Hábitos

¿Cómo afrontar la vuelta a la rutina tras el verano?

Una buena organización es fundamental para recuperar los hábitos previos a las vacaciones. Evitar las frituras, cocinar al vapor, hacer ejercicio o beber agua son algunas recomendaciones

Dejar el coche y caminar es un hábito sencillo que puede servir para recuperar la forma después de las vacaciones. | GREGORIO MARRERO

Dejar el coche y caminar es un hábito sencillo que puede servir para recuperar la forma después de las vacaciones. | GREGORIO MARRERO / Belén Jiménez. Málaga

Belén Jiménez

Ahora que las vacaciones se han terminado para la mayoría y a pocos días de la vuelta al cole, es el momento perfecto para volver a recuperar la rutina. En las consultas de los especialistas están notando una fuerte demanda de aquellas personas que buscan cambiar su estilo de vida tras el verano. «En septiembre se ve una subida muy drástica de pacientes, algunos de ellos vienen en base a patologías previas, mientras que otros buscan una educación nutricional, ya que les resulta difícil volver a la rutina», asegura a La Opinión de Málaga Nerea Martín, nutricionista del hospital Quirónsalud en Málaga.

En septiembre las consultas de los especialistas se llenan más de propósitos saludables que en enero: para muchos, el año comienza con la vuelta de las vacaciones de verano. «Desde el punto de vista del estilo de vida, la gente suele cambiar más en verano que después de Navidad, y es porque la gente se pone propósitos de cambio para cumplirlos durante todo el curso que entra», comenta Daniel Cabo, endocrino del hospital Quirónsalud Málaga.

Más de una fritura malagueña, las barbacoas entre amigos y las reuniones familiares han ocasionado que la salud pase a estar en segundo plano, dejándola como recuperación en septiembre. «En verano, se tiende a estar más sedentario, a comer más, a movernos menos, tendemos a aumentar de peso y esto puede desajustar un poco el metabolismo en ese sentido», comenta Daniel Cabo. «En general, el verano es un periodo que mucha gente se relaja y tiende a desinhibirse de la rutina de invierno y la readaptación es necesaria», añade.

Una vuelta a la rutina adecuada, según el endocrino y la nutricionista, debe ser progresiva, para evitar así lesiones que puedan perjudicar a la salud. «Hay que tener en cuenta que volvemos de una época de tranquilidad como es el verano y por ello, habrá que recuperar la rutina poco a poco, porque probablemente estamos desentrenados del deporte que hemos hecho antes, o tenemos más peso, por lo que nos podemos lesionar si somos más agresivos en la recuperación», afirma Daniel Cabo.

De este modo, ambos profesionales sostienen que la organización es fundamental para recuperar la rutina previa del verano. Establecer un horario que cuente con las comidas, el trabajo y el ejercicio es la mejor forma para volver, aunque siempre se deberá llevar a cabo una buena conducta con el fin de evitar un abandono de los nuevos hábitos que se establecen tras el verano.

Vuelta a la alimentación sana

Profundizando en la alimentación, Nerea Martín recomienda el plato de Harvard, una guía para crear comidas saludables y equilibradas. Se trata de un método que divide la comida en tres partes: el 50% del plato debe corresponder a verduras que aportan minerales, vitaminas y agua, en este apartado se incluye también la pieza de fruta tras la comida; el 25% estará destinado a las proteínas; y el 25% restante pertenece a carbohidratos que siempre se controlarán.

Asimismo, la nutricionista aconseja cocinar al vapor, a la plancha o al horno, evitando así las frituras, las salsas y las comidas grasientas. De este modo, la especialista recalca la importancia de conocer aquello que se lleva al plato y, para ello, se aconseja mirar las etiquetas de los productos. «Si a partir de cinco ingredientes hay muchos más, será mejor que no lo compres», asegura Nerea Martín.

La nutricionista también destaca la práctica de deporte diario como complemento a una alimentación saludable, que en el caso de que no se pueda ejercer, intentar sustituir los hábitos menos beneficiosos con algunos que supongan una práctica física. «Si no tenemos tiempo, tenemos que apostar por lo mismo de siempre: no coger tanto el coche, subir por las escaleras en vez de por el ascensor, ir andando al trabajo, andar esos 10.000 pasos que siempre nos recomiendan hacer», sostiene Nerea Martín.