Alimentos
Picotas y calabazas regresan a Lagunillas
El pasado lunes, la Asociación de Vecinos de Lagunillas volvió a repartir fruta y hortalizas, después de que llevara excluida de Bancosol desde abril. La Junta la ha incluido en el programa de reparto gratuito
«Cuando vi llegar toda la fruta y verdura descansé. No podía más; uno no puede luchar contra el hambre y la administración», confiesa Curro López, presidente de la Asociación de Vecinos de Lagunillas Centro.
El pasado lunes, este colectivo que reparte alimentos desde hace 16 años volvió a recibir fruta y hortalizas para todas las familias que atiende. En concreto, llegaron 477 kilos de cerezas y 560 de calabazas a la sede de la calle Poeta Concha Méndez.
De esta forma, se acabaron los cerca de tres meses en los que la asociación ha estado sin fruta ni hortalizas, tras ser excluida de Bancosol el pasado mes de abril, por no haber entregado la documentación que se le pedía, informaba a final de abril a este periódico el presidente del banco de alimentos, Diego Vázquez.
El presidente vecinal de Lagunillas explicó entonces que se debió a la atención a las familias en el arranque de la pandemia: «Éramos una de las cinco asociaciones abiertas en Málaga que repartíamos alimentos. No cogimos la firma de nadie por miedo al contagio, sólo el nombre y el DNI porque no sabíamos lo que era el virus».
La exclusión fue acordada, previo informe de Bancosol, por una resolución de la Dirección General de Ayudas Directas y de Mercados de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, y ha sido ahora la administración autonómica la que ha incluido a la asociación de Lagunillas en su programa gratuito de reparto de hortalizas y frutas frescas.
En concreto, se incorpora al programa de la mano de la ONG Asaec de Carranque y sus siete centros asociados de Málaga, entre los que se encuentra el colectivo vecinal de Lagunillas Centro, junto a Hacienda Cabello, OSAH Española, IncluDD, Animación Malacitana, Sentimiento Churrianero y Nada es imposible.
«Agradecérselo a Málaga»
«Imagínate cómo se lo han tomado las familias. Al final el problema se ha solucionado», se felicita el presidente, que quiere agradecer el apoyo de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Málaga, «y de toda la gente que nos ha estado dando ánimos; quiero agradecérselo a Málaga», subraya Curro López.
Aunque en el arranque de la pandemia llegaron a repartir alimentos de lunes a domingo, en la actualidad los 15 voluntarios que prestan ayuda en la asociación descansan el último día de la semana.
Además, como explica el dirigente vecinal, si bien estuvieron atendiendo a cerca de dos mil familias en los momentos más duros de la pandemia, con la llegada del verano se han dado de baja unas 400 y atienden ahora a unas 1.600. «Con el verano hay más trabajo, se nota un poco la hostelería, pero luego el ‘guantazo’ fuerte será en invierno, cuando vuelva a subir otra vez», indica, al tiempo que recuerda que muchas de las familias que se han dado de baja «nunca antes habían necesitado pedir alimentos».
Curro López subraya que todas las familias que atienden en Lagunillas «han sido derivadas por los Servicios Sociales del Ayuntamiento» y confía en que la provisión semanal de frutas y hortalizas no sufra más otro parón.
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