Un centenar de personas se ha manifestado este viernes en la plaza de la Constitución para pedir libertad y el cese de la dictadura cubana, bajo los gritos de “Alcalde, escucha a los cubanos y únete a la lucha” y “Abajo la dictadura”. Además, los participantes de la marcha, que ha llegado hasta el Ayuntamiento de Málaga, exigen que la comunidad internacional escuche al pueblo cubano y los ayude a que sea posible un cambio en el país.
Al frente de la manifestación y sujetando un cartel en el que se lee “Patria y vida por tu familia y la mía”, un lema que sale de la canción de los raperos cubanos Maykel Osorbo y El Funky para denunciar la falta de libertades en el país, se encuentra Ingrid de Jesús Hernández. “Queremos acabar con la dictadura, porque nos está reprimiendo y no respeta nuestros derechos humanos. Llevamos así 62 años”, cuenta.
La cubana explica que, aunque antes eran una minoría, ahora la lucha se está extiendo a todo el pueblo: “Han ocurrido muchos genocidios que no salen en los medios de comunicación. Allí no existe la libertad de asociación, la de prensa ni la de expresión, una libertad que según considera es de las más importantes que ha de tener una persona. Por eso estamos aquí, exigimos que todo esto cambie y los cubanos lo estamos pidiendo en manifestaciones en Málaga, Alicante, Madrid, Barcelona y en muchos otros sitios”, afirma Ingrid.
Más atrás, acompañado de una bandera cubana, se encuentra Carlos Luis Díaz, un expreso político que ahora mismo está exiliado en España. El cubano, que estuvo 19 años y tres meses recluido por “pensar diferente”, denuncia el silencio de los países y sus gobiernos durante tantos años: “La gente piensa que el abuso y los maltratos de la dictadura nacieron el 11 de julio, pero eso no es cierto. Llevamos 62 años de abusos, represiones, encarcelamientos, limitaciones y ajusticiamientos. Nos alegramos de que la gente sepa ahora lo que está pasando en Cuba”.
Carlos ha sentido el apoyo de los vecinos de la provincia a pesar de su incertidumbre con la situación actual: “Los malagueños están desinformados y muchos se descolocan cuando nos ven. La mayoría de personas piensa que Cuba es un paraíso desde un hotel, pero lo que pasa es que Cuba es todo lo que hay detrás de ese hotel. Aún así, se paran a mirar y nos aplauden. Eso nos llena de satisfacción, porque al menos nos están escuchando”.
