«La UMA está orientada al emprendimiento»

La Universidad de Málaga consiguió a primeros del mes de junio la acreditación de ‘Universidad Emprendedora’ que concede ACEEU, única entidad de carácter global que evalúa y acredita los méritos de las instituciones académicas de nivel superior en materia de innovación y emprendimiento. La Opinión de Málaga charló con Rafael Ventura, vicerrector de Innovación social y Emprendimiento para conocer más en profundidad todo el proceso hasta conseguir la certificación.

¿Qué es una universidad emprendedora y qué ha tenido que cambiar la UMA para serlo?

Una universidad emprendedora es una organización que atiende a resultados, una organización proactiva que comparte una cultura favorable a la innovación. ¿Cómo se mide una universidad emprendedora?, pues para esto nos ha ayudado este sello. La UMA es emprendedora en su estrategia, en su política de acción; recoge esta intencionalidad en su partida de presupuestos; su formación y educación están orientadas a la innovación y la transferencia; existen liderazgos en la universidad que promueven el cambio interno; somos una organización dinámica, con relevancia en su entorno, etc., todo esto define a una universidad emprendedora y todo esto es lo que se mide para acreditarnos como universidad emprendedora. Es un concepto muy amplio que afecta a toda la organización y que promueve el cambio interno.

¿Qué supone para la UMA haber conseguido esta certificación? Es la primera universidad española que lo consigue y solo hay seis en el mundo que la hayan obtenido.

Eso. Nos posicionamos en el sistema universitario español como una universidad que está trabajando bien una de las líneas de trabajo de las universidades: somos una universidad dinámica, proactiva y más emprendedora. Estamos orientados a la innovación y el emprendimiento. A nivel interno nos da acceso a formar parte de unas universidades que ya se han acreditado y otras que se acreditarán y esto nos va a generar oportunidades de colaboración. Es un reconocimiento a un trabajo bien hecho y que marca una dirección en la que seguir trabajando. Nos da credibilidad ante las empresas y ante la comunidad emprendedora. Hay que aprovechar para comunicar a la sociedad qué tipo de universidad queremos ser o estamos siendo.

¿Cómo ha sido el proceso a seguir para obtener el certificado? ¿Cómo eran las evaluaciones?

El proceso empieza en 2017, cuando nos postulamos como candidatos tras una invitación para serlo. ACCEU abre una convocatoria periódicamente. Nos invitaron y lo hicimos en abril de 2017 e iniciamos en agosto de ese mismo año el proceso.

A partir de ahí, ACCEU nombra un comité de evaluación formado por tres expertos internacionales que va a evaluar la memoria inicial que nosotros hicimos en 2018, donde recogíamos evidencias sobre cinco temáticas que la emisora del sello consideraba como indicadoras de ser una universidad emprendedora: compromiso político y orientación estratégica real; unos recursos humanos que reúnan la calidad, las características para ser emprendedores; unos resultados en materia de investigación, educación y transferencia; había que identificar los servicios, las infraestructuras que tiene la universidad para acceder al sello y, muy importante, mostrar evidencias del impacto que tiene nuestra actividad en el entorno, cuáles son los resultados de lo que hacemos.

Esa memoria anual fue evaluada y nos pidieron más información adicional. Vino un comité de visita para validar todos nuestros argumentos como ciertos y válidos entrevistando a todos los actores implicados. Tras todo esto se emitió una decisión favorable. El proceso ha durado unos tres años en total.

Hábleme de ACCEU, la entidad emisora del sello.

ACCEU es una entidad internacional que tiene sede en cuatro países: Holanda, Alemania, Malasia y México. Nace con el propósito de crear el único sello a nivel global que existe para acreditar el rendimiento de las universidades en materia de innovación y emprendimiento. ACCEU surge como proyecto interno de una asociación mayor que es la UIIN (University Industry Innovation Network), una red mundial de empresas y universidades, donde surge la posibilidad de emitir un sello para lasque lideran proyectos emprendedores. Es una entidad independiente que se dedica a gestionar este sello a nivel global.

¿Este sello va a provocar un estrechamiento de vínculos dela UMA con instituciones y empresas más aún de lo que estaba ya?

El sello es un mérito que reconoce la colaboración que hemos desarrollado con la industria y otras entidades colaboradoras pero además esto nos sirve de argumento para seguir creciendo en esta red de relaciones de colaboración que puede tener la UMA, sin duda. Nos da visibilidad e imagen que nos permite mejorar el nivel de interacción con empresas.

¿Qué se necesita para que los estudiantes de la UMA puedan crear sus propias empresas?

La UMA ofrece un entorno donde darles formación para que sean capaces de aprender cómo se genera innovación, cómo se crean nuevos proyectos. Facilitamos procesos de ideación, formación para madurar proyectos que ya tienen, y luego en el campus les ofrecemos espacios de incubación donde pueden desarrollar esos proyectos con mentores y con formación adhoc. Facilitamos instrumentos para el llamado ‘viaje del emprendedor’, las etapas de la iniciativa emprendedora y lo hacemos de forma colaborativa con todos los protagonistas de nuestro entorno: empresas, grandes corporaciones, inversores, agencias públicas, parques tecnológicos, etc. Todos formamos parte de esa red que el estudiante se puede encontrar en su emprendimiento.

Ahora, ¿qué escenario se dibuja para la UMA una vez conseguida la certificación?

Sin duda ahora llega el reto mas difícil. La acreditación genera expectativas y un mayor nivel de exigencia, ahora el reto es mayor, es responder a las expectativas que pueda generar la acreditación y aprovechar las oportunidades de colaboración que la acreditación nos va a dar.

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