Memorias de Málaga

Los nombres que se mueven

A lo largo de los años cambian los nombres de las calles, de las plazas, de las compañías y de los equipos de fútbol y lo que cambia de forma impepinable con cada legislatura son los nombres de muchos de los ministerios

Edificio de la antigua Eléctrica Malagueña, luego Hidroeléctrica del Chorro, en la calle Maestranza, de 1922.

Edificio de la antigua Eléctrica Malagueña, luego Hidroeléctrica del Chorro, en la calle Maestranza, de 1922. / Arciniega

Guillermo Jiménez Smerdou

Cuando yo era chico (sigo siendo chico con respeto al sexo) la empresa que suministraba energía eléctrica a Málaga era la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, S.A. Tenía la sede en la calle Maestranza y la energía la obtenía del pantano del Chorro. En 1967 fue absorbida por Sevillana, una empresa más fuerte.

A los de mi edad nos costó trabajo asimilar el nombre de la nueva empresa suministradora. Seguíamos fieles al Chorro, pero con el tiempo nos acostumbramos a Sevillana. Y cuando aceptamos la nueva denominación, Endesa absorbió o compró Sevillana.

Muchos malagueños todavía no hemos asimilado el nuevo nombre, porque, por ejemplo, las tapas de hierro de los registros que están en las calle llevan el nombre de Sevillana. Ya veremos si la actual eléctrica cambia de nombre o es absorbida por otra.

Los cambios de nombre de muchas grandes empresas son frecuentes por fusiones, ventas, estrategia comercial o por lo que sea, como en el caso del gas.

Cuando yo era chico (sigo con los tiempos casi prehistóricos) el gas que ponía en funcionamiento las farolas de la vía pública llevaba el nombre de su inventor, un francés llamado Lebon. Del Gas Lebon pasó después a Gas Ciudad, más tarde Gas Natural… y ahora Naturgy, que suena a inglés. Pero los usuarios nos limitamos a decir gas sin más aclaración, porque los otros gases tienen apellido, como gas butano, propano y el gas firpe, que no llegó a cuajar y que instaló sus oficinas y venta de las cocinas en la calle Torre de Sandoval. El gas que no ha cambiado es el del agua embotellada y el de los desaparecidos sifones o soda.

Y desde que firmé el primer contrato para que me instalaran en mi casa un teléfono allá por 1958, y me asignaran el fácil número de retener en la memoria (el 25-15-10), he sido fiel cliente de Telefónica que ahora se llama Movistar. No sé qué significa el nuevo nombre ni voy a perder el tiempo en averiguarlo. La Telefónica es la Telefónica como el pan cateto es el pan cateto.

Más cambios

La cementera que está en La Araña ha sido conocida siempre por la fábrica de cemento, cementos Goliat y, el pueblo, por comodidad, la bautizó como la Porla (malagueñismo de Port-land). Ahora es la Heidelberg Cement Group. Aunque cambie de nombre diez veces más, para los malagueños será la Porla con la «torre de los chinos» de apéndice.

La sede de la Seguridad Social fue antes Instituto Nacional de Previsión, origen de la Seguridad Social. Todavía alguien sigue aferrado a la denominación original cambiando Previsión por Perdición. Pero si nos remontamos a tiempos pretéritos, el lugar era conocido por la Casa de la Perra Gorda.

Para los que no lo sepan aclararé que ese edificio albergó el primer paso que dio a lo que después se transformó en nuestra Seguridad Social. Los primeros mutualistas o futuros jubilados pagaban diez céntimos al mes para ‘disfrutar’ de una jubilación merecida. La moneda de diez céntimos era conocida por perra gorda, y la de cinco céntimos, por perra chica. La perra gorda, aunque cuesta trabajo creerlo, era dinero en una sociedad en la que un sueldo de cincuenta pesetas mensuales era corriente.

El Campo de Aviación de Málaga se convirtió con el tiempo en Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, y la terminal 3, es la Pablo Ruiz Picasso. Pero entre una y otra denominación se llamó El Rompedizo, el Aeródromo, el Aeropuerto García-Morato, Málaga (sin añadido alguno)… y quizá se me haya olvidado alguna otra denominación.

Otros ejemplos de cambio de nombre: empezó a llamarse Hiper, después Pryca, ahora Carrefour; el Hospital Carlos Haya, ahora Hospital Regional; el equipo de fútbol Español de Barcelona, ahora Espanyol; el Gerona, Girona; el Osasuna, Osasuna sin el artículo por delante… y el antiguo Malacitano, Málaga CF.

lOS NOMBRES que SE MUEVEN

Antigua torre de control y terminal de pasajeros del Rompedizo, en el Museo Aeronáutico de Málaga. / Patricia Moreno

Las prolongaciones

La Alameda Principal (ya ha perdido lo de Principal) se llamó Salón Bilbao, después Alameda, más tarde Alameda de Pablo Iglesias, le sustituyó avenida del Generalísimo Franco, volvió a ser Alameda y cuando se arrasó parte de El Perchel y se alargó hacia Carranque, en lugar de seguir siendo Alameda, al nuevo espacio se le endosó Prolongación de la Alameda, y como siguió creciendo, después Prolongación de la Prolongación. Para acabar con tanta prolongación se le eligieron dos o tres nombres más, Avenida de Andalucía, Blas Infante… Los malagueños seguimos con lo más sencillo: la prolongación.

El proyectado hotel de cuatro o cinco estrellas en el deshabitado Palacio de la Tinta todavía está en fase de proyecto, porque no hay ni siquiera un cartel que anuncie su modificación. No tiene nombre que yo sepa. Pero seguro que los malagueños le seguirán llamando Palacio de la Tinta.

Y al antiguo Hotel Caleta Palace, hoy Subdelegación del Gobierno en Málaga, al que una generación le seguirá identificando como el 18 Julio, se encuentra junto a un edificio que tiene nombre propio hasta cuando sea, que puede ser cuando el crecimiento del mar sea tal que engulla el paseo marítimo, el Hotel Miramar y todas las construcciones existentes en el litoral. ¡Ah! Ese edificio es La Casa de los Fantasmas.

lOS NOMBRES que SE MUEVEN

Derribos en El Perchel en 1974, por las obras de la Prolongación de la Alameda. / A. V.

Los ministerios

Los cambios en los nombres de los ministerios españoles están regulados por los relevos que se producen cada cuatro años. Cada vez que se constituye un nuevo Gobierno de la nación, los ministerios no solo cambian de titular sino de nombre: el antiguo ministerio de la Gobernación se transformó en Interior; los de Ejército, Marina y Aire solo en uno: Defensa.

Hasta no hace mucho respondían a unos enunciados claros, como Asuntos Exteriores, Justicia, Hacienda, Agricultura, Obras Públicas, Comercio, Educación y Ciencia (antes Educación Nacional), Vivienda (cuando se construían viviendas protegidas)… Ahora se titulan Agricultura, Pesca y Alimentación; Educación y Formación Profesional, Trabajo y Economía Social, Asuntos Económicos y Transformación Digital; Cultura y Deporte

Pero no hay que calentarse el coco porque el nuevo gobierno, cuando haya nuevas elecciones, gane quien gane, removerá las actuales denominaciones por otras parecidas o más complicadas o más simples; depende de quién gane.