La incidencia entre los menores de 30 años triplica a la media de la provincia

La incidencia de la Covid-19 está disparada en Málaga. La última actualización de la Consejería de Salud muestra una fuerte subida de casi 50 puntos (48,4 casos) en la tasa de incidencia acumulada a 14 días de la capital, que presenta 253,3 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 204,9 del pasado viernes, por lo que se encuentra ya en riesgo extremo de transmisión del virus.

En el caso de la provincia, el incremento ha propulsado la incidencia 49,5 puntos, pasando de los 197,2 casos en los que se encontraba en la última actualización hasta los 246,7 por cada 100.000 habitantes actuales.Este preocupante aumento deja a la provincia a tan solo tres décimas de entrar en riesgo extremo de transmisión del virus, según los umbrales marcados por el Consejo Interterritorial de Salud, una situación que alcanzará cuando se superen los 250 casos por cada 100.000 habitantes.

Este aumento se debe a los 691 positivos diagnosticados en las últimas 48 horas en Málaga, con diferencia, la provincia que más casos arroja en el parte de hoy, seguida por Cádiz, con 288 positivos; Granada, con 287 casos; Sevilla, con 246; Córdoba, con 224; Jaén, con 219 casos; Huelva, con 102 casos y Almería, con 82 casos.

En las últimas dos semanas, Málaga ha acumulado 4.160 casos nuevos de coronavirus, de los que 1.889 están concentrados en la población de entre 15 a 29 años, esto es, el 45% de los casos de los últimos 14 días. En este tramo de edad, la tasa de incidencia de la Covid-19 es de 713,4 casos por cada 100.000 habitantes, lo que quiere decir que decir que el peligro de transmisión entre estos jóvenes casi triplica los niveles a partir de los que se empieza a hablar de riesgo extremo.

Dentro de esa extensa franja, son los malagueños y malagueñas de 20 a 24 años los que más se están contagiando, pues la tasa supera los 751,9 casos, siendo especialmente grave entre las mujeres, con una tasa de 780,9 positivos por cada 100.000 habitantes.

Aunque esta importante escalada de contagios, muy localizada en la población joven, no está afectando, de momento, a los hospitales ni está provocando un aumento de las muertes, sí está empezando a saturar a los centros de salud y, en general, a los recursos de la Atención Primaria, ya de por sí sobrecargada por el pulso de la vacunación.

El auge de nuevos positivos implica redoblar esfuerzos para realizar pruebas serológicas, hacer los diagnósticos y rastrear los contactos estrechos, un panorama que se complica con la entrada del verano, debido a que coindice la falta de profesionales sanitarios con las vacaciones del personal y el cierre de la mayoría de los centros de salud durante las tardes.