Mirando atrás

Devolver al DC-3 su esplendor original

Estudiantes de la Facultad de Turismo, la Escuela de Turismo Costa del Sol y del módulo de guías turísticos del Instituto Cánovas reciben charlas formativas en el Museo Aeronáutico de Málaga y también colaboran en la restauración de un DC-3 de Iberia de 1945

Los estudiantes de prácticas, hace unos días en el Museo Aeronáutico de Málaga, bajo las alas del Douglas DC-3.

Los estudiantes de prácticas, hace unos días en el Museo Aeronáutico de Málaga, bajo las alas del Douglas DC-3. / PATRICIA MORENO

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Muchos dicen que es el mejor avión del siglo XX, un avión que nunca ha perdido el permiso para volar pese a ser tan antiguo. En Colombia vuela en la selva, de pueblo en pueblo, y en Europa se usa solo para vuelos turísticos», explica Joaquín de Carranza, gerente del Museo Aeronáutico de Málaga.

Se encuentra bajo las alas del Douglas DC-3 de Iberia, un bimotor de 1945, el avión más veterano de este espacio museístico único en la España peninsular, de nombre oficial Museo de Aeropuertos, Navegación y Transporte Aéreo de Málaga.  

Como explica, el avión llegó al museo por carretera en 2004, después de que llevara un cuarto de siglo fuera de servicio en Zaragoza. 

Desde hace unas semanas su ‘cinéfila’ estampa -pues es un aparato que ha sobrevolado grandes películas de la historia del cine- está mejorando a ojos vista gracias a un grupo de estudiantes de la Facultad de Turismo, la Escuela de Turismo Costa del Sol y el módulo de guías turísticos del Instituto Cánovas, que está colaborando en su restauración por dentro y por fuera. 

Mirando atrás | Charlas y restauración de un avión en el Museo Aeronáutico de Málaga

Paula Guardián

«Hoy veremos si está funcionando, porque está lloviendo y sellaron los agujeros que aparecen de vez en cuando», explica el gerente mientras sube por la escalerilla. Como indica, los estudiantes en prácticas están recibiendo charlas formativas relacionadas con el mundo aeroportuario y tienen la oportunidad de hacer de guías del museo o de trabajar en su impresionante archivo, pero también se les ofrece el reto de restaurar el DC-3

«Entre los amigos del museo hay mecánicos de aeronaves que les van dando charlas sobre la manera de rascar los materiales de forma manual, quitar los óxidos... utilizan espátulas de plástico para no comerse los remaches y el otro día, por ejemplo, aprendieron a pintar a pistola», explica Joaquín de Carranza, que está al frente del museo, que este año cumple dos décadas, desde 2004. 

Los futuros profesionales de Turismo colaboran en la restauración del DC-3 de Iberia.

Los futuros profesionales de Turismo colaboran en la restauración del DC-3 de Iberia. / Patricia Moreno

En el interior del DC-3, que tenía una capacidad para 24 pasajeros, 12 a cada lado, trabaja espátula en mano Jasmine García, una estudiante de 19 años de Pizarra que está haciendo el módulo de guía turístico en el Cánovas. «Hay que quitarle el óxido y luego volverlo a pintar», detalla. Como explica, estudia inglés y francés y ha decidido ser guía turística «para poder enseñar todos mis conocimientos turísticos y que los turistas y visitantes se lleven a casa una buena vivencia del sitio que hayan visitado». 

A su lado está Ana Gómez, de 28 años y de Campanillas, quien tras estudiar un ciclo superior de ganadería y asistencia en sanidad animal, al trabajar en la materia y ver que las condiciones no eran buenas decidió cambiar a Turismo, «porque en Málaga siempre ha habido y se me dan bien los idiomas», cuenta. Ahora mismo estudia para sacarse el C1 de inglés. Y como era de prever, confiesa que es la primera vez que restaura un avión. «Mi padre no se lo cree», sonríe y cuenta que desconocía casi todo sobre el mundo de la aviación y los aeropuertos, algo a lo que las charlas formativas del museo están poniendo remedio.

Centro de documentación

Otro rincón donde trabajan los estudiantes es el centro de documentación, dentro de la terminal histórica del Aeropuerto. María, Fernando y Jesús, de la Escuela de Turismo Costa del Sol, están en plena tarea y clasifican un proceloso mar de folletos, menús de líneas aéreas y banderines turísticos.

«En los inicios, cuando no existía un Patronato de Turismo, las propias aerolíneas hacían propaganda turística y además de venderte un vuelo a París te daban un folleto con las bondades de París», aclara Joaquín de Carranza.

Eso explica que este centro de documentación albergue «el archivo más completo de Turismo de Málaga», subraya el gerente, que detalla que ahora mismo están incorporando la importante donación de un coleccionista de Gerona.

Devolver al DC-3  su esplendor original | PATRICIA MORENO

El gerente del Museo Aeronáutico de Málaga, Joaquín de Carranza, explica dónde se encontraba una gran charca en la que las mujeres de Churriana lavaban la ropa, anterior a las obras del aeropuerto en los años 70. / Patricia Moreno

La pintura ‘rondeña’

Pero en la terminal histórica de pasajeros, en apariencia un modesto ‘chalecito’ que sólo funcionó de 1948 a 1958, aguarda otra sorpresa: en una de las paredes, durante unas obras para eliminar el pertinaz gotelé, apareció una pintura mural de los años 40 que acaba de ser restaurada por Estrella Arcos y su equipo.

La pintura muestra un paisaje que parece evocar la Serranía de Ronda, con bandoleros apostados en las cumbres. Responde al concepto de Turismo en la Málaga de la época, resalta Joaquín de Carranza: «Lo que entonces se llevaba era la imagen romántica del bandolero, lo de ir a Ronda. La playa no se promocionaba entonces».

En la antigua terminal de pasajeros se acaba de descubrir y restaurar un mural de los años 40 /

En la antigua terminal de pasajeros se acaba de descubrir y restaurar un mural de los años 40 / / Patricia Moreno

El paisaje montañoso, un elemento nuevo que los guías podrán mostrar y explicar a los visitantes, se encuentra justo delante de la antigua entrada internacional de pasajeros, que en realidad era una modesta cancela custodiada por un guardia que pedía los pasaportes, la única formalidad aduanera.

El Museo Aeronáutico de Málaga, que encandila a miles de visitantes al año -la entrada es además gratuita-, ahora cuenta con unos entregados estudiantes en prácticas, futuros profesionales del Turismo de altos vuelos.