Crónicas de la ciudad

Una sencilla travesía con la Virgen del Carmen

La asociación vecinal Rebalaje de El Palo organizó una modesta travesía marítima con una pequeña imagen de la Virgen del Carmen en la proa de una barca de jábega

La ‘Rosario y Ana’, antes de echarse a la mar el pasado día del Carmen, con la pequeña imagen de la Virgen en la proa

La ‘Rosario y Ana’, antes de echarse a la mar el pasado día del Carmen, con la pequeña imagen de la Virgen en la proa / L. O.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En estos tiempos pandémicos la ausencia es doble. Por un lado, la de las personas que se ha llevado por delante este virus, que ha demostrado una vez más la verdad que escondía el relato fantástico ‘La guerra de los mundos’, de H.G.Wells.

Por otro, la ausencia de las celebraciones que marcan el calendario y de paso, nuestra vida. En todo caso, los malagueños encuentran pequeños resquicios para, al menos, dejar constancia del día de fiesta y en particular de uno tan querido como el Día del Carmen.

Es lo que, en coordinación con el Distrito de Málaga Este, pudo hacer el pasado 16 de julio la Asociación Vecinal Rebalaje del Palo, en colaboración con los Astilleros Nereo de Pedregalejo y la Asociación de Vecinos Zona Popular del Palo. Ese día, unas 25 personas asistieron en los astilleros a una misa en homenaje a los trabajadores sanitarios y en recuerdo de los fallecidos por la Covid. Fue una misa celebrada a cielo abierto por el padre Lorenzo de Portada Alta.

A continuación, se botó en la playa de Pedregalejo una ‘barcarola’, «el nombre que le hemos puesto porque no es una chalana ni una jábega», explicaba ayer Alfonso Sánchez-Guitard, de Astilleros Nereo.

También se quiso celebrar una modesta pero preciosa travesía marítima con seis embarcaciones en total, encabezada por la barca de jábega ‘Rosario y Ana’, de Fernando Dols, que acogía una imagen en miniatura de la Virgen del Carmen. La imagen, por cierto, se la encontró Manuel Benavides, presidente de Rebalaje, tirada entre dos coches y le faltaba un brazo. Como explica, estuvo 28 años en su mesita de noche y finalmente encontró su destino.

Durante la corta travesía en dirección al Candado, en cada cala se hizo una ofrenda floral y al llegar al Puerto del Candado se lanzaron fuegos artificiales en honor a la Patrona de los Pescadores. Fue una celebración modesta y compelida a las restricciones de la pandemia, que quiso homenajear a la Virgen del Carmen pero también a los esforzados sanitarios y a tantos seres queridos que se llevó la pandemia.

Quién sabe si esta preciosa travesía, apunta el responsable de Nereo, no es el primer paso, en tiempos futuros y mejores, para organizar una procesión infantil y marinera en los días próximos al 16 de julio. Todo se andará y sobre todo, se remará .

Regresa

Los vecinos del Mayorazgo han vuelto a denunciar, como ya hicieron a finales de abril, la acumulación de basura en la avenida de las Caballerizas.