Coyuntura económica

El repunte turístico permitirá a Málaga crecer este año por encima de la media nacional y andaluza

El Colegio de Economistas dice que el PIB subirá un 6,6%, frente al 5,8% de España y el 5,9% de la comunidad - Para 2023 se podría recuperar el nivel de actividad prepandemia - Advierten de que el fenómeno okupa puede dañar al turismo residencial

Bañistas en una playa de Málaga, este verano.

Bañistas en una playa de Málaga, este verano. / Álex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El Colegio de Economistas de Málaga ha augurado este viernes que la economía de la provincia crecerá este año un 6,6%, un nivel que se situará por encima tanto de la media calculada para el conjunto nacional (5,8%) como andaluz (5,9%). El mayor crecimiento del PIB malagueño estará basado precisamente en su fortaleza turística, una industria que, según los economistas, se está recuperando de la pandemia y de las actuales turbulencias geopolíticas a mucho mejor ritmo que otros sectores como el industrial. Así, si el PIB de Málaga cayó en mayor medida que el de España y Andalucía en el pésimo ejercicio de 2020 (se redujo un 14%, cuando en la comunidad y el país lo hizo algo por encima del 10%) debido al peso del turismo en su economía, ese mismo factor le está sirviendo ahora para recuperarse a mayor velocidad.

Las expectativas del Colegio son que en 2022 el comportamiento de la economía malagueña, si todo va bien, sea más o menos el mismo, con lo que para el año 2023 se podría haber recuperado ya los niveles de actividad previos al estallido de la crisis sanitaria.

El decano del Colegio, Juan Carlos Robles, ha afirmado que, paradójicamente, la particular configuración del tejido productivo malagueño (dominado por el sector servicios y con poco peso de la industrial tradicional) ha servido en este caso de factor acelerador del crecimiento, permitiendo a Málaga desmarcarse en positivo del ritmo de recuperación más pausado que presenta la economía española. Así, la reactivación del turismo de la Costa del Sol, sobre todo por la llegada de visitantes nacionales, ha sido evidente. De hecho, el turismo se mueve ya en niveles del 60% de actividad en relación al año 2019, que marcó el máximo histórico de afluencia de turistas. Además, las previsiones indican que la temporada alta puede prolongarse este año a lo largo del otoño, con posible buena afluencia de británicos y alemanes conforme acaben las restricciones.

En lo referente al mercado laboral, y pese a la reducción del paro registrado en los últimos meses (ahora hay algo más de 146.000), Málaga aún se encuentra a casi un 9% de las cifras de paro registradas prepandemia. En cualquier caso, la velocidad de reducción del desempleo en Málaga ha sido el doble que en el resto del país. En cuanto al número de trabajadores, ya hay casi las mismas personas cotizando en Málaga que antes de la pandemia (la cifra actual roza las 646.000), con una diferencita tanto en la provincia como en España de apenas el 0,5%. "Pese a que el efecto sobre el descenso del número de afiliados fue muy superior en Málaga que en el resto de España, dada la velocidad de recuperación a estas fechas se mantiene similar a la media nacional", apunta el Colegio.

Se evidencia así, según los economistas, el carácter procíclico de Málaga. Es decir, que cuando llega una crisis es una de las primeras zonas en sufrir sus efectos y de forma más pronunciada, pero al mismo tiempo, es también uno de los territorios que empieza a recuperarse antes y de manera más intensa en cuanto las circunstancias lo permiten. "Ya nos pasó con la crisis de 2008 y con la reactivación que hubo unos años después. Somos ahora mismo una especie de isla con mejor comportamiento que el resto del territorio", ha recordado Robles, acompañado por el presidente de la Comisión Financiera del Consejo general de Economistas, Antonio Pedraza, y por el jefe de estudios del Colegio, Fernando del Alcázar. A su juicio, España esta creciendo de hecho por debajo de lo esperado, ya que las previsiones iniciales del Gobierno para España eran del 9% para 2021 algo que, si no cambian mucho las cosas en los meses que faltan, va ser difícil de cumplir, según los economistas.

El turismo en Málaga, además, no está sólo sino que se encuentra cada vez más acompañado por segmentos pujantes como el agroalimentario (que tanto en 2020 como en 2021 vienen marcando récords de exportación) o el tecnológico, catapultado por la actividad de las más de 620 empresas del Málaga Tech Park y por la hornada de startups malagueñas que se reparten por la ciudad. De hecho, los economistas consideran que Málaga es actualmente es el tercer gran foco de atracción de inversiones e innovación, tras Madrid y Barcelona, ciudad ésta última a la que ven algo "desinflada".

Antonio Pedraza, Juan Carlos Robles y Fernando del Alcázar.

Antonio Pedraza, Juan Carlos Robles y Fernando del Alcázar. / La Opinión

"La conclusión general es que Málaga está manteniendo un crecimiento más sostenido y acentuado que el resto del país. El peso de los servicios es muy fuerte en la provincia, y éste es un segmento que se recupera más rápido los vaivenes", han afirmado. En cambio, la industria, más presente en otras zonas del país, está actualmente lastrada por los actuales problemas internacionales derivados del ámbito energético o por las dificultades en los suministros de materias primas.

En cuanto al sector inmobiliario, Pedraza ha explicado que la actividad del mercado está siendo buena, con subida tanto en la venta de viviendas como en la firma de hipotecas. Eso sí, ha advertido que el fenómeno okupa supone una amenaza para la imagen de España y zonas como la Costa del Sol.

"Es una tema que nos preocupa mucho por la inseguridad jurídica que genera en el inversor extranjero interesado en comprar casa en Málaga. Noticias de viviendas okupadas ya han llegado los medios de comunicación nórdicos y británicos y eso puede crear un clima negativo. Corremos el riesgo de que las compras bajen y de que algunas personas con casa aquí la pongan a la venta", ha advertido Pedraza. Algunos estudios señalan que el turismo residencial supone de un 12% a un 15% de los ingresos del sector en general.

"Es importante cuidar mucho este tema porque el turista residencial suele venir en otoño e invierno y sirve para desestacionalizar la temporada turística", ha añadido Pedraza.