Terremotos

La actividad sísmica del mar de Alborán no da tregua

El Instituto Geográfico Nacional detectó ayer dos nuevos seísmos, con 3,2 grados el mayor de ellos

Un seísmo de magnitud 6 sacude las aguas de Fiyi en el Pacífico Sur

Un seísmo de magnitud 6 sacude las aguas de Fiyi en el Pacífico Sur

La Opinión

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) informó ayer, domingo, de una nueva serie de movimientos sísmicos con epicentro en el sur del Mar de Alborán, tras los más de diez seísmos detectados este pasado sábado, el primero y mayor de ellos con una magnitud de 4,9 grados en la escala de Richter. En este caso, el mayor de los seísmos registrados este domingo ha alcanzado una magnitud de 3,2 grados.

Según los datos publicados por el Instituto Geográfico Nacional, tras la serie inicial de seísmos detectada este pasado sábado, con un terremoto de 4,9 grados de intensidad según el cálculo revisado a las 13.20 horas, seguido de una decena de réplicas de menor magnitud; esa misma jornada eran registrados varios movimientos más de entre 2,5 y 2,8 grados de intensidad, casi una decena, hasta las 21.05 horas.

Ya ayer, domingo, el Instituto Geográfico Nacional ha dado cuenta de siete nuevos seísmos en la zona sur del mar de Alborán entre las 4.23 y las 16.08 horas, todos ellos con una magnitud de entre 2,5 y 2,9 grados en la escala de Richter salvo el penúltimo, que ha alcanzado una intensidad de 3,2 puntos, siendo detectado el mismo a las 9,30 horas del tiempo universal.

Estos movimientos sísmicos se suman a la serie de terremotos detectada en los últimos meses en la zona sur del Mar de Alborán, que entre el 17 de abril y el pasado 12 de agosto contabilizaba unos 1.500 terremotos de diversa intensidad, algunos de los cuales fueron sentidos en Melilla, Almería, Granada o Málaga.

El Mar de Alborán es una de las zonas de mayor movimiento sísmico de España y uno de los puntos más sensibles del mundo. Suelen producirse decenas de movimientos diarios, aunque la mayoría de ellos son tan leves o a tanta profundidad, que apenas se notan en la superficie. El Instituto Geográfico Nacional lleva un registro pormenorizado de estos movimientos. De hecho, sólo este sábado, cuando se registró un movimiento de 4.9 de magnitud que se dejó sentir en Málaga, Granada y Almería, se tenían contabilizados 48 movimientos. Las causas de este intenso movimiento hay que buscarla bajo el mar, donde el Instituto Geográfico Nacional ha lanzado varias misiones para estudiar el fondo marino.

Históricamente han ocurrido grandes terremotos al norte del mar de Alborán como el terremoto de 1522 con 1.000 víctimas mortales y la caída de la mayor parte de las casas de Almería y Ugíjar (Granada) o el de 1680 que produjo 70 muertos y la destrucción del 20% de las casas de Málaga. En los últimos 100 años se han detectado multitud de terremotos superficiales principalmente al noroeste de la falla de Carboneras y en la zona de Alhucemas y falla de Al Idrisi, como por ejemplo el terremoto de magnitud 6,2 en 2004 que causó 600 víctimas en Marruecos y el terremoto de magnitud 6,3 en 2016 un poco más al norte. La existencia de un conjunto significativo de terremotos de profundidad intermedia (40-120 km), cuyos epicentros se alinean con una dirección diagonal desde Málaga hasta la costa de Marruecos, y de otros que ocurren de manera esporádica con más de 600 km de profundidad, con epicentros en tierra al sur de Granada, como el de magnitud 7,1 en 1954 y magnitud 6,2 en 2010, ha dado lugar a distintas teorías sobre las que todavía no existe un acuerdo unánime. Algunas de las más aceptadas son la existencia de una subducción de la litosfera oceánica del Atlántico bajo el arco de Gibraltar con un buzamiento hacia el este que se hace vertical en profundidad o la ocurrencia de procesos de delaminación bajo el mar de Alborán.

La convergencia entre las placas de Eurasia y África en la región tiene una tasa de movimiento de 5 mm/año, se encuentra en el origen de los principales movimientos registrados, con la presencia de la falla Al-Idrissi, descubierta hace dos años por una expedición de investigación en el Mar de Alborán a bordo del Hespérides y tras el terremoto del 25 de enero de 2016. Esta falla es vista como uno de los principales elementos que influyen en la recurrencia de los movimientos sísmicos en la zona. Cruza la parte central del mar, en el límite de ambas placas, y es la estructura tectónica activa más larga de la región, con unos 100 kilómetros de longitud. Hay otras dos estructuras tectónicas que destacan, la cresta de Alborán y el monte submarino de Francesc Pagès, cordilleras submarinas de unos 100 km y 20 km de longitud respectivamente con orientación Noreste-Suroeste y delimitadas al norte y al sur por fallas inversas.