Investigación

Un clan familiar de Málaga distribuye 4.800 decodificadores hackeados para ver partidos de fútbol, películas y series

Un hombre y sus dos hijos vendían el software para acceder a los contenidos a cambio de entre 25 a 60 euros. Una denuncia de La Liga destapó la trama

Uno de los locales registrados por la Policía Nacional

Uno de los locales registrados por la Policía Nacional

La Opinión

Un hombre y sus dos hijos han sido detenidos en Málaga por presuntamente hackear decodificadores de televisión con los que se accedía ilegalmente a canales de pago. Los arrestados, de 59, 28 y 22 años, distribuían estos aparatos después de adquirirlos de forma legal una gran compañía internacional de comercio electrónico e instalarle un software que ofrecía acceso fraudulento a partidos de La Liga y otros contenidos de plataformas de pago por visión. La Policía Nacional estima que 4.800 clientes llegaron a comprar estos decodificadores manipulados con el consiguiente perjuicio de los derechos de autor, tanto de la Liga Nacional de Fútbol Profesional como de las grandes plataformas de series y películas de contenido streaming, según ha informado este jueves la Comisaría Provincial de Málaga.

Una denuncia del departamento de antipiratería del área de integridad y seguridad de la Liga Nacional de Fútbol Profesional fue la que puso a la Policía Nacional sobre la pista. Según los afectados, habían detectado un anuncio en internet que ofertaba en Málaga decodificadores que permitían ver de manera fraudulenta contenidos de pago, incluidos partidos de La Liga española.

El Grupo de Ciberdelincuencia de Málaga se hizo cargo de la investigación practicando diversas diligencias con los teléfonos y correos electrónicos utilizados por la trama para ofertar estos decodificadores en un portal de compraventa de productos en internet. Esto constató la presunta implicación en un delito contra la propiedad intelectual de tres hombres españoles, un padre y dos hijos, que trabajaban en Málaga capital en un mismo negocio familiar de comercialización de productos tecnológicos

Los investigados atendían al público en dos comercios y disponían de un local habilitado como almacén en el que, tras adquirir los decodificadores legales a una gran plataforma internacional de comercio electrónico, manipulaban los aparatos para su posterior distribución. Las pesquisas revelaron que los clientes compraban los decodificadores pensando que adquirían un aparato técnicamente preparado para ver los contenidos de pago. Sin embargo, al recibir la caja del producto, observaban que junto al decodificador había unas instrucciones que derivaban al negocio de los investigados. Estas sugerían que para acceder a los canales de pago se necesitaba instalar un software que la trama facilitaba a cambio de cantidades de entre 25 y 60 euros la descarga de un archivo en internet con el que se trucaba el decodificador. 

En los registros practicados en las tiendas y en el centro de almacenaje y manipulación de los decodificadores, los agentes intervinieron tres teléfonos móviles, un disco duro y 11 lápices ópticos. Entre estos efectos figura un terminal telefónico que los arrestados trataron de ocultar durante el registro, sabedores de que su descubrimiento los implicaría directamente en los hechos, al haberlo utilizado, mediante una identidad falsa, para contactar con clientes y proporcionar datos de pago. El dinero fue a parar a una cuenta vinculada con uno de los detenidos.