Memorias de Málaga

La limitada temática del cine

Los géneros de cine actual se han reducido a cinco o seis (Acción, Ciencia Ficción, Terror, Thriller y Comedia) frente a la pléyade de géneros del cine del pasado, entre los que no faltaban el cine del Oeste o «de caballitos»

Reapertura al público de los cines Albéniz, en 2010.

Reapertura al público de los cines Albéniz, en 2010. / L. O.

Guillermo Jiménez Smerdou

Todos los días, al enfrentarme con la lectura de La Opinión, busco en la página en la que se recogen los programas de algunas de las muchas televisiones públicas y privadas las películas que se van a emitir durante la jornada.

El cine, para mí, es parte de mi existencia. Me inicié en el periodismo escribiendo de cine y películas, y en el ocaso de mi existencia sigo enganchado al cine. Antes iba al cine; ahora lo tengo en casa gracias a la televisión. Ir al cine ahora me cuesta bastante trabajo porque las salas de proyección, recurriendo a una expresión muy utilizada en Málaga, me cogen a trasmano. No tengo otra opción para disfrutar y gozar de ver películas que acudir a las cadenas de televisión.

Hace años iba al cine a diario, y en muchas ocasiones, dos veces porque en la misma jornada se estrenaban dos películas, y en las señaladas fechas del Sábado de Gloria o Santo y Domingo de Resurrección, hasta cuatro películas el mismo día. Eran fechas elegidas por los cines de Málaga y de España para estrenar las mejores películas de cada temporada. Eran días clave, aunque esa costumbre desapareció el día que se derogó el tradicional respeto de no proyectar películas ni los Jueves ni los Viernes Santo.

Según mis datos, el año que batí el récord de asistencia a cines para comentarlas en Radio Nacional de España en Málaga fue 1980. Se estrenaron en Málaga nada menos que 576 películas, aparte las cuarenta o cincuenta de la Semana de Cine de Autor de Benalmádena. Total, casi dos películas diarias. Yo iba siempre a todos los estrenos aunque se produjeran en los cines de los barrios, porque a veces se daba la paradoja de estrenar en estas salas películas que eran merecedoras de ser dadas a conocer en el Goya, Echegaray o Albéniz, que eran las mejores salas de Málaga. En una ocasión me desplacé a Torremolinos, que entonces pertenecía al municipio de Málaga, para ver una película que se estrenó en el cine Universal de la barriada y, que no se había exhibido aún en la capital.

Desde que me jubilé en 1992 hasta el día que escribo este capítulo de mis ‘Memorias de Málaga’ he visto en las diversas televisiones más de 3.500 películas.

La limitada temática del cine

Fachada del cine Goya hacia 1932. / L. O.

Escasez de géneros

Desde hace algún tiempo las carteleras de los cines y las programaciones de las televisiones ofrecen muchas películas pero de muy pocos géneros.

La prueba la puede comprobar cualquier lector de La Opinión de hoy. Las películas anunciadas responden a las siguientes temáticas: Acción (con muchas explosiones, persecuciones, tiros, sangre, fuego…), Ciencia Ficción, Terror, Thriller y Comedia; aparte el canal Trece incluye en su programación un género muy popular que responde a un solo tema aunque se utilicen varias maneras para definirlo: Cowboys, Oeste, Western, Vaqueros… o como se decía en el argot de los empresarios de los cines de barrio, «de caballitos».

A diario la oferta gira sobre esa pobreza temática reducida a cinco o seis contenidos, muy lejos de los géneros que antes se repartían de forma, digamos, proporcional. El abanico temático abarcaba los siguientes géneros: Comedia, Melodrama, Terror, Policiaco, Bélica, Suspense, Romanos, Bíblica, Humor, Teléfonos Blancos (un género creado por el cine italiano), Nueva Ola (francés), Neorrealismo (italiano), Buenos y Malos, Histórico, Psicológico, Folklórico, Catastrófico, Musical, Biográfico, Dibujos Animados, Valores Humanos y, las procedentes de México (rancheras y dramones), las argentinas (gauchos y tangos), españolas (históricas o de pelucas y decorados de cartón piedra), religiosas, comedietas y, por utilizar el calificativo de entonces, españoladas. Probablemente me ha quedado corto el relato.

Algunos de esos géneros tuvieron su época de esplendor y murieron por ser producto de una época muy concreta como el neorrealismo (Italia), la Nueva Ola (Francia) y la conocida, también de marchamo italiano, identificada como de Teléfonos Blancos, un género oscilante entre la alta comedia y comedia a secas.

La curiosa denominación estaba inspirada en algo muy novedoso. Era la primera vez que los aparatos telefónicos no eran negros, sino blancos, una modalidad desconocida en España. Ahora los teléfonos, de momento, son de todos los colores porque los aparatos de toda la vida están dando paso a los móviles que no tienen color definido. El actor más famoso de los albos teléfonos era Vittorio de Sica.

La limitada temática del cine

Vittorio de Sica. / L.O.

Películas y actores

Insistiendo en el tema (la variedad de películas de los distintos géneros) una mirada atrás me trae a la memoria películas y actores que a muchos jóvenes no les dirán nada; pero como también tengo lectores mayores, el recuerdo les devolverá imágenes de su pasado.

Para encabezar la lista, la película más vista de la historia del cine, aunque parece ha perdido el liderazgo que ha mantenido durante un largo periodo de tiempo. Me estoy refiriendo a Lo que el viento se llevó, que llegó a nuestras pantallas con bastante retraso. Todavía está en condiciones de competir.

Pero después de la famosa película interpretada por Clark Gable y Vivian Leigh, cómo no recordar otras películas que encandilaron a los espectadores como Rebeca, La diligencia, Madame Curie, Los pájaros, Blanca Nieves (la versión de Walt Disney, primer largometraje de dibujos animados), Solo ante el peligro, ¡Qué verde era mi valle!, La pasión de los fuertes, La señora Miniver, ¡Qué bello es vivir!, Primera página, Ciudadano Kane, El puente sobre el río Kwai,…

Pero al tiempo que me vienen a la memoria los títulos de cientos de inolvidables películas se unen los nombres de los directores y actores que las dirigieron e interpretaron. En esa pléyade de nombres ligados a las películas más brillantes aparecen sin orden de admiración y preferencia Orson Welles, Spencer Tracy, Humphrey Bogart (Casablanca), Greer Garson (La señora Miniver), Ingrid Bergman (Si no amaneciera), Gary Cooper (El forastero), Lawrence Olivier (Cumbres borrascosas), Rita Hayworth - Margarita Carmen Cansino-(Gilda), Gregory Peck (Duelo al sol), Billy Wilder (El crepúsculo de los dioses), Joan Fontaine (Rebeca), Marlene Dietrich (Sueños de gloria), Montgomery Clift (De aquí a la eternidad), Michael Curtiz (Casablanca), Charles Chaplin (Candilejas), Charles Boyer (Luz que agoniza), Alfred Hitchcock (Psicosis), David Lean (Cadenas rotas), Walter Pidgeon (¡Qué verde era mi valle!), Woody Allen, Charles Laughton (Seis destinos), Audrey Hepburn (Vacaciones en Roma), Katherine Hepburn (La reina de África), Ava Gardner (La condesa descalza), Roman Polanski, Solo ante el peligro, Cantando bajo la lluvia, La pantera rosa, El padrino, Apocalipsis Now, Memorias de África... Podría seguir la relación de películas, directores, actores y actrices… pero ocuparía no solo el espacio reservado al capítulo de hoy sino todo el periódico.