Vecinos

Una selva sin control bajo el viaducto de La Mosca

La asociación de vecinos reclama la limpieza de unos jardines en estado salvaje bajo el viaducto que atraviesa el barrio. Los vecinos aseguran que los plantaron cuando se construyó la autovía a comienzos de los 90 y que desde entonces nadie los limpia. También critican que causa problemas de inseguridad vial

Vista parcial de los jardines, al pie del viaducto de La Mosca, ayer lunes.

Vista parcial de los jardines, al pie del viaducto de La Mosca, ayer lunes. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Esto es una selva, desde que hicieron la autovía no lo han arreglado nunca», cuenta Antonio Pino, presidente de la Asociación de Vecinos de La Mosca.

Se encuentra al pie del viaducto que atraviesa la barriada de La Mosca, inaugurado con el resto de la Ronda Este en 1992 y que presenta un talud que no conoce las tijeras de podar desde hace bastante tiempo. A su lado está José Martín, vecino de La Mosca y dirigente vecinal de los Montes, que confirma el estado de abandono de este jardín en el que crecen en desorden buganvillas, yucas, palmeras varias y hasta pinos, así como una tupida red de matorrales. «Fueron los mismos vecinos los que plantaron esto y no se ha tocado desde que se abrió la autovía».

José Martín y Antonio Pino, junto a un tramo de los jardines.

José Martín y Antonio Pino, junto a un tramo de los jardines. / A.V.

Como explica, las plantas se las proporcionó a los vecinos un jardinero del Ayuntamiento. La selva parece querer abrazar los gigantescos pilares del viaducto.

«Esto es un nido de ratas», lamenta el presidente, al tiempo que José Martín detalla que además de ratas han aparecido serpientes e incluso alguna vez se han visto cabras montesas.

¿Quién es el responsable de este jardín sin control? Los vecinos no lo tienen claro, aunque lo han preguntado. «Se echan las culpas unos a otros y uno dice que es el Ayuntamiento y el otro, que la demarcación de Carreteras», comenta el presidente vecinal.

José Martín, junto a otra parte del jardín, con planchas de uralita apoyadas en el murete

José Martín, junto a otra parte del jardín, con planchas de uralita apoyadas en el murete / A.V.

A la descuidada situación de la zona, que el pasado lunes tenía de propina, apoyado en un murete, varios trozos de uralita, hay que sumar la inseguridad vial, porque una gran buganvilla se ha adueñado de la esquina que da a la calle Violonchelo y los coches tienen que salir a mitad de la calle Eucaliptus, la principal del barrio, para poder ver algo, igual que los peatones:«Ahí no hay aceras ni hay nada y hay que echarse a la carretera», cuenta el presidente vecinal, que cree urgente arreglar este jardín, en cuya parte más alta, junto a un murete, puede verse basura y hasta una moto despanzurrada.

«No queremos que se quiten las plantas sino que se cuide y se limpie este trozo del barrio», pide Antonio Pino, mientras José Martín cree que es necesario retirar la buganvilla que tapa la visión.

La buganvilla tapa la visión de conductores y peatones en la esquina de las calles Eucalilptus y Violonchelo.

La buganvilla tapa la visión de conductores y peatones en la esquina de las calles Eucalilptus y Violonchelo. / A.V.

La concejala de Medio Ambiente, Gemma del Corral, informó ayer de que no se trata de una zona verde municipal. Por su parte un portavoz del distrito informó de que en breve comenzarán los trabajos de desbroce en Málaga Este y que en este talud «que no tiene la consideración de zona ajardinada» se actuará para reducir la inseguridad vial.