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La huella española en los Mares del Sur

La exposición ‘Otros mundos, el Pacífico en Málaga’, con la rica colección de objetos melanesios del ex embajador de la UE Juan Carlos Rey Salgado, es una oportunidad para acercarse a las islas del Pacífico Sur, descubiertas y exploradas para Occidente por España

Juan Carlos Rey Salgado (izq) y Juan Antonio Camiñas, comisario de la exposición, en la Sociedad Económica hace unos días.

Juan Carlos Rey Salgado (izq) y Juan Antonio Camiñas, comisario de la exposición, en la Sociedad Económica hace unos días. / Álex Zea

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Siglos antes que el inglés Cook y el francés Bouganville, los españoles ya habían descubierto para Occidente el inmenso Océano Pacífico y explorado «el 80 por ciento de las islas», recuerda Juan Carlos Rey Salgado, embajador de la UE en Papúa Nueva Guinea y las islas Salomón entre 1996 y 2000.

Este hijo de quien fuera el comandante de Marina de Málaga y que llegó a trabajar como oceanógrafo en el extinto Instituto Oceanográfico del Paseo de la Farola, pone el ejemplo de las islas Carolinas, en honor de nuestro rey Carlos II; las islas Marquesas, en recuerdo del marqués de Cañete y virrey del Perú; las islas Filipinas, en homenaje a Felipe II; las islas Marianas, que recuerdan a la reina Mariana de Austria; sin olvidar las islas Galápagos; la isla de Pascua; la de Juan Fernández; la isla de la Mesa o Volcán -la actual Hawai-; el Estrecho de Torres o por supuesto esa ‘Nueva Guinea’ que acompaña al nombre de Papúa, porque sus habitantes le recordaron a los guineanos al español Íñigo Ortiz de Retes, enviado a esos confines por el explorador malagueño Ruy López de Villalobos.

Expediciones españolas en el Pacífico entre 1520 y 1794.

Expediciones españolas en el Pacífico entre 1520 y 1794. / Wikipedia

En nuestros días, Juan Carlos Rey ha vuelto a sus quehaceres diplomáticos pero de forma simbólica, al convertirse en ‘embajador en Málaga’ de la fascinante Melanesia, una de las tres partes en que se dividen los Mares del Sur - llamados por un historiador británico ‘El lago español’- junto a la Micronesia y la Polinesia.

Una selección de unos 80 utensilios y objetos tradicionales melanesios de Papúa Nueva Guinea y las islas Salomón, que forman parte de su colección de cerca de 400 piezas, pueden verse en la exposición ‘Otros mundos, el Pacífico en Málaga’, hasta el 31 de julio en la Sociedad Económica de Amigos del País.

La muestra, organizada por la Academia Malagueña de Ciencias y la Sociedad Económica, se completará a partir de mañana lunes 12, y hasta el 31 de julio, con una exposición de fotografías de Papúa Nueva Guinea en calle Larios, realizadas por el antiguo embajador de la UE.

Una de las fotos tomadas por el embajador español en Papúa Nueva Guinea.

Una de las fotos tomadas por el embajador español en Papúa Nueva Guinea. / Juan Carlos Rey Salgado

Cuando fue nombrado embajador en el 96, recuerda que «había que llegar a Brisbane - y saltar al otro lado». A Melanesia acudió para gestionar las políticas comunes de la Unión Europea, en un rincón del mundo que aunque alejado de nuestro continente «tiene muchísima relación con Europa», destaca, empezando por esas pioneras exploraciones españolas.

En Papúa Nueva Guinea le aguardaba un país en el que se hablan 817 lenguas y como lengua vehicular el ‘pidgin inglis’, un inglés macarrónico en el que, por ejemplo, un ‘banco’ es la ‘moni haus’.

