en caso de fallo, el origen del problema. La revisión del sistema hidráulico o de equipos de tracción, batería, pantógrafo, equipos de climatización.

Entre las actividades, en general, explica la compañía, del personal que mantiene el material rodante y el equipamiento del taller destacan la realización del mantenimiento preventivo y correctivo de las unidades de tren y del equipamiento del taller asociado, así como de los sistemas mecánicos, eléctricos, electrónicos, de comunicaciones y de control y monitorización, sistemas neumáticos, hidráulicos y de climatización, de tracción, imprescindibles, claro, para el funcionamiento de los trenes.