Un transformador sobre el cauce de un arroyo en Pedregalejo

En el verano de 2019, esta sección se asomó al arroyo de Salinas, en el Puerto de la Torre, para dejar constancia de una barbaridad urbanística de las muchas que jalonan el término municipal.

En este caso, se trataba de una casa tapiada y abandonada dentro del cauce, pegada al muro de piedra que limita el arroyo y perfectamente visible desde la calle Lope de Rueda.

En enero del año pasado la sección constató que la barbaridad permanecía en su sitio, aguardando quizás alguna tromba de agua o el Juicio Final. ¿Sigue allí?

Lo que continúa impasible el ademán y clavada como una iglesia es otra incongruencia ‘hidráulica’, una imprudencia que, de estar en funcionamiento, puede causar un susto importante el día menos pensado.

Porque aunque ustedes no se lo crean, en Pedregalejo la antigua compañía Sevillana, con la aquiescencia de sagaces servidores públicos, levantaron un transformador encima del cauce de un arroyo.

Este portento que aúna la alta tensión con el agua -un maridaje tranquilizador- lo podemos ver en nuestros días en la calle Pina Domínguez, muy cerca de la parroquia del Corpus Christi.

Por allí transcurre el cauce a cielo abierto del arroyo Varadero, que luego pasa bajo el asfalto de la calle y bajo el transformador, que por haberse construido encima del cauce se encuentra elevado unos metros y tiene a los pies dos rejillas, pensadas para cuando las aguas se desbordan.

Hace mucho que la Asociación de Vecinos de Pedregalejo solicitó el traslado del transformador. Traten de convencer a Endesa de algo así y calculen las décadas que puede llevarle el dar el paso.

El cartel de peligro mortal por alta tensión en el casetón está bien claro. Si se encuentra en funcionamiento es un peligro más que evidente y si no funciona, un obstáculo que sobra en el cauce de un arroyo.

Pero la muchachada de la antigua Sevillana ha dejado otras perlas en esta castigada calle, en forma de tres pétreos postes que obstaculizan la acera, uno de ellos por completo y con el agravante de que a lo pies tiene un registro de la compañía eléctrica del tamaño del cofre del tesoro.

En resumen, la infraestructura eléctrica de la calle Pina Domínguez estuvo coordinada por Pepe Gotera -en representación de Sevillana- y por Otilio -por la parte municipal o quizás por la de la Confederación Hidrográfica del Sur- no sabemos hace cuántos lustros. En manos de los actuales responsables de cada negociado queda desbaratar esta imprudente chapuza. Ánimo.