La hostelería y el comercio confían en que la Feria se celebre en septiembre

Francisco de la Torre no descarta la idea de realizar el evento después de verano si la evolución de la pandemia lo permite, mientras que la oposición ve complicado que se desarrolle una fiesta parecida al de años anteriores

Emma Naranjo Smidt

La posibilidad de que la Feria de Málaga tuviera lugar en agosto ha sido descartada. Esta decisión fue anunciada a finales de junio por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, cuyos motivos principales fueron el aumento de contagios y el temor a la cepa Delta, originaria de la India. Sin embargo, De la Torre todavía no ha desechado la idea de su aplazamiento a septiembre, dependiendo de la evolución de la pandemia.

«Nosotros creíamos hace tiempo que con los parámetros actuales de contagios no se podía realizar una Feria como la tenemos normalmente concebida», declara Salvador Trujillo, concejal del PSOE. Los socialistas aseguran que no se dan las condiciones «oportunas y necesarias» para que exista un gran evento ferial, ya que se está ante «una explosión de verano y Feria, lo que podría ser un cóctel peligrosísimo». Para Trujillo prima la salud: «Hay que inyectar todas las posibilidades que se pueden a la economía, pero nos ha costado demasiado llegar aquí para volver atrás. Si debido a una fiesta hay un macrobrote, tendría un efecto más negativo que debido a uno económico». En el caso de que el ritmo de vacunación siguiera así y para agosto ronde el 70% de la población vacunada, el concejal manifiesta que podrían tomar otras decisiones.

Según Paqui Macías, portavoz de Izquierda Unida y Podemos, ahora mismo es muy precipitado avanzar su fecha, aunque señala que si la Feria se hace en septiembre, tiene que cumplir una serie de requisitos: ser segura, participativa e inclusiva, no un modelo de Feria como si no hubiera pandemia. En el supuesto de que no se celebrara, la portavoz defiende que el ahorro que le supone al Ayuntamiento tendría que estar destinado a los sectores más afectados: «La Feria de Málaga genera una economía. Los feriantes son los que peor lo están pasando con esta situación y los hosteleros también sufren las consecuencias. Las arcas municipales ahorrarían un gasto, que habría que dedicarlo a ayudar a los que sufran los impactos más negativos de su cancelación».

Ciudadanos pide cautela debido a la subida de los contagios: «Es complicado hacer algo que se parezca a una feria, pero sí podemos hacer espectáculos con aforos controlados, que hagan que el sector de la música y los espectáculos puedan respirar un poco», declara Noelia Losada, portavoz del partido.

Partidarios del aplazamiento

El presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), Javier Frutos, afirma que la posible cancelación de la Feria no es algo positivo: «Sería bastante perjudicial, porque es uno de los hitos del año para la hostelería. Al menos confiamos que se dé en septiembre si así se considera para, por lo menos, no perderla».

Para el presidente de Málaga Comercio, Salvador Pérez, el aplazamiento es una decisión acertada: «Todos los malagueños estamos acostumbrados a que se haga en agosto, pero con la pandemia tenemos que hacer caso a los expertos sanitarios». Pérez explica que realizar un evento de esa magnitud en agosto «podría tener más consecuencias negativas que positivas», pero espera que se pueda celebrar en septiembre si la pandemia lo permite. «La Feria de Málaga siempre ha tenido un gran impacto que viene bien, ya que cuando el consumo se incrementa, nos favorece a todos», dice.

En el caso de que se celebrara, Frutos y Pérez coinciden en que sería una fiesta «muy diferente». «Habría que analizar y sentarnos a hablar sobre qué tipo de Feria quiere hacer el Ayuntamiento y cómo la hostelería puede ayudar», expone el presidente de Mahos.

Un acierto para los vecinos

Las asociaciones de vecinos próximas al recinto ferial de Cortijo de Torres sostienen que el aplazamiento de esta fiesta de verano es un acierto. Para la presidenta de la Asociación de Vecinos de Nuevo San Andrés, Josefa Díaz, se trata de medida «coherente» en vista de la incertidumbre sobre cómo va a evolucionar la pandemia este verano: «El hecho de que se espere un poco más para celebrarla me parece prudente, porque, aunque se está vacunando a muchas personas, todavía no se sabe cómo se va a estar con todos los movimientos vacacionales».

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Nuevo San Andrés, Teresa Retamero, defiende que en este momento lo importante es la salud, puesto que, a pesar de ser «muy de Feria, Carnavales y Semana Santa», han sufrido mucho con la pandemia. «Si nos aseguran que no va a haber problemas, no nos importa que se celebre la Feria, pero ante todo creemos que está la salud de las personas», cuenta Retamero.

Juan Carlos Andrade, presidente de la Asociación de Vecinos de El Duende, da el visto bueno a que se prorrogue la fecha a septiembre, aunque su cancelación evitaría por segundo año consecutivo los problemas que surgen en la barriada durante la celebración de esta. «Me daría mucha pena por el comercio, el turismo y los propios feriantes, porque hay muchas personas que están esperando a ese mes para trabajar . Sin embargo, hablando egoístamente, la cancelación nos daría más tranquilidad», explica Andrade, ya que para El Duende es una semana en la que «los vecinos apenas duermen por el paso constante de personas, que orinan, vomitan y hacen botellones en la calle».