Travesía Marcos Zapata

Una travesía para el arrastre

Los vecinos reclamaron a fines de 2019 el arreglo a fondo de esta pequeña calle de El Palo, que sólo se ha asfaltado una vez, hacia 1986. El empleo de la vía como desvío temporal del tráfico, por obras en la vecina calle Luis Taboada, ha encendido las críticas de los vecinos, que reclaman otra ruta.

José Olivero, ayer en la deteriorada Travesía de Marcos Zapata, que se ha convertido en desvío por las obras en Luis Taboada y se ha acrecentado el tráfico

José Olivero, ayer en la deteriorada Travesía de Marcos Zapata, que se ha convertido en desvío por las obras en Luis Taboada y se ha acrecentado el tráfico / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Pese a que los vecinos de la pequeña Travesía de Marcos Zapata, en El Palo, ni querían caldo, ahora mismo tienen dos tazas.

«Es escandaloso: mira el tráfico», comentaba ayer lunes José Olivero, vecino desde 1985 de esta travesía que enlaza la calle España con la calle Marcos Zapata.

Desde hace dos semanas, la Travesía de Marcos Zapata es desvío obligatorio, a causa de unas obras de Emasa en la vecina calle Luis Taboada. El inusitado aumento del tráfico ha puesto de relieve, todavía más, las deficiencias de esta travesía, que como recuerda José Olivero, sólo se ha asfaltado en una ocasión, en 1986 y desde entonces exhibe los ‘costurones’ de varias canalizaciones.

El pésimo estado de la calle empujó a todos los vecinos a firmar un escrito al Ayuntamiento, en diciembre de 2019, en el que mencionaban el «roturado y parcheado» de una vía con un saneamiento de la red general «muy antiguo» y con problemas.

Los vecinos pedían al Consistorio el asfaltado completo, una nueva red de saneamiento y si fuera posible, soterrar la red eléctrica y la del teléfono, cuyos postes impiden el paso por unas aceras de medio metro de ancho (la calle, medida ayer con cinta por José Olivero, sólo tiene de pared a pared 4.90 metros).

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Detalle de algunos socavones y de una vecina con carrito de la compra por la calzada / A.V.

Además, pese a su escasa anchura, se permite aparcar en la acera de los impares, aunque no esté regulado, lo que provoca riesgos a quienes dejan los automóviles: «Los espejos retrovisores se rompen, los coches se arañan y en una ocasión se quedó atascado un camión y casi destroza un balcón». Por todo ello, este vecino cree necesario que se regule el tráfico.

El escrito vecinal de 2019 fue respondido con un pequeño parcheo que no se pudo completar «porque había coches aparcados». La paradoja es que, como se ha convertido en desvío provisional por obras, el Ayuntamiento ahora ha prohibido aparcar y en la calle se aprecian con nitidez los baches.

Ayer por la mañana un agujero profundo aunque de pequeño tamaño podía verse en mitad de la calzada. «Cualquiera que pase en moto se cae», advertía una vecina. A este respecto, visitó ayer la zona un técnico municipal que se puso en contacto con Emasa para que examinara el problema.

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Agujero en mitad de la calzada / A.V.

Con respecto al aumento del tráfico -situación que continuará los próximos dos meses, informan fuentes de la obra- critican que la concentración de gases les obliga a cerrar las ventanas , aparte del riesgo para quienes, por la impracticabilidad de las aceras, deben andar por la calzada.

Por este motivo, piden al Consistorio que estudie otro desvío hacia la calle Conde de las Navas, destino de casi todo el tráfico actual. Y si no fuera posible, reclaman que se limite el paso de camiones y furgonetas.

Respuesta del Ayuntamiento

El concejal de Málaga Este, Carlos Conde, contestó ayer que se inspeccionará la calle por si fuera necesaria «una pequeña actuación» y si hiciera falta más, tendría que tratarse de un proyecto de Urbanismo. Conde señaló que trasladará a Emasa «que redoblen los esfuerzos» para acabar las obras de Luis Taboada «cuanto antes» y pidió que la petición de no aparcar en la calle tenga el mayor consenso vecinal posible.