Incendio forestal
Sierra Bermeja ya sufrió dos incendios relacionados con cultivos de marihuana
Abiertas todas las hipótesis en la investigación para esclarecer la motivación de un incendio provocado en dos focos separados por cuatro kilómetros
Sierra Bermeja es una tierra acostumbrada al fuego. De hecho, en la historia más reciente se recuerdan incendios de más de 1.000 hectáreas en 1975, en 1991, 1994, 1995 y 1999. Este mismo año, esta sierra salpicada de pinos, alcornoques, castaños y pinsapos, ya había sufrido dos incendios forestales previos al gigante abrasador de las últimas dos semanas. Ninguno de ellos intencionado pero ambos relacionados con plantaciones ilegales de marihuana.
El primero se detectó el pasado mayo en Genalguacil, en el que la hipótesis de causa es la preparación de alimentos de los supuestos trabajadores a cargo de un cultivo de marihuana muy incipiente.
En julio, en el municipio de Jubrique, se tuvo que actuar sobre otro incendio provocado por el tubo de escape de un generador eléctrico que se utilizaba para bombear agua destinada al riego de otra plantación ilegal.
«En un caso fue un accidente y en otro caso fue una imprudencia, una negligencia», explica José Luis Mérida, coordinador provincial adjunto de agentes de Medioambiente al frente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF).
Efectivos del Plan Infoca junto a agentes de Medioambiente se volcaron con ambos fuegos, que afectaron a entre 300 y 400 hectáreas.
En cuanto a las causas que están detrás del último incendio, que se ha extendido a lo largo de casi 10.000 hectáreas, la investigación que están desarrollando la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) junto a efectivos del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza, una especialidad de la Guardia Civil), está centrada en esclarecer la motivación de un incendio que fue provocado y, por ahora, todas las hipótesis están abiertas según José Luis Mérida.
«A escala de paisaje, no hay mosaico, no hay aprovechamiento. Si no tocamos tendremos incendios como este o peores»
«Hay una cosa cierta: no hubo tormenta, no hay causa natural, por lo tanto, la causa y el causante es antrópica, es causada por el hombre, sea imprudencias, intencionales o sean accidentales. Se está investigando sobre intencionalidad, la motivación es ahora mismo donde están todas las líneas abiertas».
Posibles móviles
En las últimas semanas se ha especulado que tras el incendio pudiera estar, de nuevo, la actividad del narcotráfico o incluso que se desprendiese de una disputa vecinal por asuntos como las lindes y los límites de las fincas, aunque, de momento, ni desde la BIFF -dedicada a estudiar la prueba material, las evidencias y los daños en flora y fauna- ni desde la comandancia de la Guardia Civil -centrada en la prueba personal, los causantes- hacen declaraciones al respecto, ya que se trata de una investigación secreta y que aún se mantiene abierta.
Hasta el momento, lo que se conoce con total certeza es que el fuego se inició en dos focos simultáneos en Genalguacil, separados unos cuatro kilómetros por la misma carretera, donde pudieron haber participado una o varias personas.
«En el foco más al norte llegó un retén a los 15, 20 minutos de detectarse el incendio. Y en el otro foco llegó otro retén alrededor de las 11 de la noche. Uno entró desde Genalguacil y otro desde Estepona», relata Mérida.
En cuanto al perfil del autor u autores de este gran incendio, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, manifestó que debía de ser una persona «con formación» pero, según el coordinador provincial adjunto de los agentes de Medioambiente en Málaga, basta con tener «cultura de campo».
«La gente de campo ha manejado el fuego toda su vida. No saben leer y escribir probablemente, sin embargo, tienen una cultura de campo tremenda de la que hay mucho que aprender», señala Mérida.
Invertir en el campo
Según José Luis Mérida, en la provincia de Málaga, en torno al 70% del monte es privado y el 30% es público. Por ello es necesario invertir en que la población propietaria no abandone sus tierras porque pueda sacarle un rendimiento económico, a través de la ganadería, de la madera, la leña... y otras actividades en declive actualmente.
«Ahora mismo hay una línea desde Estepona hasta Ronda, pasando por la Sierra de las Nieves hasta llegar a Campillos de 200.000 hectáreas que se pueden ir en un incendio», alerta Mérida. «A escala de paisaje, no hay mosaico, no hay aprovechamiento. Si no tocamos tendremos incendios como este o peores».
Sólo cinco agentes forestales en el Valle del Genal
El entorno de Sierra Bermeja calcinado por las llamas corresponde a la unidad biogeográfica 5, que engloba dos unidades integrantes, dentro de la división del territorio donde operan los agentes de Medioambiente. Esas dos unidades son la del Valle del Genal y la de Guadiaro.
«En el Valle del Genal, nominalmente, ahora mismo hay cinco agentes destinados, que están operativos cuatro. De esos cuatro hay un coordinador provincial adjunto y tres agentes para un espacio de unos 20 municipios, de toda el área del Valle del Genal», detalla José Luis Mérida. En la de Guadiaro hay 7 agentes.
En cuanto el litoral occidental, hay cinco agentes, desde Marbella, Estepona, Istán, Casares, Manilva, Benahavís. Además de lo forestal, atienden otras áreas como vertidos, fauna y flora.
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