Crónicas de la ciudad

El parque que une Mangas Verdes con El Escorial

El año que viene se cumplirán 21 desde el inicio de las obras del Parque del Sendero del Cau, los mismos que tardó el Monasterio del Escorial en levantarse

Dos vecinas cruzan el parque en obras, en una foto del año pasado

Dos vecinas cruzan el parque en obras, en una foto del año pasado / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En ‘El enigma de El Escorial. El sueño de un Rey’, el historiador Henry Kamen aprovecha para desmentir una catarata de bulos sobre Felipe II, tan caricaturizado por la leyenda negra y tan erróneamente ‘emparentado’ con El Escorial.

Entre otras cosas, nos recuerda que el monarca que mandó levantar el famoso monasterio fue el mismo que hizo posible el Palacio de Aranjuez y sus jardines, así que difícilmente puede ser El Escorial el reflejo de su personalidad -salvo si se tratara del doctor Jeckyll, que no fue el caso-.

Otro tópico es el de la duración de su construcción. Pese a que el monasterio se emplea como sinónimo de una larga espera, lo cierto es que sólo tardó en levantarse 21 años, un tiempo bastante similar al de otras construcciones de su época y tamaño.

De Málaga, sin embargo, sí que puede salir una ‘comparación constructiva’ que podría emplearse como sinónimo de algo que tarda más que el barco del arroz. De hecho, en 2022 igualará en años al famoso monasterio dedicado a San Lorenzo y no es nada seguro que para entonces haya finalizado.

Y eso que, en términos de tamaño, se trata de una obra de chichinabo: un parquecito de 500 metros de largo con el ancho de un sendero.

Hablamos, claro, del Parque del Sendero del Cau, en Mangas Verdes, una actuación iniciada no por Felipe II sino por el socialista Manuel Chaves en 2002 -calculan los vecinos- cuando presidía la Junta de Andalucía y un año después de una visita electoral al barrio.

Como muchos sabrán, en 2007 las obras quedaron paralizadas y hasta ahora no hay evidencias de que vayan a continuar.

El gran problema, parece ser, es que bajo el parque transcurre un pequeño tramo del Acueducto de San Telmo, algo conocido desde el principio, porque los restos se querían integrar con la zona verde.

Pese a esta circunstancia y a que no hablamos de que haya debajo ninguna pirámide maya, lo que dificultaría las obras, los obstáculos administrativos se han sucedido para pasmo de los vecinos, que la semana pasada volvieron a quejarse al Defensor del Pueblo Andaluz.

Porque las obras están paralizadas pero no valladas, la futura zona verde está situada a gran altura y no hay barandillas de seguridad, aparte de que es una zona que atraviesan los niños del barrio para ir al colegio y de que hay peligrosas varillas de hierro que apuntan a cualquiera.

Ojalá que el Parque del Sendero del Cau no supere en duración al Escorial. Ánimo.