Aparece el neolítico

Y a solo 20, 30 o 40 kilómetros de la capital, Puerto Moresby, «ya aparece el neolítico, sobre todo en las Highlands, las Tierras Altas», explica Juan Carlos Rey, que muestra un hacha con hoja de piedra que se emplea de arado en la actualidad y que consiguió a cambio de un machete.

Las Tierras Altas, con un clima mucho más frío que la costa tropical, están recorridas por el río Sepik, del que el diplomático recorrió 450 de sus 1.200 kilómetros. Fue en el contacto con los nativos cuando algo que empezó como una curiosidad se convirtió en una colección de gran valor cultural y antropológico estudiada y catalogada. «Vas descubriendo monedas, objetos de decoración, vas descubriendo facetas de los artilugios que utilizan y es algo que te va absorbiendo», confiesa.

Una parte de la exposición en las salas de la Económica.

Una parte de la exposición en las salas de la Económica. / Álex Zea

Mientras habla, en la exposición de la Económica suena una moderna banda sonora de aires tradicionales, compuesta para la ocasión por Pedro Bonet y Adolfo Núñez. «Han recreado los bosques, el río, el silencio y las flautas que usan los nativos. Cada vez que escucho la obra me gusta más», confiesa el académico de Ciencias Juan Antonio Camiñas, antiguo compañero de Juan Carlos Rey en el Oceanográfico de Málaga y comisario de la exposición, que está reconocida por el V Centenario de la primera vuelta al mundo.

Juan Carlos Rey Salgado muestra una máscara mortuoria Tatanúa junto al comisario de la muestra, Juan Antonio Camiñas.

Juan Carlos Rey Salgado muestra una máscara mortuoria Tatanúa junto al comisario de la muestra, Juan Antonio Camiñas. / Álex Zea

«Esta máscara es una maravilla, se llama Tatanúa y teóricamente representa el carácter del difunto. Cuando acaba la ceremonia, que dura tres días, las queman, por eso es muy difícil encontrarlas», cuenta el coleccionista de una de las piezas, también de Papúa Nueva Guinea.

Muy cerca hay un cuenco que consiguió en las islas Salomón, otro nombre debido a los españoles. «El cuenco viene de la isla de Santa Ana, al lado está Santa Isabel, al sur Santa Cruz y luego la isla de Las Palmas. En las islas Salomón es donde más toponimia queda», explica, al tiempo que menciona la isla de Guadalcanal.

Entre las piezas, impresiona un casco ritual de arcilla del pueblo Asaro de las Tierras Altas de Papúa Nueva Guinea, un rostro decorado con muelas de cerdo.

Casco del pueblo Asaro con muelas de cerdo.

Casco del pueblo Asaro con muelas de cerdo. / Álex Zea

Según la tradición oral de los Asaro, el guerrero que introduce la cabeza en el casco es cautivado por un espíritu que le confiere ferocidad y fuerza para el combate; unas contiendas representadas en la exposición mediante flechas, lanzas y escudos.

Canibalismo ritual

Por cierto que todavía subsiste, reducida al mínimo, la antropofagia. «En la época en que estuve hubo algún caso de canibalismo ritual», explica Juan Carlos Rey, que también subraya que la labor de los misioneros ha sido muy eficaz para atajar esta costumbre.

Por otra parte, y dejando atrás estos casos aislados, quiere llamar la atención sobre una sociedad tan distinta de la occidental, «y tan acorde con la naturaleza de la que vive; por ejemplo, el sistema de desechos es cero y ellos mismos se fabrican los objetos y cultivan su huerto».

La huella española en Oceanía continuó hasta el desastre del 98 y la posterior venta de las últimas posesiones a Alemania, aunque prosigue en nuestros días en forma de nombres e historias.

Una de las más curiosas, la dePedro Fernández de Quirós, el primer occidental en llegar a las islas Vanuatu en 1608. El navegante dio a una de ellas el nombre de Austrialia (sic) del Espíritu Santo, en homenaje a la Casa de Austria

De ahí al actual nombre de Australia sólo hubo un paso.