Seguridad

La Policía Local de Málaga extrema la vigilancia para evitar incumplimientos en la hostelería

Se trata de que se ocupe la superficie autorizada y se cumpla la normativa sanitaria en estos días de gran afluencia, y es que entre el Viernes de Dolores y el Lunes Santo se pusieron 59 multas, pero los empresarios dicen que los incumplimientos han sido mínimos

Un coche patrulla de la Policía Local de Málaga. | EUROPA PRESS

Un coche patrulla de la Policía Local de Málaga. | EUROPA PRESS / josé antonio sau. MÁLAGA

José Antonio Sau

José Antonio Sau

Como es habitual cada Semana Santa, la Policía Local implementa un dispositivo especial para incrementar la seguridad ciudadana. Para esta Semana Mayor, el Consistorio y los mandos policiales han determinado la necesidad de controlar también o aumentar la presión inspectora sobre los bares, restaurantes y negocios hosteleros de la capital de la Costa del Sol con un fin doble: dado que hay una mayor afluencia de personas estos días, se ha cerrado el cerco en los locales que están en calles más estrechas para que las mesas no estorben a los viandantes y, por otro lado, se quiere un cumplimiento estricto de la normativa anticovid-19. Es, por tanto, un dispositivo específico para los negocios hosteleros, según explicaron fuentes municipales, que indican que cada día entre seis y diez agentes de este cuerpo, varios uniformados y otros de paisano, con el apoyo de inspectores del Área de Comercio y Vía Pública, velan por que se respeten las premisas mencionadas.

La idea es velar por que no haya exceso de ocupación de la vía pública por parte de las terrazas hosteleras, permitiendo así la mejor fluidez de los viandantes y, por otro lado, que las mesas tengan una separación correcta entre unas y otras, que se respete el aforo en el interior y en el exterior de los locales, que las mascarillas se usen bien o que no hayas más ocupantes por mesa de lo que permite ahora la normativa sanitaria. Es un cúmulo de obligaciones que la Policía Local no quiere dejar pasar, sobre todo ahora que hay muchos más visitantes y miles de ciudadanos bajan al Centro Histórico a seguir la agenda que marca la Agrupación de Cofradías. «No puede haber exceso de ocupación de la vía pública, no puede darse la masificación, hemos de extremar la vigilancia, por eso controlamos la ocupación de la vía pública por establecimientos y que se cumplan las medidas anticovid. No queremos que se ocupe más espacio del permitido». Para ello, hay policías locales y agentes de paisano que peinan toda la ciudad a las horas cruciales de la comida, de tres a cinco o seis de la tarde, y por la noche, cuando se cena. Eso sí, se ha hecho especial hincapié en calles estrellas en las que hay gran acumulación de locales y afluencia de público (la mayor parte de estas en el Centro), pero también en Huelin o Teatinos, núcleos de gran concentración hostelera.

Así, estos agentes han impuesto 59 sanciones desde el Viernes de Dolores al Lunes Santo, últimos datos de los que se dispone (entran en el cómputo algunas denuncias impuestas desde el lunes 22 de marzo al Viernes de Dolores, aunque el grueso se da en la primera horquilla de tiempo reseñada). La mayor parte de ellas han sido por exceso de ocupación de la vía pública, por no estar suficientemente separadas las mesas en el interior o el exterior, por haber más de seis personas en la terraza o más de cuatro dentro de los locales, por no llevar algunos de los clientes las mascarillas convenientemente puestas en el interior del local, por haber personas de pie bebiendo en las barras, o por venta de alcohol pasadas las 22.00 horas e, incluso, hay algunas, las menos, por venta de bebidas a menores.

Dice el Consistorio que en muchas ocasiones se ha hecho una labor pedagógica y, después de comprobar la documentación, se ha levantado el exceso de ocupación o se ha reconducido la situación de la que se tratase con una advertencia o consejo, y que las sanciones han sido mínimas, porque la gran mayoría de los locales está cumpliendo, «ahora más que nunca hay que ser responsables».

Javier Frutos, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía y de Mahos, dice entender que haya más controles en estas fechas debido a la Semana Santa, y es comprensible que haya «más vigilancia policial», de hecho ha condenado las imágenes de botellones en las calles del pasado fin de semana, «pero no se puede extender la sombra de sospecha sobre todo el colectivo. La principal perjudicada de esas prácticas es la hostelería». «El sector cumple la normativa en su totalidad. Los incumplimientos son minoritarios».

Es más, ha recordado que, si se han puesto 59 multas, en la capital hay más de 8.000 locales hosteleros.

Frutos también ha pedido mayor colaboración policial al hacer los controles, ya que, según explica, se han dado casos en los que los agentes han pedido la documentación, los empresarios han entregado la correspondiente licencia que les permitía ocupar una determinada superficie en la vía pública y, pese a ello, y estando en vigor ese permiso, no se ha permitido seguir manteniendo todas las mesas ni tampoco se han acogido favorablemente las explicaciones de los hosteleros. En otras ocasiones, han sido sancionados. «Hay licencias en vigor no estimadas por la Policía Local en esos controles». Todo ello, insistió Frutos, «nos produce un perjuicio económico muy considerable, y hay enfado en algunos empresarios porque se han visto privados de parte de su negocio, y para más inri en estas fechas. Pedimos la misma colaboración de la Policía Local para con la hostelería que la que hostelería muestra a la Policía Local. Debe existir esa reciprocidad».