Movilidad

Campanillas: alerta por caídas

La Asociación de Vecinos ‘Evolución’ de Campanillas reclama al Ayuntamiento un plan de acerado y así atajar las numerosas caídas por aceras en mal estado. La concejala Ruth Sarabia señala que ya está previsto un plan de acerado este verano

Rosario es atendida en diciembre tras tropezar con una acera en Campanillas.

Rosario es atendida en diciembre tras tropezar con una acera en Campanillas. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Lo del codo fue en diciembre pero después me he caído tres veces más. Es que Campanillas está toda abandonada y no hay un día en que no vea a alguien con un brazo o una pierna mal», cuenta Rosario, de 70 años, vecina de calle Ceres, que muestra cómo tiene todavía el codo después del accidente que sufrió en la calle Praga por una acera levantada y el paso por el médico.

Rosario, tras cuatro caídas desde diciembre, tiene desde entonces miedo a las aceras y confiesa que cuando sale a pasear al perro, «ya no miro a nadie, sólo al suelo, y aún así...».

Rosario muestra cómo tiene el codo en la actualidad.

Rosario muestra cómo tiene el codo en la actualidad. / A.V.

Para la Asociación de Vecinos ‘Evolución’ de Campanillas el problema no está en una posible falta de atención de los peatones, sino en el estado deficiente de aceras y bordillos en muchos puntos del barrio. Lo subraya Carmela Fernández, presidenta vecinal, que cuenta que tanto ella como su hija también están entre las ‘víctimas’ de las aceras en mal estado.

De hecho, no es cuestión de edad porque la pequeña Aroa, de 3 años, luce estos días una pierna vendada. «Lleva para dos semanas y tiene que estar tres», comenta su abuela Nieves Izquierdo, que detalla que tanto ella como su nieta se cayeron «en José Calderón, a la altura del ‘chino’», aunque sólo Aroa se llevó la peor parte.

«Íbamos las dos de la mano y nos caímos, yo me hinqué de rodillas y me dolió pero nada más, aunque este año me he caído dos veces», cuenta la abuela.

El punto fatídico de José Calderón, la calle principal de Campanillas, no es una acera levantada sino la loseta gastada de un rebaje junto a un paso de cebra que resbala y pilla a los vecinos desprevenidos. Allí también se cayó Rosario, que pide al Ayuntamiento que, si no cambia el rebaje, «ponga una barandilla, porque por ahí paso cogiéndome a la pared».

José, Nieves y su nieta Aroa, los tres se han caído en distintos puntos del barrio.

José, Nieves y su nieta Aroa, los tres se han caído en distintos puntos del barrio. / A.V.

Tampoco se ha librado de las caídas José Lavisiera, el marido de Nieves y abuelo de Aroa. Fue en la calle Copenhague el año pasado, por culpa de unas losetas levantadas que ya están reparadas. «Metí un dedo del pie y me lo partí; me estaban esperando para trabajar y tuve que empezar dos semanas más tarde». José reclamó al Ayuntamiento, pero la reclamación le fue denegada, algo que también le ha pasado a otros vecinos. «Yo no busco dinero, lo que quiero es que arreglen todas estas cosas porque uno va andando normal y claro que se mira para el suelo pero es que el barrio está fatal», sentencia.

Tres años y el bordillo roto

Quien recuerda muy bien la caída, porque la lleva marcada en un brazo tres años después, es Pepita Barrionuevo, de 75 años, vecina de calle Facultades, quien se partió la muñeca al tropezar con un bordillo roto de su calle que todavía sigue sin reparar.

Así se le ha quedado la muñeca a Pepita Barrionuevo.

Así se le ha quedado la muñeca a Pepita Barrionuevo. / A.V.

«Mi hijo ha echado escritos pero todavía no lo han arreglado», lamenta, al tiempo que muestra el brazo deformado. «Me dicen que tengo que operarme pero yo no me voy a operar», confiesa, al tiempo que envía un mensaje al alcalde: «Que gaste un poquito más en los barrios».

La presidenta vecinal, que muestra un rebaje sin sentido y peligroso en mitad de calle Ceres, reclama para Campanillas «un plan de acerado porque se está cayendo gente de todas las edades». En su opinión, los parches no funcionan y aboga por un plan que aborde calle por calle. «¿Qué José Calderón hay que arreglarla entera?, pues se arregla entera, ¿qué después le toca a otra calle?, pues a otra calle; no queremos todo de golpe, pero llevamos muchos años diciéndolo».

Un rebaje sin sentido y peligroso en calle Ceres.

Un rebaje sin sentido y peligroso en calle Ceres. / A.V.

Respuesta del Ayuntamiento

La concejala de Campanillas, Ruth Sarabia, negó el pasado viernes que la situación de las aceras del barrio sea tan negativa: «En Campanillas está el acerado igual que en cualquier barrio. Hay alguna acera levantada por las raíces de los árboles y alguna losa rota y que vamos reparando cuando nos lo indica la asociación de vecinos». La concejala aprovechó para anunciar un plan de acerado de julio a septiembre, junto a la Gerencia de Urbanismo, en varias zonas de Campanillas. «Sobre todo nos referimos a acerado que está entero deteriorado», apuntó.