Fusión

Unicaja Banco sella la absorción de Liberbank y sólo espera ya la autorización administrativa

«Es un hito crucial y trascendental para la entidad», dice Manuel Azuaga

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, en el centro de la mesa durante la junta de accionistas de ayer. | LA OPINIÓN

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, en el centro de la mesa durante la junta de accionistas de ayer. | LA OPINIÓN / josé vicente rodríguez. málagal. o.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

Como se esperaba, las juntas de accionistas de Unicaja Banco y Liberbank dieron ayer el visto bueno al proyecto de fusión acordado por los consejos de administración a finales de 2020, lo que deja a los dos bancos sólo ya a la espera de las preceptivas autorizaciones de los supervisores españoles y europeos para materializar su integración, algo que podría ocurrir a partir del inicio del segundo semestre de este año. Será entonces cuando pueda procederse a la escritura, a la inscripción en el Registro Mercantil y al canje de acciones para iniciar la fase de unión operativa.

Se dará lugar así al quinto banco español en dimensión, con más de 113.000 millones de euros en activos, presencia en el 80% del país y más de 4,5 millones de clientes. La fusión prevé mejorar su rentabilidad con unas sinergias de costes de 192 millones anuales, de forma plena a partir de 2023.

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, dijo ayer durante la junta del banco malagueño que la operación supone un «hito crucial y trascendental» y afirmó que afrontan el proyecto con «ilusión y confianza» en un modelo de negocio «sostenible» que, hasta la fecha, se ha demostrado «altamente capacitado» para generar resultados y mantener «una reforzada posición de solvencia, una holgada situación de liquidez y unos elevados niveles de cobertura».

Azuaga, que será el presidente ejecutivo de la nueva Unicaja, afirmó que se mantendrá una «rigurosa política de contención y control de costes» y añadió que tras la absorción de Liberbank, se «ofrecerá continuidad y protección de los valores y cultura» de la institución, «fuerte y modélica en tantos aspectos gracias también a su equipo humano».

Recordó que la integración permitirá alumbrar un banco «con capacidad para superar los numerosos retos internos y externos, con un posicionamiento destacado en ratios de solvencia y liquidez» que contribuirán a mejorar sus niveles de eficacia y rentabilidad. Lo hará a partir de una «sólida base de clientes, diversificada tanto por sectores como geográficamente» y con el objetivo de mejorar la oferta de productos y servicios. «Es una gran oportunidad de valor para accionistas y clientes», destacó.

«Somos conscientes del riesgo de ejecución que supone un proyecto de estas características, especialmente en el contexto en el que nos encontramos, pero Unicaja Banco, y también Liberbank, cuentan con una amplia experiencia previa en la realización de forma eficaz de integraciones de entidades con similares modelos de negocio de banca de proximidad», señaló.

La operación se realizará con la absorción de Liberbank por parte de Unicaja Banco, con la disolución de la primera y la transmisión de su patrimonio al banco malagueño, que adquirirá sus derechos y obligaciones. Se realizará una ampliación de capital para atender el canje de acciones con el que se materializará la fusión y que dejará un reparto de pesos en el 59,5% para Unicaja y del 40,5% para Liberbank. La denominación comercial será Unicaja Banco y la sede social estará en Málaga. En cuanto al futuro consejo, que estará compuesto por 15 miembros, dijo que destacan por su «profesionalidad», todos ellos «de reconocido prestigio y experiencia». Según explicó, el esquema de gobernanza de la nueva Unicaja será «más moderno, como corresponde a una entidad de mayor tamaño y complejidad».

Para Azuaga, este futuro banco aportará valor a los accionistas, mejorará la rentabilidad y optimizará la oferta y la calidad y del servicio a los clientes. También tendrá mayor capacidad para afrontar los retos internos y externos del sector, que requieren «inversiones en tecnología y cambios culturales. Así, Unicaja podrá ahora contribuir en mayor medida a la «recuperación económica» del país, afectado por la pandemia, desde «unos valores compartidos de cercanía al cliente y vinculación con el territorio». Unicaja seguirá siendo un banco fundamentalmente minorista, volcado hacia las familias y las pymes.

Una operación «adecuada»

«Esta fusión encaja con la visión estratégica del banco como alternativa adecuada para afrontar los retos y exigencias derivados de un contexto económico-financiero que está generando una presión sin precedentes para la rentabilidad del sector y para la consecución de los objetivos financieros, exigencias que se han visto acentuadas por los efectos de la pandemia», apuntó en su discurso.

El proyecto, a su juicio, presenta como principales ventajas «la alineación con los objetivos corporativos, la consecución de un posicionamiento relevante en el panorama nacional, compatible con el mantenimiento de la vinculación territorial, y el incremento de la capacidad para generar sinergias».

Azuaga destacó que el banco malagueño ha desarrollado su actividad con una serie de «retos e incertidumbres» en el ámbito de la rentabilidad, acentuados por la pandemia, en un marco que se caracteriza por «la persistencia de unos tipos de interés ultrarreducidos, un intenso avance de la digitalización en un corto espacio de tiempo, unas crecientes exigencias regulatorias y un proceso de consolidación dentro del sistema financiero español». Aludió también a la competencia de nuevos agentes con perfil tecnológico.

El banco aprueba el reparto de 16,9 millones de dividendo

Unicaja Banco aprobó ayer también en junta de accionista ordinaria las cuentas de 2020 con un beneficio neto de 78 millones de euros, un reparto de 16,9 millones de dividendos y el acuerdo de una reducción de su capital social en 1.991 millones para crear una reserva voluntaria. Esta reducción se hace para adaptar el valor nominal de las acciones y la estructura del patrimonio neto, «mediante una operación neutra, en términos de fondos propios y de niveles de solvencia».

El dividendo se repartirá en un primer tramo de 11,54 millones a abonar en abril a los accionistas de Unicaja Banco con carácter previo a la inscripción de la fusión y un segundo de 5,36 millones a pagar tras ella. También se delega en el consejo la facultad de emitir valores convertibles en acciones por un máximo de 500 millones.